Sorpresas consecutivas

817 122 87
                                    


 Inesperadas ondas de fluctuaciones vinieron de la espada en manos de Lan JingYi. El gélido brillo natural de Lluvia de Hielo quedó instantáneamente eclipsada por el frío resplandor azulado que emitió una pequeña gema incrustada en la empuñadura y que tenía la forma de... ¡una lágrima de cristal!

 Ambos jadearon a la vez cuando, con un sibilante sonido, la joya dejó su lugar en la espada y se estrelló violentamente contra las piezas en el aire en plena fusión, para complementarla.

 La tercera pieza había estado con ellos por un tiempo ya, y no lo habían notado en absoluto.

 Ahora los fragmentos estaban nuevamente juntos y el poder que emitían era tan impresionante que, de haber estado fuera de aquella habitación y sin la protección que ésta les proveía, probablemente su pulsante energía habría atraído a una incontable cantidad de cultivadores, y con ello inconvenientes producto de la codicia y la ambición de poseer un artículo tan excepcional como aquel.

 Asombrados fueron testigos de aquella increíble escena y cómo la horquilla, que habían visto quebrarse en tres partes en manos de la muchacha en la ilusión, se ensambló frente a sus ojos pieza por pieza hasta regresar a su forma original.

 En cuestión de segundos el accesorio volvió a poseer la totalidad de su antiguo esplendor y su forma se vio más brillante e increíble. Digna de un objeto único en su clase.

 La horquilla flotó suavemente frente a los dos, como si tuviera la intención de tentarlos. Sin embargo, sus corazones no entrarían en conflicto.

 ¿Quedarse con aquel objeto?, ni siquiera lo habían considerado.

 No podrían decir a ciencia cierta qué era lo que los hacía diferente de los demás. Quizás fue su etérea presencia en aquella sangrienta lucha de la que fueron testigos involuntarios, o la sensación de pesar que aún comprimía sus corazones por el destino de esa pequeña familia reducida a cenizas por su conexión con aquel accesorio, pero simplemente no fueron influenciados en lo más mínimo.

 Aquel objeto precioso había caído en sus manos y fueron forzados a tomarlo, pero en realidad no querían hacerlo. Sentían una renuencia interna muy profundamente arraigada a sus huesos.

 Su entusiasmo por conseguir la reliquia completa se enfrió rápidamente. Todo lo que quedaban en esos momentos eran preguntas... ¿Y ahora qué? ¿Qué deberían exactamente hacer con eso? ¿Llevarlo a Lanling? ¿Gusu? ¿Yunmeng?... ¿Regresarlo al Clan Tao?

 Solo pensar en aquello comenzaba a hacerles doler la cabeza y ninguno sabía que compartían los mismos y conflictivos pensamientos.

— Creo que deberíamos dejar el accesorio en este sitio —aconsejó JingYi, luego de un largo instante de silencio, cansado de darle vueltas al asunto en su cabeza.

 Jin Ling asintió a su lado con una expresión que reflejaba su propio agobio mental.

 Por el momento, aquella decisión parecía la más sensata en su situación. Una habitación a la que no se podía acceder sin tener las condiciones adecuadas sonaba bastante conveniente. Aunque aún creyeran o consideraran que esas 'condiciones' eran inconcebiblemente absurdas. Reunirlas era todavía más problemático.

 Es más, según las palabras en la carta, ahora mismo solo Jiang Cheng y Jin Ling, que compartían un mismo linaje de sangre, eran capaces de ingresar allí con sus respectivos intereses amorosos.

 Sus pensamientos se detuvieron allí un instante.

 Lan JingYi, a quien las preocupaciones más urgentes lo habían envuelto haciéndole olvidar todo lo demás, volvió a pensar en aquello y su corazón entero se sacudió en su pecho.

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora