"Los silencios que se rompen con un beso también nos dejan sin palabras"
No es por tanto eludir que en un capítulo sin prólogo o sin epílogo, los silencios hayan sido los menos mencionados en un pasaje de respiraciones entrecortadas. Y qué decir, si ambos sabían que un día cualquiera jamás era "cualquiera" para ellos, o que una conversación normal, tampoco podía terminar siéndolo a menos que haya perdido su esencia. ¿Y lo ha hecho? ¿Acaso se puede perder la esencia de una conexión tan extraña como la de ellos? Bueno, al parecer es un poco más difícil que solamente escribirlo, o pensarlo.
- Propongo una conversación de desahogo - empezó él.
Y sabrán o no lo que respondió ella. Sin embargo, el asunto no es la carismática pareja que ellos podían formar, o las cosas que tenían en común, o las razones por las cuales podrían destruirse mutuamente. Si bien, esto fuera una obra musical definitivamente empezaría con "Nine in the Afternoon" ¿Por qué? Porque sencillamente así empezó unos meses atrás en una conversación nocturna. Aunque es una canción rara para iniciar una obra presuntamente "feliz", aunque claro, se juzgará lo que es o no feliz en el ahora, en este momento donde el telón ha partido del suelo y mira expectante la nueva jornada.
Ella entra en escena luciendo un jean oscuro y una blusa negra, se arregla el saco azul con blanco mientras la inconfundible bufanda roja adorna su cuello y contrasta el rostro con sus labios del mismo color.
- Me demoro unos 15 más. - textea ella en un bus mirando estresada como la ha atrapado el tráfico.
De pronto, recibe una llamada. Es él.
- Llego tarde - dice ella de nuevo, y sonríe. Él no lo sabe.
- ¿Por dónde estás?
Ella mira a su alrededor y se pierde un poco entre calles, ambos terminan confundidos un rato hasta que ella reconoce un punto más general y lo refiere. Ella llegaría en 10 minutos aproximadamente, sin embargo, él calcula 15 minutos y además se guarda que ella llegará con las justas o bien sea, tarde; pero el tiempo está a su favor y logra su cometido. Ella sale del bus y emprende una caminata rápida a través del gentío de un viernes por la tarde en el centro comercial; poco a poco la distancia entre ambos empieza a resumirse en subir unas cuantas gradas desde las cuales logra visualizarlo y siente ese cosquilleo impropio de antelación. Subiendo sin quitarle la mirada, empieza a maldecir por lo bajo esperando verse un poco atractiva, o menos despeinada, y así es como él entra en escena finalmente.
Él viste en tonalidades grises y oscuras, además luce un poco cansado pero anímico. Después de la formalidad de la entrada y el intercambio de cotidianidad, ambos entran y terminan sentados en silencio, ella un poco tensa, él más relajado. Ella mira alrededor con ansiedad pero se siente aliviada de no estar en un lugar aglomerado; él más bien dedica su atención a la pantalla mientras disimuladamente la mira a ella que seguía un poco agitada. Ella no lo nota. Después de un rato un tráiler en especial llama su atención para que se prometan ver otra película más, juntos, y así es como el hielo se quebranta por completo.
Empieza la película. Ambos a veces se van perdiendo y otras encontrando entre escenas. En realidad, son contadas las veces que se sueltan las manos y en alguna ocasión ella le manda una indirecta con una canción y él con otra, lo ven divertido así porque, de alguna forma, es la superación de todo lo que solían decir o sentir que era explosivo y ciertamente lo preocupante que llegaba a ser lo destructivo. ¿Ya no lo es realmente? Entonces ella siente la canción de "City of Stars" en el acto, y la acoge tan profundo que logra definirla como una sensación que jamás podrá irse, como él, y finalmente la asocia a ambos y le canta internamente la canción. Ella quiere quedarse, se lo dice... Él lo sabe. A la final, han pasado por tanto que esas palabras tienen un gran valor; por eso él sonríe cuando la escucha, y siente a su vez un amargo alivio dentro de sí. Quién diría, ahora que recuerda un poco más...
De pronto la escena cambia y se empieza a escuchar de fondo una parte más profunda de sus momentos juntos. Ahora suena "La presunta posibilidad de conocernos", su canción. Entonces se torna más explosivo aún, y hablan conociéndose de toda la vida; empiezan a compartir bromas entre las diferentes escenas de la película e incluso se identifican con otras. Ellos juntan sus manos como si jamás se hubieran separado y de esa forma reconocen cada línea que han traspasado tras de sí, es casi toda una historia y ellos lo saben. Ahora cada tacto resulta realmente reconfortante y ella se apega más hacia él.
- ¿Tienes frío? - pregunta él. Pero la intención se adelanta y posa su brazo sobre el hombro de ella.
- Gracias - responde ella abrazándolo.
La sala se siente más abrigada y vuelven a la película que los toma de improvisto: Una pelea. ¿Ellos han peleado antes? Pues sí, claro que sí, y por eso ambos dijeron un "no" silencioso y desgarrador por dentro cuando las cosas se dieron por terminadas. Era totalmente expreso el vaivén de sentimientos encontrados, perdidos y recordados en ese momento. Ella casi sentía que estaban contando su historia con muy diferentes acciones y palabras que en esencia reflejaban la siguiente canción de fondo: "Not Today".
"Si ciertamente es complicado. ¿Cuándo no lo fue? Es la pregunta. ¿En los días sin luna, en las líricas mal puestas? No. No hay culpables si está el tiempo de por medio. ¿Qué le digo entonces al tiempo? Lo único que podría decirle es que no es suya la decisión, que, si es de formarse un nosotros entre nuestros versos, que así sea. No espero nada a cambio y como tal, si no es de esperar a tus actos, tus sentimientos, tus encuentros ¿Entonces de qué es la vida sino de amar a su tiempo?"
Y con eso supo que toda una temporada de invierno se había escurrido entre sus dedos. Una temporada llena de poesías extrañas, de ciertas frases escondidas, incluso de dejar de hablarse y de verse por completo. Cada quien tuvo sus razones y ninguna muy errada o lejos de la realidad, si ambos creían en el perdón y en el pasado de los momentos entonces supieron encontrarse bastante conmocionados al seguir a la siguiente escena donde nuevamente era invierno, pero ellos entendían que pasar por las cuatro estaciones y seguir sintiendo esto era mucho más que una historia de amor. Ahora era extraño sentirse tan completo, como si hubieran logrado llegar a donde debían hacerlo, pero por caminos muy dispersos y trágicos.
De repente suena una nueva canción, más bien una melodía que ambos entienden y logran sentirla, no tiene nombre aun, pero provoca el caos más hermoso del maldito universo. Él posa un beso en su cabello y ella le devuelve un beso en la mejilla, pero ya no era suficiente y estando tan cerca él posa su mano sobre la mejilla de ella y se miran por completo, muy de cerca, tan cerca que se sentían respirar y de pronto el aire se calla, todo se detiene, incluso un lapso de la película se pierde con ese beso que lo significa todo. ¡Es lo más perfecto! La realidad superando los sueños y las últimas madrugadas de desvelo, un acuerdo mutuo de sellar los sentimientos a través de un arranque repentino de palabras que no se han dicho.
Pero eso sí, ninguno de los dos pudo poner atención después a lo que restaba de la película. Ya sabían que se han perdido una buena parte del final, pero aun así los termina marcando por completo: Si dos personas pudieron amarse en un nivel tan pasional como fue en la película, y tuvieron ese final... ¿Qué pasaría con ellos?
Y en pocos minutos, acabó la función. El "FIN" marcaba la gran pantalla y por tanto ella y él se separaban despacio para salir.
- Estuvo buena - dice ella.
- Realmente buena - responde él.
- Creo que me gusta mucho lo realista que puede ser. En especial esa parte donde se dicen que se amarán para siempre, sabiendo que no estarán juntos. - sigue ella.
- Es que eso creo que es el fin de todo. Tú eres esa persona para mi ¿sabes? - ella lo mira. - Eso significa que nunca podría dejar de quererte.
- Tú también eres eso para mí. Incluso alejándonos o siendo amigos, o lo que sea que estemos siendo. No podría dejar de quererte.
- Bueno, no creo que podamos ser amigos, no así. - Y él la besa nuevamente.
- Si quisiéramos ser amigos, nos hubiéramos alejado.
- No. No quiero eso.
Y ambos sonríen.
Definitivamente esta noche se marcará en la memoria de ambos porque uno siempre recuerda esos besos donde se olvidó de todo. Es la vuelta a la realidad, una que no está nada mal para haber vivido tantas cosas de por medio, y sinceramente para ellos es confuso, surreal, esporádico, irónico, poético, dramático, inefable, pasional, emocional, subjetivo, objetivo, realista, extraño, incorrecto, correcto, explosivo, artístico, irracional y toda una lista que día a día descubren porque se siguen conociendo: él con su misterio, ella con sus galimatías, y en muchos casos porque al hablar, el espacio puede ser bastante reducido y la lucha con el tiempo puede o no tomar un poco de sentido. De igual forma, a esto lo llaman: "Quererse bonito".