IX • Mapa del merodeador

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—Eso es porque... —se golpeó en la cadera con la esquina de su mesa, lo ignoró y continuó hablando como si nada hubiera pasado—, me ocupo en las tardes —no pudo inventar una mejor excusa.

—Lo dices cómo si en verdad te lo creyeras —le respondió Theo con enfado.

Peony se separó de ellos para ir a sentarse con una de sus amigas.

Theo y Scorpius siempre se sentaban juntos.

—No quiero que piensen que los abandonare tan rápido, apenas están en primer año, quiero pasar tiempo con ellos...

—Eso no tiene que ser todos los días, pueden verse un par de veces a la semana y ya está.

—Ellos..., bueno, hacemos planes cada día, así que, por eso nos vemos tan seguido. A mi, me habría gustado..., tener a alguien que me acompañara durante los primeros días.

—Pues no solo te han tenido desde los primeros días, ya han pasado meses y todavía están igual de presentes.

—He notado que ninguno se ha preocupado por hacer amigos en sus propias casas, estoy seguro de que piensan que nosotros estaremos juntos todo el tiempo, así que, tampoco quiero dejarlos por eso.

—Eres imposible —Theo soltó una risa nerviosa.

•••

—Scorpius, Astrid, suban a sus escobas y practiquen en los aros con la quaffle durante una hora, cambien de turnos a la hora —les dijo el capitán—. Es su castigo por no haber estado en el entrenamiento anterior.

«¿Astrid?».

Scorpius podía estar a punto de caer al suelo por el sueño, incluso se le cerraban torpemente los ojos, pero ese nombre no le pasó desapercibido, era la primera vez que lo escuchaba.

«Así que se llama Astrid...».

Volteó a verla con las mejillas levemente sonrojadas.

Ella apartó la mirada de inmediato.

Estuvieron practicando juntos durante las tres horas de entrenamiento, pero no intercambiaron una sola palabra entre ellos.

•••

—Cariño... —llamó Hermione a su distraído esposo—, ¿qué piensas del nuevo vestido de Ara?

Él volteó atontado, estaba tan entretenido en el programa que miraba en la televisión que apenas había escuchado lo que su esposa le había dicho.

Era raro que viera la televisión, al principio no le gustaba porque pensaba que perdía el tiempo, además, era un aparato bastante extraño para él, tenía muchas luces y emitía bastantes sonidos diferentes. Y después de una hora de verlo acababa agotado de los ojos. En definitiva no la adoraba, pero debía admitir que una vez que se concentraba en lo que sucedía no podía despegarse de allí hasta que terminara el programa o la película.

Miro a su pequeña bebé envuelta en un vestido de tonos pasteles adornado con un moño gigantesco en el centro.

—Está hermosa —sus ojos estaban cansados, pero brillaron en cuanto la vio—, esta creciendo demasiado rápido..., quiero que ella dure todavía más.

—Entonces no era la única que pensaba así —dijo ella soltando un enorme suspiro—, yo también creo que está creciendo bastante rápido, de un día a otro nació, y ahora ya está por cumplir los cuatro meses...

—No quiero ni verla de pie —soltó una risa nerviosa.

Draco se puso de pie para acercarse a su pequeña. Hermione la había recostado en la cuna, por lo que había desaparecido de su vista.

—Ya casi es navidad y los niños vendrán por las vacaciones, estaba planeando en esperarlos para adornar el árbol juntos, con Ara... ¿Qué opinas?

—Ya sabes que no tienes que preguntármelo, yo haré lo que tú quieras —la sujeto de la cintura y la pego a su cuerpo.

A pesar de que ambos se amaban con toda el alma, no solían abrazarse o demostrarse afecto a menudo, regularmente se besaban dos o tres veces a la semana, y los abrazos eran menos recurrentes que eso. Al principio ninguno se dio cuenta de ese distanciamiento, por lo que, cuando Hermione se percató creyó que era un signo de madurez. Su relación había avanzado más allá, eran unos adultos ocupados, tenían trabajos, hijos en crecimiento y las caricias y demás habían pasado a segundo plano.

Todo eso cambio drásticamente cuando sus hijos entraron a Hogwarts, de repente tenían bastante tiempo a solas, tanto que se sorprendieron a sí mismos esperando un nuevo bebé.

Esa noche Hermione se sintió bastante joven.

El ambiente le traía recuerdos, tenían una bebé en cuna, ellos dos estaban abrazados y felices por su pequeña, era casi igual a cuando Scorpius y Rose eran unos recién nacidos.

•••

—¿Cómo dices? —exclamó Scorpius.

—Te juro que la vi, esta tarde estuve revisando el séptimo piso yo solo con el mapa, tuve un tiempo libre y me aseguré de que nadie me viera —explicaba James—, estuve pensando en qué rincón podría estar esa habitación durante todo el tiempo al igual que revisaba el mapa, y de repente apareció su nombre...

Sentía que iba a estallar, no podía explicarse bien, las palabras no eran adecuadas y no encontraba unas mejores. Simplemente decía las cosas como le habían sucedido.

—Pero cuando volví a revisar ya no estaba, estuve de pie frente a la pared donde apareció su nombre por media hora y no volvió a salir...

Scorpius y Lysander analizaban sus palabras con detenimiento. Lorcan simplemente no pensaba en nada.

—Scorp... —dijo Lysander tímido, era la primera vez que lo llamaba así.

—¿Qué piensas? —le preguntó el rubio amablemente.

—Creo que..., bueno, tú habías dicho que antes de que encontráramos la habitación teníamos que hacer algo importante...

—Sí, mi mamá me había dicho algo así, pero no lo recuerdo bien —se llevo una mano al cuello, nervioso.

—...Y James dijo que había estado pensando en encontrar esa habitación mientras la buscaba y después apareció..., no crees..., que esa cosa importante que debamos hacer antes de encontrarla es..., pensar en que la queremos encontrar...

Scorpius se sobresaltó.

«Podría ser...», no lo dudó ni por un segundo. Lysander era bastante inteligente.

—Entonces, ¿lo descubrí? —dijo James con los ojos bien abiertos y una sonrisa de oreja a oreja.

—Algo así —dijo Scorpius con emoción—, pero hay que darle crédito a Lysander porque él lo resolvió.

El pequeño pelirrojo se sonrojó.

—Bueno..., si tú no hubieras comentado lo que dijo tu mamá no lo habría relacionado —le reconoció al rubio.

—¿Entonces ahora podemos ir? —preguntó Lorcan curioso.

—Aún no estamos tan seguros de que vaya a funcionar, así que no se emocionen tanto, ¿de acuerdo?

Scorpius no quería que acabaran decepcionados, al final de cuentas, esa era sólo una teoría.

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Que lo disfruten
Les deseo que tengan un lindo día mañana al lado de sus seres queridos, yo celebraré el Día de muertos viendo Coco por millonésima vez🥴

Amor Correspondido (Dramione)Where stories live. Discover now