Visitas inesperadas (2)

787 111 26
                                    


 Como un ejército bien entrenado, levantaron sus armas de forma instantánea y automática preparados para luchar al menor indicio de conflicto. Sus sonrisas se evaporaron súbitamente y volvieron a ser de inmediato un calificado, diligente y confiable grupo de jóvenes cultivadores.

— ¿Has visto eso Lan Zhan? —se elevó en la noche una voz inconfundible mientras se acercaba a ellos, destacándose ligeramente sus ropas oscuras entre las sombras—. Una formación perfecta en tres segundos.

— Demasiado desordenado... —respondió inmediatamente y sin expresión la figura de blanco a su lado.

— Detalles —desdeñó con un gesto y una gran sonrisa—. ¿Qué piensas que habría hecho a su edad y en su lugar?... probablemente golpear al intruso primero y preguntar después, ¿no crees Lan Zhan?

— HanGuang-Jun!! Maestro Wei!!

 Expresiones de alegría llenaron el jardín y los jóvenes que apenas un instante atrás despedían un aura hostil, increíblemente tensos y listos para el combate se dispersaron de forma natural, relajados finalmente luego de un par de días de una presión casi insoportable.

 Corrieron a darles la bienvenida a la pareja y se reunieron a su alrededor como una masa inquieta de cachorritos emocionados. Solo Jin Ling dudó un segundo de más antes de unirse a ellos, debido a que aún conservaba en su interior un persistente rastro de torpeza porque, en la inicial confusión, había tomado la iniciativa de dar un paso al frente para cubrir Lan JingYi del peligro, bajo la absurda sensación de que necesitaba protegerlo. Su organizada y casi perfecta formación fue desordenada por aquel acto inconsciente e involuntario de su cuerpo.

 Fue un movimiento pequeño e imprudente que tenía un significado inmensamente profundo.

 Afortunadamente, ni siquiera Lan JingYi fue consciente de ese detalle, de otro modo no habría podido permanecer tan tranquilo. Aunque finalmente no iba a estarlo por demasiado tiempo.

— ¿Acaso se casaron y no nos informaron? Mira eso Lan Zhan, ya nos libramos del revoltoso —exclamó de forma traviesa Wei WuXian luego de echarles una mirada y dedicarles un sondeo breve.

 Al oírlo, JingYi distraído, tropezó y casi aterriza de rodillas en el suelo.

 El grupo entero rió por la ocurrencia del sénior Wei, que expresaba lo que el conjunto no se atrevía a decir, y a pesar de la burla en sus palabras, aquello no se convirtió en una rápida batalla verbal entre los dos, ni generó una de sus ya muy naturales disputas. Nada en absoluto. Lan JingYi y Jin Ling se quedaron momentáneamente paralizados y sin palabras. En total pánico.

 Por un espeluznante instante se encontraron sinceramente conmocionados y con la mente vacía, en blanco.

 Se miraron al rostro descubriendo la misma expresión de torpeza, incomodidad y vergüenza que sentían internamente ambos.

 Si era franco consigo mismo, Lan JingYi diría que no tenía idea de cómo relacionarse ahora mismo con Jin Ling. Tenía la sensación de haber olvidado también cómo debía comportarse de forma adecuada frente a los demás. Es más, no sabía tampoco cómo se supone es que debería tratar con Jin Ling frente a otras personas. Se sentía en conflicto. Ya no recordaba, ¿por qué era que peleaban todo el tiempo? ¿quién comenzaba las discusiones?

 Meditó por un instante.

 Tal vez en otro momento, seguramente él habría saltado de indignación porque ¿quién en la tierra tendría tan mal gusto en contraer nupcias con alguien tan irritable y molesto como Jin Ling? o gritaría consternado porque ¿acaso se veía como alguien tan poco cuerdo al punto de intentar desposar realmente a la joven amante?

Nuestro secretoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin