-¡Madre mía!
Grito al ver a uno de los bailarines que aparecen por la puerta de llegada. Todos me miran extrañados, pero yo empiezo a correr en dirección al chico de ojos azules que anda con chulería.
-¡Marco!
Lo llamo por su nombre y él levanta sus gafas de sol, mostrando sus azulados ojos que no veía desde hacía meses. Al quitarse las gafas, Judie también lo reconoce y empieza a correr a mi lado. Las dos nos lanzamos a sus brazos y él empieza a reír; todos nos observan.
-¿Pero que tenemos aquí? La cascarrabias de Judie, y la pequeña ____.
-¿Cómo que cascarrabias Marco? ¡No empieces!
Yo me río ante la situación y Marco me da un beso en la cabeza, debido a su altura. Volvemos con el resto del grupo y nos presentamos entre todos.
Judie y yo conocemos a Marco ya que fue estudiante en mi academia de baile, venia de trabajar con los mejores aquí, en Los Ángeles. Le hice clase unos meses y después él encontró trabajo en un programa de la televisión donde hacia de bailarín de fondo; algo que no era merecedor porque Marco baila muy bien, demasiado.
No somos los únicos que nos conocemos, por lo visto la tímida Thalia conoce a dos de los chicos; Yael Palme, un morenazo bastante guapo, y Dylan Astrof, un rubio ojiazul. Aparte de Marco, Yael y Dylan, también están Nathan y Trevor, unos chicos que ya trabajaron junto a Justin el año pasado.
Vamos a recoger las maletas y después las pasamos por el detector de metales; minutos después Justin me agarra del brazo, haciendo que me aparte del grupo junto a él.
-¿Te estresas fácilmente?
-La verdad es que no, ¿por qué?
Él rebusca algo en su bolsillo y saca dos pares de tapones para los oídos. Yo lo miro extrañada y Bieber me los pone, para después sonreírme y volver a andar. Segundos después, estamos rodeados de miles de Beliebers, y los de seguridad las mantienen a unos metros de nosotros. Entonces veo 5 coches negros delante de mi, y yo me detengo en seco. Todos empiezan a subir pero yo niego con la cabeza.
-Vamos Thompson, debemos ir al hotel.
Empieza la gente de Bieber que nos acompaña, yo niego con la cabeza y Judie se baja del coche para acercarse a mi.
-Sólo serán 10 minutos ____.
Sigo negando con la cabeza y veo como Justin baja de otro coche preguntando porque no nos vamos ya. Me mira extrañado, pero después compasivo. Se acerca a mi y me acaricia el hombro.
-¿Puedes o no?
Sigo negando con la cabeza y cuando levanto la vista, todos me esperan. Abro mi maleta y saco mis zapatillas para correr. Lo dejo todo en un coche y recojo mi pelo en una coleta.
-¿No pretenderás ir corriendo, no?
Pregunta Bieber con los ojos abiertos por la sorpresa y yo asiento mientras Judie niega con la cabeza y entra al coche.
-¿Sabes llegar al hotel?
Niego con una sonrisa en la cara; eso es lo divertido. Empiezo a correr mientras coloco los auriculares en mis orejas y la música suena fuerte en mi mente. Veo los coches pasar por mi lado, y algunas fans empezar a seguirme, momento de acelerar. A los pocos minutos llego al centro de Los Ángeles, donde decido preguntar indicaciones.
32 minutos más tarde llego a la recepción del hotel, agotada por la última cuesta que he subido. Me apoyo en el mostrador mientras hago algunos estiramientos. Y cuando voy a preguntar por la habitación, oigo a alguien cabreado gritando.
-¡Esto es inaceptable!
Me grita un hombre bajando las escaleras y dirigiéndose a mi; ¿inaceptable? Me doy un momento la vuelta para mirar si hay alguien detrás de mi a quien pueda estar gritándole, pero estoy sola.
-¡Los demás ya han almorzado y están descansando! ¡Es lo que usted señorita, debería estar haciendo, porque en 1 hora tenemos la primera reunión!
Yo me quedo sin habla mientras noto como mis piernas no paran de temblar; por culpa de la intimidación y el ejercicio que acabo de hacer. Lo miro a los ojos intentando averiguar si realmente está enfadado, y descubro el cansancio en sus ojos. No está realmente enfadado conmigo.
-Lo siento, de veras... Es sólo que ya hace unos meses que no me subo a un coche,es tengo pánico. Lo siento...
Me disculpo frotando con mi mano su brazo, y el hombre asiente compasivo mientras suspira cansado; he acertado.
-Lo mejor será que almuerces, tu habitación es la 842.
-¿Son habitaciones compartidas?
-Sí, no se con quien la compartes, ha habido cambios a última hora.
Asiento y le doy un abrazo, a lo que él se sorprende. Le doy un beso en la sien y me dirijo al comedor, donde hay un montón de mesas y un bufete libre. Cojo una bandeja y empiezo a llenarla de comida; piña, un bol con yogurt natural, avena y frutos rojos, un zumo de papaya y un té de limón. Observo la gente que hay en la gran sala, y veo a Bieber comiendo tortitas mientras observa su móvil. Me dirijo a su mesa y me siento delante de él, a lo que Justin me mira y después se ríe.
-A buenas horas llegas.
-Pensé que todos estaban ya durmiendo.
-Todos menos yo.
Lo miro con la ceja levantada y niego con la cabeza.
-No seas tan obvio.
Bieber se ríe y observa mi almuerzo, mientras yo empiezo a devorarlo todo.
-¿Sabes quién es mi compañera de habitación?
-¿Compañera? No sabía que ahora yo era una chica.
Abro los ojos como platos y me atraganto con un trozo de avena, a lo que él se ríe. ¿Compartiré habitación con Bieber?
-Pensaba que iría con una chica, no contigo...
-Sí bueno, culpa de Max y Judie, que han preferido ir juntos.
Yo me río, maldita enamoradiza. Termino mi desayuno y dejo la bandeja el el mostrador, seguida de Justin. Salimos del comedor y empezamos a andar en silencio, hasta llegar a los ascensores. La puerta del ascensor se abre, dejando ver al mismo hombre que antes me ha gritado.
-¿Qué hacéis juntos? Los dos males del equipo se han juntado.
Murmura con una sonrisa mientras nos observa a los dos; yo no puedo evitar reírme.
-Oh vamos Scooter, ya sabías eso de que Dios los crea y ellos se juntan.
Exclama Justin feliz mientras le da un abrazo al hombre; ¿éste es Scooter? Pensé que era mas viejo.
-Os tendré que vigilar de cerca a vosotros dos... Ir a descansar, hemos retrasado la reunión a las 5, tenéis 3 horas, no hagáis maldades.
Nosotros nos reímos y subimos al ascensor, a lo que Justin suelta un largo suspiro cuando las puertas se cierran. Estamos en la octava planta, pero aún así el trayecto solo dura unos segundos. Justin me entrega una tarjeta, la que supongo que sirve para abrir nuestra habitación. Cuando la puerta se abre veo una enorme habitación, más que habitación esto es mas grande que mi piso. Hay una cocina abierta al comedor, una mini librería, un baño enorme, y dos habitaciones de matrimonio. Por suerte no tendré que dormir con él. Me dirijo a la habitación que tiene mis maletas y empiezo a quitarlo todo, ya que pasaremos aquí 2 meses.
-¿Quieres hacer algo?
Me doy la vuelta y veo a Bieber apoyado en el marco de mi puerta con los brazos cruzados. Cierro mi maleta y la guardo debajo de la cama, mientras pienso rápidamente.
-¿Qué tienes en mente?
Pregunto al no tener ninguna idea. Él me hace un gesto con la cabeza indicando que lo siga, y me encuentro con una película puesta y un bol de palomitas encima de la mesa.
-¿Qué película es?
-Los juegos del hambre, pensé que te gustaría.
Yo asiento y me voy corriendo a hacer mi ritual de películas. Me hago una trenza en la cabeza, me pongo una manta encima haciendo que parezca que tenga alas y me pinto con el eyeliner dos rayas en las mejillas. Voy corriendo al sillón y me tiro de golpe, mientras que Justin se sienta en el sofá. Bieber me mira intentando no reír, pero no puede mas y empieza a reír a carcajadas.
-¡¿Pero que te has hecho?!
Yo me encojo de hombros, esto para mi es normal.
-Vamos a ver Los juegos del hambre, la trenza de Katniss, la manta son alas de sinsajo, y lo de las mejillas es para darle un bonito toque al look de superviviente.
-Eres peor que una niña pequeña...
Agarro el bol de palomitas y me cubro con la manta.
-Cállate y dale al play.
Justin niega con la cabeza y enciende la película, yo como palomitas pero a la media hora de película noto que mis ojos se hacen pesados y me acurruco en el sillón, agarrando con fuerza el bol de palomitas. Después solo se que me duermo.
-_____, debemos ir a la reunión, despierta.
Abro los ojos lentamente, notando cosas duras pegadas en mi cara que duelen; levanto la cabeza y las palomitas siguen pegadas en mi lado derecho del rostro. Justin se ríe y se va a su habitación. Me pongo en pie y voy al baño a quitarme las palomitas y el eyeliner, pero la marca de esas horribles cosas pequeñas sigue en mi cara, y creo que no pretende desaparecer en un largo rato. Mierda, murmuro para mi misma.
Me lavo la cara y los dientes, para después ir a mi habitación y cambiarme de ropa; unos jeans negros ajustados con algunos cortes, una básica blanca holgada por dentro del pantalón, una chaqueta corta de cuero negro, y unas plataformas Vans blancas. Pongo mi móvil en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón y me miro en el espejo. ¿Maquillaje o peluquería? Para qué...
-¿Nos vamos Bieber?
Digo saliendo de mi habitación y viendo como va vestido; parece que vayamos a conjunto. Lleva unos pantalones caídos negros junto a una camiseta larga blanca, y para finalizar unas zapatillas rojas. Se da la vuelta y me mira de arriba abajo, para después reír.
-Vete a cambiar Bieber.
-¿Por qué? Es gracioso.
-No quiero que piensen que nos hemos puesto de acuerdo.
-¿Te importa lo que digan los demás?
Me quedo pensativa un rato, nunca me ha importado, y dudo que empiece a importarme ahora. Suspiro y agarro el paquete de cigarrillos que hay encima del sofá. Hago un gesto con la mano en señal que nos vamos, y él me sigue.
Empezamos a andar por el pasillo y veo como Charlotte y Marco salen de una habitación. Marco me sonríe para después mirarme el cuerpo entero y asentir, mientras que Charlotte me mira con asco y después sonríe coquetamente a Justin.
-¿Qué hay, pequeña?
Me dice Marco rodeando mis hombros con su brazo y yo me encojo de hombros en señal de respuesta. Nos subimos al ascensor y se forma un silencio incómodo; odio estos momentos. Las puertas se abren y cuando voy a salir, Charlotte me empuja para salir ella primero junto a Bieber, y yo niego con la cabeza. ¿Acaso me ve como una amenaza? Nos reunimos con todos abajo, y veo como todos empiezan a subirse a las furgonetas. Yo me niego y miro mis pies; no puedo correr con esto. Detengo a Scooter y él me mira serio, pero al entender la situación sonríe.
-Está a unos 10 minutos andando, vamos en coche para evitar paparazzis. Sólo debes seguir recto, en la rotonda girar a la derecha, y entrar por el segundo callejón que encuentres a tu izquierda.
Yo asiento y le doy un abrazo, minutos después todos están en las furgonetas y se largan. Empiezo a andar disfrutando del tiempo que hace; está nublado, y empieza a refrescar. Sigo las indicaciones y al rato llego a un enorme almacén.
Abro la puerta y veo a todos hablando sentados en la pista, esto es grandioso. Todos me sonríen excepto Charlotte, como de costumbre. Y segundos después, ella empieza a quejarse.
-¿Por qué a todos nos regañan por llegar tarde y a ella no le decís nada?
-Porque ella tiene problemas con los automóviles, y si tiene que llegar tarde por ir andando o corriendo, lo hará y no pasará nada.
Responde Scooter mirándome, es el único aquí aparte de Judie que conoce mi pasado y lo entiende todo. Todos me miran curiosos y yo me siento indiferente. Entonces Charlotte bufa y dice...
-Maldita enchufada de mierda.