Manipulación de un cuchillo o arma de fuego, agilidad física, desarrollo avanzado de combate, inteligencia y astucia, esos eran los requisitos para ser un verdadero miembro del grupo en el que ahora se encontraba Mikasa.
- ¿Te comprometes a hacer lo necesario para aprender todo lo que sabemos? El entrenamiento es muy duro -
- Sí, lo haré - contestó con desánimo
Levi la abrazó, sabía bien que no era sencillo pero tampoco la dejaría estancarse en el pasado deprimente
- Es por tu bien, Mikasa - besó su cabeza para luego levantarse e irse por algo de comida para ella.
Ya comía más pero su ánimo aún no estaba del todo bien ya que cuando el recuerdo atacaba, sus lágrimas volvían a brotar.
~ ~ ~ ~ Dos día después ~ ~ ~ ~
- Mikasa, debemos empezar hoy -
- No tengo ánimo - dijo recostada en la cama, abrazando sus piernas
- Si no empezamos, Kenny te echará y no voy a permitir eso -
- No me importa - respondió
Levi tomó la muñeca de Mikasa con fuerza, lastimándola un poco, ella volteó a verlo.
- Si realmente lo amas tanto como dices, entonces venga su muerte, dale un verdadero significado a esto -
- Lo dices...como si fuera sencillo - replicó con los ojos brillosos
- ¡Se bien que no es sencillo! -
- ¡Entonces no lo digas como tal! ¡Entiende Levi, perdí al amor de mi vida!! ¡¿Y tú quieres que me ponga a pelear como si nada hubiera pasado?! ¡¡Nunca entenderás como me siento!! -
- ¡¡Claro que sí!! -
- ¡¿Ah sí?! -
- ¡¡Sí, te perdí a ti!! -
Ambos quedaron en silencio.
- Para mi eras mi todo Mikasa, pero tú decidiste irte con Eren, y ahora sufres por él mientras yo sufro por ti - suspiró - Así que si vas a seguir con tu actitud lucrativa aferrate a ese sueño que querías conseguir con él! ¡Aferrate a ese sentimiento de dolor! ¡Crea un ancla con eso para fortalecerte y sobrevivir antes de que te conviertas en una carga insoportable! - le gritaba
- Levi para por favor... - dijo en voz baja, mientras sus ojos trataban de contener las ganas de llorar
- ¡Tal vez te enseñó a amar de verdad pero eso te convirtió en una inútil que solo sabe llorar por su perdida en vez de plantarles la cara a los responsables! ¡Y, ¿Sabes qué? Yo no voy a ser piadoso contigo! -
- Levi por favor...para - suplicaba
- ¡Levi, ¿qué pasa ahí dentro?! - Hange y Erwin se alertaron por el escándalo, trataron de entrar pero la puerta tenía llave
- Hange, ve por el repuesto - pidió el rubio mientras forzaba la puerta
- ¡Así que yo te enseñaré a como pelear, golpear y matar a alguien de igual manera o peor de como mataron a Eren! - terminó
- ¡¡Cállate ya!! - replicó con la voz rota y lágrimas por toda la cara
Lograron abrir la puerta, ambos entraron.
- Levi, ¿qué pasa? - preguntó Hange
El azabache sólo chasqueó la lengua, se alejó de Mikasa y salió de la habitación, Erwin fue tras él.
Mikasa se levantó y acomodó su bufanda, sentándose en el rincón de la parte del cuarto. Hange se acercó y la abrazó.
- No te preocupes, se le pasará, sólo está dolido - comenzó a hablarle
La azabache se dejó consolar sin decir nada, mientras escuchaba lo que la castaña le decía.
- Ambos están mal ahora, pero entiendo que más tú, verdad? - dijo
Mikasa correspondió su abrazo.
- Sé que no tienes mucho ánimo para esto pero es necesario, si te plantas en el pasado y en ese dolor no lograrás sobrevivir, salir adelante - acariciaba su cabello - Levi, no dijo las mejores palabras pero créeme cuando te digo que lo único que le importa en su vida, es tu bien -
Mikasa detuvo su llanto por un momento, analizando dichas palabras.
- Deja que se le pase, no tardará, pero sí es necesario que cooperes un poco; él te ama Mikasa, haría lo que fuera por ti y lo que ahora más quiere...es tu bien, pero por ahora ignora todo lo que te dijo - se separó de ella y salió de la habitación, escuchando la plática que tenían Erwin y Levi. El azabache claramente estaba molesto.
- No debiste decirle eso - dijo el rubio, sirviendo un vaso de agua para su amigo
- No me importa, no dije nada que no fuera la verdad -
- Ella nunca logrará amarte si la tratas así - sirvió un vaso para él
- Pues yo no tengo tanta paciencia, que entienda que yo no soy y no me voy a comportar como Eren - tomó un trago y bajó el vaso a la mesa con fuerza, haciendo que el vaso se rompiera de la base, el agua cayera y los vidrios cortaran su mano, sintiendo dolor. Sus ojos azules se cubrieron por una capa de agua.
- Aún me duele, aún duele que ella esté enamorada de él a pesar de ya no existir pero...a la vez, no puedo odiarlo como quisiera, era un gran tipo y...., maldición - se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación pero se encontró con Hange al frente de la puerta.
Ella le sonrió y lo tomó de la muñeca.
- Te curaré - dijo y entraron a la habitación de ella
Ambos se sentaron en la cama y Hange destapó el pequeño botiquín que tenía. Mojó un pedazo de algodón con alcohol y lo paseó por la palma de la mano del azabache después de quitar los pequeños vidrios de su mano, quien solo mantuvo ligeramente fruncido el ceño por el ardor.
- No debes enojarte así - le dijo - Tú la amas, debes enseñarle a pelear, sí, pero sin la necesidad de ofender o mencionar al Jaeger, eso la lastima - mantenía la mirada en la herida
- No pensé las palabras, pero... -
- ¿Pero...? -
- Me molesta, Hange, me molesta que siempre, sin importar nada, los Jaeger siempre me arrebatan lo que más amo y aprecio - bajó la cabeza, se arrepintió por decir todo lo anterior a Mikasa.
- Es inevitable, éste mundo se pudre por su mandato y lo que ven como un obstáculo o algo sin valor, simplemente se deshacen de eso - comenzó a vendar su mano
- Odio la injusticia, pero odio más haber hecho una tregua con Eren y no poder hacerla realidad por el maldito superior de mierda -
- Levi... -
- Es la verdad, por fin pude crear algo de paz con uno de ellos, íbamos a derrotar su putrefacción, incluso me resigné un poco al amor de Mikasa para poder obtener paz y todo se fue al carajo por culpa de los únicos dos Jaeger que quedan al poder - apretó la mandíbula
- Lo sé, debió ser terrible, pobre del chico, ser asesinado a sangre fría por su propia familia..., que decepcionante y que cruel -
Levi suspiró, miró su mano vendada y cerro su mano.
- Gracias Hange - dijo y se levantó para marcharse, cerró la puerta al salir y tomó la perilla de la puerta de su habitación. Debía disculparse con Mikasa.