78. Después De La Última Vez.

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Gabriela.

Me siento rara, extraña por lo que acabo de hacer con Álvaro. Engañé a mi futuro esposo con mi mejor amigo, fue la suciedad más grande que había hecho pues ya era demasiado coger con Álvaro siendo él un hombre casado estando yo soltera ahora coger con mi mejor amigo casado y yo a días de casarme; y para colmo de males, me cansaré por la iglesia… La verdad soy una puta, una zorra tierrosa arrastrada… pero, ¿estoy arrepentida? La verdad no pues lo disfruté.

Me senté en el bus y mi culo me dolía un poco pero era tolerable entonces, encendí mi celular y vi unos msj y 2 llamadas perdidas de Kendall. ¡Ah demonios! No podía contestarle pues estaba cogiendo con Álvaro, ¡je, je!
En los msj Kendall me preguntaba si quedábamos para él mañana ir a mi casa a cenar y así conocer a mamá. Lo llamé y le salí con la excusa de que mi cel de la nada se había apagado y que hasta ahora logré encenderlo de nuevo. Bueno, creyó mi mentira y mañana después del trabajo quedamos en ir a mi casa a cenar y así él pueda conocer a mamá.

Al día siguiente.

Al día siguiente en el trabajo le conté a Zai lo que hice ayer y claro, me dio su punto de vista.

-Gab, sí que te pasaste de zorra amiga.
-¡Lo sé, Zai! Pero quería coger con Álvaro una vez más… la última vez que estamos juntos y perdón, perdón pero no me arrepiento…
-No te juzgo pero engañaste a Kendall.. La verdad no estuvo bien pero…
-Sé que no estuvo bien pero estaba muy templada y quería coger con Álvaro.
-Pues qué bueno que lo disfrutaste perra…
-¡Claro que lo soy! ¡Ja, ja!

Seguimos hablando y le dije detalles de lo ocurrido así, el día pasó volado y a la salida Kendall llegó a recogerme para llevarlo a casa y así cenar y que él conozca a mamá.

Al llegar ya en la cena Kendall hablaba de todo un poco sin dejar de mencionar sus logros en los negocios como parte del grupo de negociadores del que hace parte. Pude ver la disimulada sensación de desagrado de mamá. Al irse Kendall mamá y yo hablamos.

-¿No te cayó bien Kendall verdad mamá?
-¡Bah Gaby! Es un hablador presumido… y aburrido. La verdad no me cayó nada bien.
-¡Diay sí mamá! Pero, ¿quién es perfecto?
-Nadie Gaby pero él tocó fondo…
-¡Ay mamá…!
-Pero si es el que te gusta, ni modo…  nada que hacer.

Conozco bien a mamá y no me equivoqué, la primera impresión no fue la mejor pero a como la conozco; sé que ella querría que yo quedase con Álvaro pero es imposible pues como he dicho, ¡es casado! Jamás dejaría a su esposa sólo por mí pues lo nuestro es un juego sexual; le abro las piernas me coge. Así de simple.

Obviamente que no le dije nada a mamá de que engañé a Kendall ayer cogiendo con mi amigo pero si le hubiera dicho de fijo se alegra.
Ayudé a mamá a recoger la mesa para luego darme una ducha y como siempre masturbarme bajo el agua solo que esta vez fantaseé con que Álvaro y Kendall me hacían cogida entre los dos quedando agotada por mi orgasmo.

Después de salir de la ducha me miré al espejo viendo mi desnudez. Y pensar que me han hecho suya dos hombres así de simple. ¡Qué puta soy! ¡Je, je!

Sin más que decir me metí desnuda a la cama y me dormí. No mencioné que el resto de la semana lo saqué como vacaciones para así ir con mamá y comprar el vestido de novia. Tan puta he sido y casarme de blanco, qué hipocresía de mi parte pero lo disfruté y no me arrepiento.

A la mañana siguiente desperté y me dispuse a comprar el vestido de novia y fuimos a la tienda donde ella trabaja. No duré mucho en decidirme por cual vestido escoger y pronto volvimos a casa donde no pude más y le confesé a mamá de mi engaño a Kendall con Álvaro.

-¡Por Dios, Gaby! Serás mi hija pero actuaste como una zorra..
-¡Perdón mamá! Pero no lo pude resistir y, y… ¡Bah…!
-Acepto que no me agrada tu Kendall pero no apoyo que hicieras eso pero bueno, al menos fue con Álvaro y no me preocupa mucho pues Álvaro es de confianza.

Me quedé en shock pues mamá no se enojó a cómo esperaba. Bueno eso es buena señal pero bueno… 
Los días pasaron volando y cuando me di cuenta ya me estaba colocando el vestido de novia con ayuda de mamá. Es el día de mi boda y estoy nerviosa. Álvaro vendrá y al parecer con su esposa quien no me baja mucho pero bien, me vale lo que ella piense de pronto, mamá me saca de mis pensamientos.

-¡Gaby, ya es hora!
Salí de la casa y Asdrúbal me esperaba en el carro rumbo a la iglesia…  ¡qué nervios!

Álvaro.

Me preparé para ir a la boda de Gaby y en verdad siento alegría y tristeza a la vez. Alba irá conmigo pero no va muy feliz y eso que fue ella quien me dijo que la llevara.

-Bueno querido, entre más rápido vayamos más rápido regresamos a casa…
-Querida,¿ no hemos ni salido y ya quieres que regresemos? Para esa gracia voy sólo si vas a empezar así..
-Tranquilo querido. Sabes que la tal Gaby no me cae bien…
-¿Entonces para qué vas? Si alguien no me cae bien no iría y si vas a empezar mejor te quedas aquí. ¿Oíste? No toleraré que andes de esa manera tan incomoda…

Al haber dicho esto salimos rumbo a la Catedral de Ciudad Oeste y una vez allá vi a Gaby en la entrada de la Catedral donde la saludé de abrazo. Al ver que mi esposa se presentó saludándola de mano con semblante serio me preguntó directamente a mí :

-¡Qué bueno que llegaste Álvaro!
-No me perdería tu boda por nada, amiga…

Ahí mismo conocí a su futuro marido, el tal Kendall. Otro que al igual que yo ha recorrido el cuerpo de Gaby por completo. Luego entramos a sentarnos a la Catedral.

-Tu amiga no me saludó casi… ¡qué grosera!
-No la defiendo querida pero ella entendió tu grosera indirecta, ni felicidades le dijiste…
-Pero querido…
-Ahora estamos en misa y la boda va a empezar y no discutiré más.

Vi caminar a Gaby al altar…  toda bella y elegante. Pensar que estuve entre sus piernas y demás pensamientos morbosos pero fueron reales. ¡Ja! Si Alba se hubiera enterado…  ¡ni lo quiero imaginar!

La boda se desarrolló con normalidad y Gaby dio el “Sí, acepto” al igual que su ahora esposo Kendall.
No pude evitar llorar al verla feliz.  Alba me decía que parecía que lloraba yo por una ex novia a lo que no respondí.

Más tarde ya un poco después de la cena matrimonial mi esposa hablaba con algunos de los presentes mientras yo hablé en una mesa aparte con Gaby para felicitarla deseándole lo mejor.

-Te mereces lo mejor Gaby…
-Gracias querido y agradezco que hayas podido venir pero no le agradé mucho a tu esposa. ¿No le habrás mencionado lo nuestro, verdad?
-¡Por Dios Gaby! Claro que no…
-A como me trató tan seria y con tanta indiferencia pues supuse que…
-No supongás nada Gaby. Sólo que le conté de nuestra historia de amigos de hace años y…  actúa tontamente celosa.

Pronto llegó la hora en que Gaby y su ahora esposo se iban a su noche de bodas, detesto llamarlo luna de miel pero bueno ambos salieron rumbo a un hotel de playa donde estarán una semana. Luego Alba y yo volvimos a casa.



Un adultero y una fornicadora. Where stories live. Discover now