Despertó al sentirse observada, así que decidió levantarse a pesar de que el sueño le ganara y que fuera demasiado temprano.
Miró hacia una ventana, ahí estaba él con su imponente mirada, Mikasa sonrió y decidió acercarse.
- Hola, ven, pasa - dijo tomando su mano al hacerlo, miro su muñeca, descubriendo su marca.
- Tú igual lo tienes - dijo con sorpresa
- Mikasa, somos del mismo clan, era evidente - sonrió ligeramnete
- Sí, pero no sabía que en la misma muñeca que yo; ¿Por qué eres tan serio? - picó un costado de su rostro al terminar de decirle aquello.
- Tengo que ser así o me convertiré en alguien vulnerable - respondió acariciando su largo cabello
Mikasa sonrió a tal acción y lo miró con cariño
- Te verías lindo si sonrieras - tomó su mano con cariño
- ¿Te gustaría cazar Jaegeristas? - preguntó repentinamente, llamando su atención
- ¿Cómo es eso? -
- Los capturamos, les sacamos información y luego los matamos -
Las pupilas de Mikasa se contrajeron con miedo.
- Podemos evitar que el Jaeger te haga su esclava antes de tiempo -
- ¿Eren? - preguntó con más miedo, Levi asintió
- Pero él es diferente...lo sé - dijo, soltando su mano
- Mikasa... -
- ¡No! No voy a entregarte a Eren para que lo mates - frunció el ceño
Levi hizo lo mismo, sin embago al acariciar su rostro sin su permiso, el comportamiento de Mikasa se calmó por un momento.
- No puedes estar tan segura -
- ¡Claro que sí! Él no es malo, porque sí fuese igual a su familia, me habría delatado en un principio - comenzó a enfadarse de nuevo
- ¿Qué tal y quiere aprender a tratarte como sirviente mediante te va conociendo? No tienes nada asegurado -
- Claro que sí! -
- ¡Un Jaeger es un Jaeger Mikasa, eso nunca cambiará! - la tomó con fuerza de sus brazos, acercándose a ella para hacerla entrar en razón
- ¡No! ¡Si te digo que Eren es diferente es porque lo es!! - trataba de zafarse mientras trataba de ocultar las palabras que seguramente quería escuchar, "fui a la mansión Jaeger", no, no lo diría.
Se soltó de su agarre y se alejó con miedo y lágrimas en los ojos.
- Lo perdí todo hace un año, no tenía nada pero ahora los tengo a ustedes dos, y tú... ¿quieres matarlo solo porque no confías en él? ¡Ni siquiera lo conoces! Eren me ha cuidado y tratado bien desde que nos conocimos, pero si eso te molesta entonces es tu problema - comenzó a llorar, se abrazó a sí misma - Eso no podrás cambiarlo jamás, Eren fue quien me encontró, tú no, así que eso hace que le tenga más confianza a él -
Levi se quedó serio todo el tiempo, escuchándola mientras una irresistible ira se iba expandiendo en su sentir.
- Pensaré si me uno a ti porque no quiero seguir viviendo así, tampoco quiero venganza, solo libertad así que lo pensaré, pero no quiero que le hagas algo a Eren, por favor - sus lágrimas se detuvieron un poco
El azabache suspiró.
- De acuerdo, no intentaré nada, me conformo con que lo pienses, pero eso no quita que no confío en él - se acercó y la abrazó para consolarla.
Se quedó un buen rato con ella, olvidando aquella discusión, pero debía ser paciente, su pregunta fue muy precipitada, a pesar de todo, apenas tiene 9 años.
La noche comenzaba a caer de nuevo, así que era hora de irse. Se despidieron para que después la silueta de Levi desapareciera en la oscuridad y frondosidad del bosque, llevando los recuerdos de Mikasa a la nada. Sin embargo, eso duró muy pocas horas cuando Eren llegó.
Al verlo, de inmediato fue a abrazarlo, recordando las intenciones de Levi.
- Hola Mikasa, ¿cómo estás? - correspondió el abrazo y sonrió
- Hola Eren - dijo con la voz ronca
El niño la separó de sí y la observó, estaba llorando.
- Mikasa, ¿Qué tienes? - preguntó preocupado mientras limpiaba sus lágrimas con sus pulgares
- Es que... - dudó un momento - Sé que puedo confiar en ti... -
- Claro que puedes, siempre estaré para ti - besó su frente
- Conocí a un Ackerman, me viene a ver en las tardes, los días o madrugadas cuando ya no estás y su grupo caza a los Jaeger; como no confía en ti, me dijo que tú estás en su mira y yo no quiero que te pase nada - tomó sus manos con cariño para volver a llorar.
Eren se sorprendió pero la miró comprensivo y con una ligera sonrisa.
- No te preocupes, ambos impediremos que algo nos pase, conoceré a ese Ackerman y probablemente los tres pensemos en algo para salir triunfantes en este infierno - le sonrió
Mikasa hizo lo mismo y se acercó para abrazarlo de nuevo.
- Te quiero, Eren -
- Y yo a ti - respondió
No sabía si había hecho bien, algo la hacía dudar, pero no por parte se Eren, si no por parte de Levi. Si se enteraba, seguro se enojaría bastante.
Pasó el tiempo, ésta vez se durmieron más tarde, como era de costumbre, Mikasa era la primera en dormir.
Eren se quedó pensando, un grupo que se decida a cazar Jaegeristas, y un Ackerman lo tenía en la mira. Eso podría ser malo, a pesar de la edad que tenían, sabía que los Ackerman pueden lograr todo lo que quieran, no les cuesta nada pero, ¿por qué decirle eso a Mikasa en vez que a él? Sólo la hizo llorar y preocuparse.
Jamás pensó en eso pero ahora lo sabe, le molesta verla llorar.