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Antes
Sus labios eran suaves, llenos de dulzura, carnosos..., pero el beso, aunque había parecido el más salvaje y sensual que le habían dado en su vida, le resultaba deshonesto. Ella no lo amaba, era tan evidente que su corazón se rompió por ella. ¿Por qué lo besaba? ¿Por qué se aferraba a él como si fuese un salvavidas? ¿Por qué lloraba? ¿Por qué tiraba de él, como si quisiera que él correspondiese su beso? ¿Por qué?
Tal vez ella lo estaba utilizando. ¿O tal vez no?
Quizás ella solo quería utilizar sus besos para ahogar los recuerdos. Sus viejas inseguridades regresaron nuevamente, el dolor que le producía su aspecto, pero más que eso, su espíritu había sido oscurecido. No era el hombre adecuado para curar de aquella forma a Celeste. Él estaba contaminado, no era digno de ella, esto simplemente... era incorrecto.
¿Podría luchar por ella? Sí, pero ella no merecía a alguien como él.
Thiago tenía veintiún años en aquel momento, aún era joven, no tan inexperto en el amor como tal vez lo era Celeste, por lo que no quería cometer ningún error a su alrededor.
¿Por qué lo besaba, mientras tenía a alguien que posiblemente daría todo por consolarla? ¿Dónde estaba su novio?
Thiago no podía pensar con claridad.
Sería su amigo. Solo su amigo. A pesar de que un amigo no podría jamás amarla como él la amaba.