~ Un verano juntos ~

By Saphire235

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Una propuesta espontanea será el detonante de esta "aventura veraniega". Los Dex Holders pasaran una semana t... More

La propuesta.
Preparativos.
Embarque normal y corriente.
¡Bienvenidos a Sinnoh!
Los Juegos Playeros
Sorpresas por todas partes.
Corazón de diamante.
Carrera de instinto.
Amanecer de sentimientos.
Ideas cruzadas.
I Noche de Karaoke I
II Noche de Karaoke II
Tu voz
Borrón y cuenta nueva.
Por ti.
Ataque en el bosque.
Tu espíritu de batalla.
Bajo la lluvia.
Sustos en la Mansión.
Un nuevo día.
La carta.
Choque de problemas.
Cuenta saldada.
De cara al peligro.
Comienza el caos.
Sin respuesta.
Huellas en la oscuridad.
Juntos somos invencibles.
Nos llaman héroes...pero somos solo humanos.
Especial: Questions and Answers!
El plan se pone en marcha.
Los días que no olvidaré.
Hoy empieza nuestra lucha.
¿Mentiras?
La Corazonada.
~ 2º Especial: Retos y preguntas ~
Visiones.
Una mañana "normal".
"Las gemas de colores"
La Verdad Detrás De Todo.
My illusion, my mistake
Lo que se esconde en las sombras.
Esperanza.
Grietas
Verdad que duele

Hermosa venganza.

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By Saphire235




Mientras tanto, en otra parte de la mansión, una castaña con un chándal azul y blanco corría a cuatro patas como un Zigzagoon huyendo de su padre. Miró hacia atrás para asegurarse de que había dado de lado a las sombras fantasmales que la seguían pero cuando volvió a mirar al frente se chocó con una cosa blanquecina y terminó cayendo al suelo. Dolorida, se frotó la frente por debajo del flequillo.



-Agh...¿¡Quién te cr...!? –Palideció de golpe. El bulto contra el que se había accidentado era una criatura mediana, de un blanco sucio y que movía los brazos desesperadamente. No tenía cara. Su enfado se esfumó. - U...u-un...¡¡FANTASMAAAA!!



Sapphire corrió a coger cualquier cosa cercana que le ayudase a defenderse de aquella "cosa". La silla sería perfecta. Con pulso tembloroso pero intenciones firmes, tendió el objeto delante de ella, amenazante. El bulto blanco sólo balbuceaba cosas sin sentido alguno y seguía moviendo los "brazos" como si quisiera atraparla con cantícos en otro lenguaje extraño y llevársela a su mundo.



-¡Atrás, monstruo del averno, atrás! –Le advirtió, haciendo énfasis en su defensa.- Tengo una silla...¡Y no dudaré en usarla! ¡No me llevarás! ¡NUNCA!



Aquel ser sin cara y de un pálido enfermizo se acercó más, sin hacer caso a las amenazas de la chica de ojos zafiro. Ella no lo vió venir. El "monstruo" tropezó con una arruga de la alfombra aterciopelada y cayó encima de la chica estrepitosamente. Un quejido humano seguido de la pronunciación de su nombre le indicó que esa cosa no era un fantasma...sino uno de sus compañeros. Mejor dicho, compañeras.



-¿¿Yellow??



-¿Sapphire? –La rubia se levantó al instante y se sacudió el polvo, avergonzada por la situación que acababa de provocar. La cortina blanca que la cubría se deslizó en el suelo como una pluma al viento.- L-le estaba intentando decir que, por favor, me quitase la capa de encima...P-perdón.- Le daba vergüenza reconocer que se había quedado enredada.



-¿Eh...? Oh, no, no, no tienes que disculparte.-Se justificó, con una sonrisa nerviosa y quitándole importancia con la mano. Suspiró aliviada, por suerte no había sido un monstruo.- Yo casi te "ataco" con una silla. Por cierto, ¿Qué hacías con eso en la cabeza?



-Esto...je...jeje...-Entrelazó sus manos a la altura del vientre y bajó la mirada, tímida. Estaba claro que era demasiado torpe para que no le pasasen este tipo de meteduras de pata.- Cuando huíamos del vestíbulo intenté esconderme detrás de unas cortinas en uno de los pasillos...No fue una buena idea. Cuando quise salir me enredé y se cayó. No veía nada. Hasta que oí tu voz y quise acercarme para que me ayudases...



-Entonces lo siento, estaba claro que era una sábana...qué torpe. -Se rascó la nuca, sonriendo nerviosa. Se descruzó de piernas y se levantó, quitándose el polvo de los pantalones cortos.



-Sapphire...-La mencionada dirigió su vista hacia los amabrinos orbes de la joven del Bosque Verde.- ¿Le tiene miedo a los fantasmas?



-¿¿E-EH?? –Yellow lo había dicho con toda la seriedad del mundo pero la pregunta había provocado que su cara se tiñera de un suave rojo. Llevó las manos a sus mejillas para ocultarlo e intentó buscar una excusa convincente...pero no se le ocurrió nada. Tendría que reconocerlo.- ...¡Es culpa de ese princeso y su afán por recomendarme libros de misterio!



Era cierto. En los últimos meses, el coordinador le regalaba libros de misterio, con títulos y tramas muy interesantes y luego le preguntaba si le había gustado y comentaban ciertos aspectos. Todo comenzó cuando en una de sus "citas" entraron a una biblioteca por equivocación y decidieron quedarse ya que afuera empezaba a hacer frío en esas fechas. El chico cogió un libro de los cientos de estanterías y se sentó a leerlo tranquilamente en una mesa.



Ella lo imitó pero se quedó columpiando los pies debajo de la silla, sin saber qué hacer. Se limitó a observar detenidamente como leía el moreno o a hacer "morritos" para sujetar un lápiz encima. Era complicado. Cuando se sintió observado, sonrió delicadamente y le acercó un libro de tapa verde, deslizándolo por la mesa. Ella lo miró extrañada pero ya que no tenía nada qué hacer y había estado aprendiendo a leer cada vez más fluido...no le vendría mal algo más de práctica. Lo cogió entre sus manos y lo leyó con toda su determinación. No podía ser tan malo.



Le gustó tanto el tema del que trataba que se lo llevó a casa y se terminó convirtiendo en su género favorito. Ruby, al ver su interés y curiosidad decidió regalarle, cada cierto tiempo, algún libro nuevo para que se alegrase. El resultado es que acababan teniendo una divertida tarde de charlas en la base del bosque de la conquistadora. Recordaba con una sonrisa esas tardes de invierno. Pero de vez en cuando, los personajes se enfrentaban a fantasmas y seres misteriosos y algunos de ellos daban algo de miedo...Es decir...¡No tengo miedo!



-Ya veo...Será mejor que encontremos al resto.- Yellow miró a su alrededor, confundida, decidiendo que camino escoger. Sapphire escapó de sus pensamientos y se pusieron en marcha, pero en grito familiar las frenó en seco.


¡¡¡WAAAAAAAAHHHHH!!!


-¡¡Ruby/Red!!- Exclamaron al unísono, mirándose a los ojos con sorpresa.- ¡Vamos!- La conquistadora se apresuró detrás de una esquina sin escuchar las palabras de su amiga.



-¡Sapphire, espera! No tenemos que...-Demasiado tarde. Ya la había perdido de vista. Suspiró, resignada.-...separarnos. En fin, ¿De dónde venía...? (...) ¡Por ahí!



Y así, trazos de cabello dorado se perdieron tras otra esquina, ondeando en la dirección contraria. Tenían que reunirse con el resto, pero a la vez, ese grito no había sonado nada bien.



En otro lugar cercano...


-¿Estáis bien?



Una chica de pelo azulado recogido en dos coletas se acercó a sus dos amigos rubios, que apoyaban sus manos en las rodillas para recuperar el aliento perdido por el susto y la desesperada carrera. El chico de los ojos verdosos asomó la cabeza temerosamente por la rendija de una puerta, oteando los alrededores, en busca de enemigos. Suspiró al ver que les habían dado esquinazo a todos esos bichos babosos.



-Sí. –Asintió Pearl y se acercó a Emerald.- ¿Se han ido? –Asintió.- ¡Genial, gracias Gastly! ¡Los hemos perdido a todos!- Exclamó con un notable sarcasmo y se sentó en un sillón de la habitación con los brazos cruzados.



-Tenemos que encontrarles. -Ella abrió la puerta.- No me gusta la idea de que ese Garchomp se haya recuperado y siga por aquí cerca. Si el bosque es su hogar vendrá a por nosotros sin dudarlo. No tendrá la consideración de quedarse quieto si estamos solos.



-¿Pero cómo? Esto es enorme.- El pequeño rubio se sentía cada vez más intimidado por el techo tan alto y las grandes dimensiones de ese lugar. Desde luego, sería horrible vivir allí, perdiéndote cada cinco segundos ¡Ni siquiera sabría cómo llegar al baño!



-Bueno, una cosa es cierta; al menos uno de nosotros sabe por dónde va.-Los chicos no entendían la explicación de la chica, pero el más hiperactivo reaccionó.



-¡La señorita Platinum, claro! Es más probable que haya encontrado a más de nosotros porque se sabe al pie de la letra la estructura de estas mansiones...



-Además, Black seguro que estará indicando su posición con algo, ese chico es listo. –Dedujo seriamente.- Sapphire también se sabe manejar bien. Por eso, tendremos más posibilidades de encontrarles si salimos de aquí, ¡Vamos!



-Con tal de salir de una vez de este horrible sitio...-Rald los siguió por el pasillo, deseando que la tormenta acabara de una vez. Los cuadros de todas esas personas desconocidas no le infundían demasiada confianza y el crujido de la madera bajo sus pies, tampoco. Como último recurso les quedaba volver al vestíbulo. Uff...



Al cabo de unos minutos, un chico pelirrojo y otro más alto, con una característica gorra roja, pasaron por el mismo lugar, pero no encontraron indicios de otras personas que hubieran pasado por ahí. Después del grito desgarrador del mayor por culpa de esas bolas de gas y la sombra siguiéndoles estaban mucho más tranquilos, aunque a Silver aún le pitaban los oídos. Siguieron caminando con la intención de volver a la sala principal.



-¿Era necesario gritar así? –Interrogó el menor, aún algo mareado. Su amigo se frotó la nuca, con una sonrisa nerviosa.


-Lo siento, me sorprendiste jeje.


-¿Desde cuándo me parezco a uno de esos bichejos? –Se cruzó de brazos, pero su expresión era impasible.


-Bueno...el sigilo...la oscuridad...


-¿Sabe? Prefiero no saberlo. –Suspiró pesadamente.



No se podía creer que su senpai lo hubiera confundido con un fantasma...¿No se parecía...verdad? Él tan solo estaba buscando la forma de reunirse con el resto cuando bajó unas escaleras y se topó de sorpresa con Red. El pobre pegó tal aullido al ver como se acercaba una sombra de ojos resplandecientes por las oscuras escaleras que por poco lo deja sordo. Casi se podría igualar a Black, aunque se necesitaba de mucha práctica. Siguieron caminando a a luz de unos farolillos pero el brazo del moreno lo detuvo en seco.



-Espera, oigo pasos.- Desde el incidente con el Garchomp el Campeón de Kanto estaba alerta a cualquier situación, por muy leve que fuera o aunque no hubiera razones para ser precavido. Simplemente seguía su instinto.



Los pasos se acercaban cada vez más, casi podía asegurar que se acercaban corriendo. Se mantuvieron congelados, esperando para ver de quién se trataba. La ala de un sombrero de paja cubriendo un delicado flequillo rubio se asomó por la esquina que tenían en frente. Sus expresiones y nervios se relajaron cuando unos orbes ambarinos se posaron en ellos, con preocupación. Yellow se acercó, algo exaltada.



-¿Red-san, se encuentra bien? –Se había propuesto dejar de preocuparse tanto por él, pero le era inevitable a pesar de que no tuviera razones. No tenía el título de Campeón por nada pero todos necesitan de vez en cuando una mano. Él asintió.



-¿Y tú? Estás llena de polvo, ¿No te han atacado?- Red también estaba preocupado y le sacudió delicadamente el pelo para quitarle las motas de suciedad más grandes. La chica se ruborizó un poco por la cercanía, pero no iba a ceder, ni siquiera se había disculpado con ella. Ni siquiera le había dicho porque prefirió irse con Misty.



-Ehh...No, de todas formas, puedo defenderme sola. -Retrocedió un poco. El oji-plata carraspeó para hacerse notar y se saludaron.- Pero he perdido a Sapphire. Seguramente ya haya encontrado a Ruby, aunque le dije que no era recomendable separarnos...



-¿Ruby? ¿Qué le ha pasado? –Le preguntó Silver.- Bueno, no hay mucho de qué preocuparse, Sapphire puede oler el rastro de cualquiera así que terminará reuniéndonos...creo.



-Escuchamos su grito también. A Sapphire no le dio buena espina y salió disparada en su busca. Antes de que pudiera darme cuenta ya la había perdido de vista.- Explicó.



-Hmm...Puede ser una tontería como la nuestra pero no hay que descartar nada, ¡Vamos! Tenemos que encontrar al resto. - El trío comenzó a correr por los finos pasillos, intentando mantenerse unidos, para encontrar al menos a Ruby y a Sapphire, gracias a las indicaciones de Yellow.


Al mismo tiempo, cerca del vestíbulo...


-Entonces...¿Por eso gritaste?- Sapphire se encontraba sentada en una silla de un pasillo un poco más espacioso y con un mueble al lado. Ruby estaba delante, también sentado. El chico del gorro asintió.- ¿¡Para qué gritas si no es por algo de gravedad!? ¡Me preocupé para nada!- Se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, molesta. Para esto, se hubiera quedado con Yellow.



-Primero; SÍ que era algo importante, me encontré a este bicho dentro de mi gorro. Eso sí que es horrible.-Señaló al Wrumple que la castaña sostenía en el regazo, éste le sacó la lengua.- Segundo...-En su rostro se dibujó una sonrisilla y acercó su hombro al de la chica, con una voz seductora.- ¿Te preocupaste...por mí?



Su reacción provocó que a Sapphire se le erizara la piel y el cabello y se apartó un centímetro. Al moreno le encantaba cuando la oji-azul se ponía nerviosa; se le coloreaban las mejillas de un suave rojo que hacia resaltar sus profundos ojos zafiro y balbuceaba cosas sin sentido evitando por todos los medios posibles hacer contacto visual con él. Esta vez no fue una excepción, se veía tan tierna cuando salía a la luz su lado más tímido.



-N-no...¡No es cierto! Yo solo...es que creí...bueno, era así...y eso...-Sus mejillas se hincharon y bajó la mirada hacia sus manos, picándose los dedos índice. Ruby sonrió con ternura y puso una de sus manos en el hombro de la castaña.



-Tranquila, lo entiendo. Yo también lo habría hecho, sin dudar.-Su mirada carmesí buscó los expresivos ojos de la chica. Cuando ella levantó la vista y se encontraron se disculpó por el grito, mientras depositaba un beso en su frente.- Lo siento.



Sapphire sonrió. A pesar de que muchas veces su actitud fuera demasiado presumida o discutieran por cosas inútiles, que no tenían sentido alguno, sabía que él era una gran persona y que su corazón de oro seguía siendo el mismo que antes de que decidieran cambiar el uno por el otro cuando eran pequeños. Habían cambiado en parte, pero sus sentimientos seguían siendo los mismos.



El sonido de una puerta les hizo mirar hacia esa dirección. Ante ambos había aparecido un azabache de ojos dorados con una expresión muy avergonzada. Sapphire se quedó a cuadros cuando vio la ropa que llevaba su senpai. En la cabeza tenía una diadema con un lazo dorado. Un vestido de sirvienta negro y blanco hasta las rodillas, con numerosos volantes y mangas de puntilla destacaba por sí solo. Por último, unas bailarinas negras con toques en dorado y unos guantes con el mismo diseño remataban el conjunto. Gold miró hacia otro lado, deseando que aquello solo fuera un sueño. Una pesadilla.



Ruby sonrió triunfante, quizá por el diseño del traje, quizá por haberse vengado de la vergüenza que le había hecho pasar. La castaña no sabía qué decir. Sin embargo, aquel Wrumpple salvaje rodó por el suelo, sin poder contener la risa.



-¿P-porqué lleva Gold ese vestido?- Estaba desconcertada. De Ruby se lo podía esperar...¿¿Pero de Gold??



-Él y yo...-Gold lo miró amenazadoramente. Por un momento creyó que le iba a contar lo que había sucedido.- Hicimos una apuesta.- Se levantó de la silla, dando una vuelta alrededor de Gold.- ¿Le gusta a usted Goldene?



-(Cuando salgamos de aquí te prometo que te la devolveré.) Sí, señor, es el mejor diseñador que la historia ha podido conocer. Incluso para alguien como yo, un completo ignorante para la moda. –Recitó poniendo cada vez más asco en su tono. Ese chico era cruel.



-Así me gusta, ya estamos en paz.- Sonrió dándole una palmada en la espalda y Gold se escabulló de nuevo dentro de la habitación para quitarse ese denigrante traje, no sin antes dedicarle una mirada de odio al coordinador.



-Ehh...Y supongo que ganaste tú, ¿no? –Esa imagen había sido traumatizante hasta para ella.



-¿Lo dudabas? –Hizo un gesto con la mano, como si se quitara de la frente un flequillo imaginario. La castaña rodó los ojos. Algunas cosas no cambiarían nunca.



A cabo de un rato, Gold salió con su ropa habitual, aunque seguía sintiendo resentimiento por Ruby, que empezaba a temer por su venganza. Se dispusieron a seguir con la búsqueda del resto, conquistadora en cabeza, olfateando el ambiente en buscar de algún rastro u oteando el lugar por si había alguna pista. Después de caminar un tiempo sin resultados, en una esquina encontraron un bulto blanco. Era un sombrero.



-Es muy probable que sea de Blue, siempre lleva un sombrero.



-No,- Sapphire lo olfateó más de cerca.- Hay un cierto aroma a comida y este gorro es más pequeño de los que suele llevar Blue, puedo asegurar que es de Platinum. Lo más seguro es que Diamond esté con ella, pero tengo la sensación de que hay más personas a su lado...



-Seguro ha encontrado al resto. La chica rica está acostumbrada a estos lugares.-Sin más siguieron con su camino. Si ahí estaba su sombrero, no estarían muy lejos, el olor se habría difuminado.



Unos metros más adelante...


-He perdido mi sombrero por culpa de esa sombra misteriosa...-Se quejaba desilusionada una chica morena, de largo cabello negro.



-No se preocupe señorita, seguro que lo encontraremos y a los demás también.- Como de costumbre Diamond comía un bizcocho de azúcar glas con su actitud positiva de siempre.



-¿No te cansas de comer?- El mayor de los presentes, de brillantes ojos verdes, siempre había estado intrigado por eso, pero sin intención de ofender. El menor le sonrió en señal de negativa.



-¡¡QUIERO ENCONTRAR A WHITE PARA SEGUIR PATROCINANDO LA COMPAÑÍA!! ¡Y AL RESTO!


El trío suspiró, la voz del chico soñador se había recuperado y con ella, su entusiasmo por el patrocinio de su empresa. Al menos así sería más fácil que los demás los encontraran.



~¡Ya van más de 2500 lecturas! Muchas gracias por el apoyo y los comentarios, son realmente gratificantes. Es una alegría que disfrutéis de la historia tanto como yo :)~

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