20. Al día siguiente.

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Álvaro.

Al llegar a casa mi esposa me recibió con un fuerte abrazo y un cálido beso a los que les correspondí.

-¡Hola mi bello!
-¡Hola mi amor!
-¿Cómo estuvo tu día?
-¡Ah, ja ja ja! Algo pesado pero bien, muy bien pues ya estoy contigo, mi amada.
-Ven, aquí está tu cena vida, come.
-¡Ay gracias mi amor…!

Cenamos mientras le conté cómo fue mi día (omitiendo lo de Gaby y yo, ¡obvio!) y de cómo pasó ella el domingo en casa.

-Por cierto, querido papá y mamá vinieron hoy. Preguntaron por vos pero como estabas trabajando… mamá nos dejó lasaña que a ti te gusta mucho.
-¡Ah mi bella suegra! Lástima que no pude saludarlos…

Alba y yo seguimos hablando hasta tarde la noche, ya eran más de las 9 pm y nos fuimos a la cama y no precisamente a dormir pues ella quería coger algo que me preocupó mucho pues no creo poder levantarla ni con grúa. Así llegamos a la cama y nos desvestimos pero al ver Alba que mi verga no se levantaba dijo:

-¡Hm! Voy a tener que motivarte!

Entonces y sin decir nada Alba bajó hasta mi miembro, lo agarró y comenzó a mamarlo logrando así que mi verga se parase de nuevo luego se acostó abriendo las piernas a lo que yo la penetré de golpe cogiéndola duro y rápido mamándole el cuello y los pechos.

-¡Ah, ah, ah… amor! ¡Qué rico…papi!
- ¡Eres una…zorra deliciosa Alba! ¡Te amo…!
-¡Y, y yo…a ti, querido! ¡RICOOOO, AH, AH, AH…! ¡OH, OH, COGEME QUE SOY TUUUYYAAAAA!
-¡TOMALAAA MI AMOOOORRR! ¡ALBA QUERIDA…! ¡TE AMOOO! ¡AH, AH, AH!
-¡Y YO A TI BEBÉ…! ¡AH, AH, AH!

Logré cumplirle a mi esposa pero quedé tan hecho pedazos (gracias a la puta de Gaby) que me dormí de golpe.

Al día siguiente despierto aún cansado, le doy los buenos días a mi esposa y a duras penas me levanto a darme un baño. Voy a la cocina a desayunar con Alba cuando ésta me hace reclamos.

-Veo que tu día estuvo tan pesado ayer que te dormiste sin darme las buenas noches. -Alba estaba molesta.-
-¿De qué hablas cielo?
-Pues que anoche te dormiste como un oso en hibernación sin decirme “buenas noches, mi amor” como sueles o solías hacer…
-Vida eso fue sólo por anoche y estuve cansado porque estuvimos como locos además, yo no te reclamo  a ti cuando vienes muy cansada, cielo. Sé lo que es estar muy cansado vida.
-La verdad nunca te duermes así de rápido Álvaro y, no me gustó tu actitud anoche. ¿Acaso hiciste…algo más que te cansó tanto, querido?
-¿Qué quieres decir, Alba? -Eso me molestó.-
-No sé pero ya hace varios días que viste a tu “amiguita” la que me cae mal…
-¡Un momento! -Le interrumpí molesto.- ¿Qué insinúas?
-¡Yo, nada…!
-Siempre pensando mal de mí, no puedo venir cansado porque ya ando con otra y si salgo o llego tarde, es lo mismo.
-No te dije nada del sábado, Álvaro…
-¡Ya sería el colmo! ¿Acaso no puedo llegar tarde a casa? No es voluntad propia el llegar así y lo sabes…
-¡Bueno, bueno ya está bien! Sólo no me gustó el cómo te dormiste anoche, querido. Y no es para mí excusa de que vengas cansado…
-¿Y qué crees que soy? ¿Terminator? Y tengo derecho a llegar cansado porque trabajo al igual que tú. Y si quieres sigue tú discutiendo sola que me voy a trabajar.
-¡Que te vaya bien querido! ¡Te amo! -Dijo ella en tono serio.-
-También te amo…

Nos dimos un beso tan frío como si se besara a un congelador y ni terminé de desayunar por el enojo de una discusión sin motivo por parte de Alba.
Ella es algo celosa y mal pensada y por ello siempre ha fallado en pensar así de mí pero hoy, ¡atinó!
Alba tiende a compararme a veces con su ex algo que si hoy no lo hizo, lo pensó así porque ya la conozco.

Aunque no hubiese tenido nada con Gaby para ella, cualquier atraso en el viaje a casa por presa, horas extras o así; es motivo para malpensar de mí.
Maldita puta de Gaby… casi logra su cometido ¡Je je je! Llegué a la parada y en eso llegó el bus. ¡Justo a tiempo! Ya subido en éste, encendí mi celular para ver la reacción de Gaby al ver mi foto. ¡Ja ja ja!

Gabriela.

Me desperté a las 5 am hora en que mi despertador suena. No tiene compasión de mí por lo que saco mi mano de las cobijas para callar su molesta alarma mas a los 5 minutos vuelve a sonar entonces me siento en la cama bostezando con ganas estirando a la vez los brazos. Luego, camino desnuda al baño donde tomo una ducha caliente para despabilarme.
Salgo del baño, me seco y camino al cuarto donde me veo desnuda en el espejo en el que ya no me veo con cara de cansada o harta de todo y mi cuerpo desnudo se ve diferente.

Debo aceptar que desde hace tiempo he tenido mi autoestima por los suelos pues tengo un buen cuerpo pero nadie se fijaba en mí ni mucho menos querían coger conmigo pero llegó Álvaro, mi mejor amigo (con quien menos pensé) y me cogió haciéndome como quiso.

Pronto comencé a vestirme poniéndome unos calzones tipo hilo, un pantalón de vestir gris algo ajustado, una blusa blanca con top y escote un poco atrevido y saco gris que hacía juego con el pantalón y mis zapatos negros de tacón bajo y grueso.

Me veía provocadora y formal a la vez sintiéndome muy bien y realizada. Ya vestida fui a la cocina a desayunar y donde quiera que pasaba, me llegaban las escenas de Álvaro y yo, en la cocina, en la sala donde puso en posición de “V” mis piernas haciéndome reír con deseo y malicia y, por cierto aún tengo adoloridas mis piernas. ¡Je je je!

Al desayunar limpié mi barbilla recordando cuando el semen de mi amigo se derramó por ahí ante el mamadón que le di y reí.
Después de desayunar salí a agarrar el bus. Mamá aún dormía entonces salí sin hacer ruido.

Llegué rápido al centro donde caminé a la terminal de los buses a Ciudad Central y tenía muchas miradas encima cuando iba a la terminal. Muchos me violaban con la mirada además de sus piropos vulgares a los que sonreí porque me gustaban haciéndome sentir acelerada y deseada pero no para cualquiera.

Subí al bus y ahí encendí mi celular a ver qué dijo Álvaro de mis fotos y sé que le gustaron pues además me envió una de su miembro bien parado además de un msj de que su verga sería mía si lo deseaba. La verdad él tiene razón por eso le envié un msj para ponernos de acuerdo cuando y donde nos vemos y me puse a oír música.

El viaje duró un poco más de una hora y Álvaro aún no me contestaba algo que me enputa demasiado entonces bajé del bus y al poco caminar me empezaron a doler mis piernas y caderas.
Caminé así adolorida hasta que llegué al trabajo dejándome caer en la silla de mi cubículo. ¡Uy cómo duele! Maldito Álvaro por cogerme tan duro y… tan rico. ¡Je je je! Mas no me arrepiento en eso llega mi amiga Zai.

-¡Hola Gab! ¿Qué tal tu fin de semana?
-¡Ah! ¡Hola, Zai! Pues muy… bien, Zai. No me puedo quejar… -Reí.- Te cuento que hablé con Álvaro.
-¡¿Aahh sí?! Y asumo que no pasó nada…
-Y según tú, ¿qué debió pasar, Zai? -Le pregunté riendo.-
-¡Je, je, je! Pues no sé, hablar o andar por ahí…

Zai trataba de averiguar si entre Álvaro y yo pasó algo entonces quise ver su reacción al contarle lo ocurrido así como ella me ha contado sus cosas.


-¡Eh la verdad! Sí pasó algo Zai…
-¡Ajá! Y dime qué pasó, Gab…
-¡De todo! Álvaro culea riquísimo pero mama sabroso…
-¿QUE TÚ QUEEE? O SEA, ¿CULIASTE CON TU AMIGO?
-¡Aahh! ¡Ja, ja, ja sipi! Y no sólo el sábado sino también el domingo culiamos rejo y parejo… por eso me duelen las caderas y las piernas, amiga pero los detalles te los daré en el receso de las 9 am.
-¡Eres una perra y loca pervertida…! Excelente, Gab…


Un adultero y una fornicadora. Där berättelser lever. Upptäck nu