-¿Tú también eres una... Bruja?
Pregunto sentándome junto a ella mientras pone dos tazas de café delante de nosotras. Ella se ríe y niega con la cabeza.
-Preferimos llamarnos mentalistas.
Responde ella agarrando una de las tazas y dándole un sorbo. Yo agarro la otra entre mis manos, sintiendo el calor de ésta.
-¿Y cómo lo has sabido?
Pregunto de nuevo con el ceño fruncido y ella sonríe para sí misma.
-¿Acaso tú no notaste que entre nosotras no había vínculo?
Pregunta dirigiendo su mirada a mí y yo me muestro confundida.
-¿Vínculo?
-Conexión, deseo de controlar la mente, como quieras llamarlo.
Eso es lo que yo siento cuando hablo de la tensión que siento al mirar a alguien.
-Podemos reconocernos entre nosotros así, si conoces a alguien, que sabes que no lleva nada tuyo y no sientes el vínculo, es como tú.
Me explica ella volviendo a dar un sorbo a su café y yo asiento, imitándola.
-¿Cuánto hace que te has dado cuenta de que eras una mentalista?
Pregunta ella de repente y yo me siento bien el sofá, aclarando mi garganta.
-Cuando fui hará unas semanas a mi casa, mi abuela fue quien observando mi comportamiento se dio cuenta.
-¿Ella también lo es?
-No, mi bisabuela sí, tengo un cuaderno suyo.
Respondo levantándome para agarrarlo de mi mochila y se lo doy. Cuando veo que lo deja encima de la mesa me río.
-Puedes leerlo si quieres.
Le digo sonriente y ella niega con la cabeza.
-No puedo, un mentalista no puede leer los cuadernos de alguien que no sea de su familia, para ti todas esas páginas están escritas, para mí serían páginas en blanco.
Asiento asimilando toda la información y bebiendo de la taza de café.
-¿Y estás segura de que tu madre no lo era?
Asiento de nuevo ante esa pregunta, y Pattie me mira curiosa.
-Eso me dijo mi abuela.
Ella se pone de pie y me agarra de la mano.
-Vamos a comprobarlo.
Me levanta con cuidado y me lleva al baño, yo no entiendo nada de la situación.
-¿Qué hacemos aquí?
-Puede que tu madre lo fuera, y que te hiciera olvidarlo.
Me responde empezando a quitar mis pulseras y mi colgante, el cual me dio mi madre antes de morir.
-Solo debes mirar al espejo y mirarte a los ojos, para después pedir que lo recuerdes todo. Puede que no sea agradable.
Me explica ella acariciando mi brazo para después sentarse en la taza del baño. Yo suspiro y me miro a los ojos.
-Recuérdalo todo.
Ordeno y entonces dejo de verme a mí misma, para verme a mí de niña. Miles de recuerdos se asoman por mi mente, igual que imágenes que no recordaba, muchas de mi madre diciéndome que olvidara situaciones de agresión en casa. Me encuentro en medio de mi habitación, observándome a mí misma junto a un chico. ¿Joao? Estamos discutiendo, no puedo oírlo pero sí verlo. Él me agarra con fuerza y me lanza contra el escritorio para después empezar a golpearme. Y entonces la puerta se abre, mi madre. La observo atónita y ella agarra a Joao, mirándole a los ojos y éste se va con los ojos en blanco. Después me agarra a mi, me mira a los ojos y me abraza, para después ordenarme algo y yo dejo de llorar, para que después me meta en la cama a dormir. Desaparece esa situación y otros recuerdos van pasando delante de mí. Y entonces llega, la muerte de mis padres. Estoy sentada al lado de mi otro yo, y el accidente vuelve a suceder, pero ésta vez lo veo desde fuera. Mientras veo cómo yo salgo del coche entre los cristales miro por la ventanilla, mis padres seguían vivos. Ellos se miran a los ojos y mi madre sonríe, agarra la mano de mi padre y le ordena algo, haciendo que éste se quede dormido y deje de sufrir. Mi madre empieza a cerrar los ojos y se muere. Otros recuerdos pasan de nuevo y de repente vuelvo a encontrarme en el baño, sentada en el suelo con Pattie a mi lado.
Mi madre hizo que olvidara todo el sufrimiento que sentía con quien supongo que fue mi novio, Joao, igual que evitó el dolor y el sufrimiento de mi padre cuando los dos estaban muriendo. Las lágrimas se asoman por mis ojos, y no puedo parar de sollozar. He explotado. Tengo los sentimientos a flor de piel. Pattie se pone a mi lado de cluquillas y me abraza mientras me acaricia mi espalda.
-Mi madre... Yo... No... Ella... Ayudó a mi padre... El accidente... Y a mí... Joao...
Empiezo a tartamudear entre sollozos y Pattie me da un beso en la cabeza. Me manda callar y yo sigo llorando.
-Ya está, tranquila.
Susurra y entonces Justin aparece por la puerta. Se agacha rápidamente y me mira preocupado.
-¡¿Qué ha pasado?!
Exclama agarrando mi cara entre sus manos y yo sigo sollozando, sin poder articular palabra.
-Quiero estar sola.
Susurro entre mi llanto y Pattie se levanta, llevándose a Justin a la fuerza. Me quedo sentada en el baño, sin poder creer todo lo que he visto.
Minutos después salgo, viendo a Justin y Pattie sentados en el sofá hablando, de mi. Los miro, aún con lágrimas en los ojos. Vuelvo a sollozar y Pattie se levanta, agarrándome de las manos.
-¡No quiero sentir dolor Pattie!
Grito desesperada notar como mi pecho se hunde por momentos, es un dolor insoportable en el corazón. Ella me abraza con fuerza y yo sigo llorando.
-Lo superarás, tranquila.
Susurra y yo me separo de ella, corriendo al baño. Ella me sigue igual de rápido y yo me miro al espejo.
-¿Qué vas a hacer?
Pregunta ella preocupada y yo me miro a los ojos, viendo mis ojos rojizos de los cuales no paran de salir lágrimas.
-Anula tus sentimientos.
Me ordeno y entonces Pattie me aparta del espejo, sentándome en el baño. Mis ojos se ponen en blanco y cuando vuelvo a ver, veo a Pattie delante de mí. He dejado de llorar y no siento absolutamente nada.
-¿Qué has hecho, cariño?
Pregunta ella acariciando mi rostro y yo la miro a los ojos, sin sentir ni cariño, ni dolor, nada.
-Lo correcto.
Respondo tranquila levantándome y salgo del baño. Veo a Justin y sorprendentemente, me es indiferente.
-¿Estás bien?
Me pregunta él preocupado y yo sonrío, causando curiosidad en su mirada. Pattie aparece por la puerta del baño triste, con los brazos cruzados.
-Deja de preocuparte por mí Bieber, estoy y estaré bien.
Respondo cruzándome de brazos y sonriendo, pero no siento felicidad. Me siento en el sofá para terminar la taza de café, ya frío.
-¿Qué ha pasado?
Oigo como Justin le pregunta a Pattie, yo no me digno ni a mirarlos.
-Ha anulado sus sentimientos Drew, ya no siente... Nada.
Sonrío para mí misma y dejo la taza en la mesa. Los miro, y ellos parecen tristes a la vez que preocupados, yo sonrío y me río.
-¿Qué os parecería emborracharnos a las... 6 de la tarde?
Pregunto mirando el reloj de mi muñeca para después agarrar una botella del mini-bar. Justin se acerca a mi y me la quita, yo lo miro fingiendo que estoy ofendida.
-Justin Bieber, ¿por qué has hecho eso? Niño malo.
Murmuro dejando que una sonrisa se apodere de mi mientras le quito la botella. Busco un vaso de chupito en la zona de platos, y cuando lo encuentro, vuelvo al salón. Lo lleno con tequila y lo pongo en alto.
-Por mi madre, quien tuvo un par de cojones para hacerme olvidar la agresión de mi ex novio.
Exclamo sonriente para después bebérmelo de un trago. Suspiro notando el ardiente líquido correr por mi garganta. Vuelvo a rellenarlo y lo pongo en alto de nuevo.
-Por las malas notas, las falsas amigas y el mal de amores.
Exclamo de nuevo, recordando todas las cosas que mi madre hizo que borrara. Me lo bebo de un trago viendo como Pattie y Justin están quietos, mirándome serios. Vuelvo a llenarlo de alcohol, y lo pongo en alto, poniéndome seria esta vez.
-Y por mí, porque por primera vez en mucho tiempo, me siento bien.
Murmuro bebiéndome el chupito de un trago y dejando el vaso en la mesa. Agarro mi móvil y los miro.
-Y bueno, creo que hoy tenemos concierto, nos vemos ahí amigos.
Exclamo sonriente de nuevo mientras salgo de la habitación con mi mochila colgada del hombro.
#POV Justin#
Miro como ____ sale de la habitación y yo sigo en mi sitio, sin poder creérmelo. Noto como mi madre me agarra de la mano y me dirige al sofá.
-¡No puede ser que no sienta nada!
Grito cuando me siento y Pattie asiente, con su inhabitual cara de tristeza y compasión.
-Es posible Justin.
Responde ella desviando su mirada al suelo y yo niego con la cabeza.
-Pero, solo debemos conseguir que vuelva a ordenarse sentir.
Murmuro confiado y Pattie sonríe amargamente.
-Ella está bien, se siente bien, no siente culpa, dolor, rabia, preocupación, tristeza... No vas a convencerla para que lo haga Justin, eso es lo único que tengo seguro.
Responde mi madre con la mirada perdida y yo me despeino por la desesperación. Apoyo mis codos en mis rodillas y la miro fijamente.
-¿Qué puedo hacer mamá?
Pregunto con un hilo de voz, desesperado. Ella levanta su cabeza y me mira, con media sonrisa.
-Hazla recordar, que recuerde como se sentía en ciertos momentos, pero sobretodo, no la des por perdida Justin.