16. Después de una buena cogida.

2.9K 37 0
                                    

Gabriela.

Desperté exhausta ante la cogida que nos dimos Álvaro y yo. Al principio me sentí violada porque después de la mamada que me dio, quedé agotada y éste me penetró. A pesar de que le imploré que parase, él no lo hizo sintiéndome abusada pero al fin y al cabo me sentí satisfecha con lo que hicimos.

Me senté en la cama y Álvaro aún dormía como si nada luego miré el reloj y eran la 1:41 pm. ¡Qué bien! No eran ni las 2… Salí desnuda a la sala a juntar mis ropas y las de Álvaro que quedaron tiradas en el piso y ahí me di cuenta que aún traía puestas mis medias, o sea que cogí con mis medias puestas. ¡Qué loco, ¿no?!

Al caminar por la casa sentí que mi vagina me ardía a lo que creí que de tanto coger la debo tener en carne viva además de lo empapada que la tenía, ¡je je je!

Volví al cuarto con nuestras ropas las que puse al pie de mi cama luego me fui a mirar al espejo y vi mi cuerpo desnudo, derrotado, agotado pero felizmente satisfecho y sonreí pues una mamada con cogida no se da así de fácil en la vida… ¡je je je!

Después volví a mi cama donde me senté de nuevo, miré a Álvaro desnudo y dormido y pensé en lo que hice, acostarme con mi mejor amigo casado.
No conozco a su esposa en persona pero es como si cogiéramos delante de ella burlándonos, riéndonos de ella. Así me siento con esa gran culpa pero podían más mis ganas de coger con Álvaro.

No podía creer que mi amigo siguiera dormido como si nada por lo que, le di un almohadazo despertándolo de golpe y reí al verlo reaccionar.

-¡O-oye, Gaby! ¡Hmm! ¿Por qué me despiertas así?
-¿Qué?, ¿acaso piensas dormir aquí toda la noche?
-¿Ah? ¿Por qué, ¿qué hora es??
-¡Je je je! Son casi las 8 de la noche, dormilón… -Le mentí.-
-¡¡OH POR DIOS!! MI ESPOSA ME VA A MATAR…

Álvaro se levantó de golpe estresado al límite corriendo desnudo por mi cuarto buscando sus ropas y su celular. De pronto vio la hora en el reloj de mi mesita de noche y cayó sentado en mi cama pálido y un poco más tranquilo en eso me vio cómo me partía de la risa algo que le molestó un poco y me tiró la almohada en la cara pero no dejé de reírme y la risa era tal que, me tuve que apoyar en la pared.

-¡Por Dios, Gaby! ¡Casi me matas del susto…! ¡Uhg!
-¡Ja ja ja! Hubieras visto tu cara… ¡ja ja ja, perdón pero…! Corriendo desnudo…por el cuarto…te veías muy cómico… ¡ja ja ja!
-¡Qué dicha! Y no son ni las 2… ¡uff!
-¡Ja ja ja! ¡Ay Dios! Álvaro si quieres lávate la boca y hago unos sándwiches. ¿Te gustaría tomar café o chocolate?
-¡Ah! Chocolate Gaby…
-Bien estaré en la cocina..

Salí desnuda del cuarto a la cocina pero tuve que quitarme las medias porque casi me resbalo por estas en eso Álvaro me pregunta con asombro:

-Pero Gaby, ¿vas desnuda a la cocina?
-¡Eh sí, querido!
-¡No deberías…!
-¡Ay Álvaro por favor! Sólo estamos tú y yo además creo que hicimos algo mas que sólo andar o vernos desnudos, ¿no?
-¡Obvio, Gaby! Sólo que nunca he caminado desnudo por mi casa.
-Pues bien querido, lávate la boca y vienes a comer algo.
-¡Está bien querida!

Álvaro fue al baño de mi cuarto y yo al de la casa. Antes de hacer algo de comer fui a asearme y me limpié por debajo con toallitas húmedas ya que tengo restos de mi orgasmo y no es nada agradable oler así al comer.
Después de limpiarme y lavar mis manos bien, salí a la cocina y puse a hacer café mientras hacía los sándwiches y luego hice chocolate.

Fui poniendo los sándwiches en el desayunador cuando Álvaro llegó desnudo y empecé a excitarme al verlo a pesar de estar algo cansada y sentí que empezaba a mojarme por lo que fruncí mi vagina por dentro y más que él me tenía ganas de devorarme de nuevo pues su mirada lo delataba y yo, encantada aunque sí, un poco cansada.

Ya listos los sándwiches los puse en el desayunador con el chocolate sentándome a lado de Álvaro mientras se hacía el café.

-Los sándwiches están muy buenos pero quien los hizo esta deliciosa… ¡je je je!
-¡Ja ja ja Álvaro! -Reí al momento que le tiré una servilleta de papel hecha un puño.- Es curioso Álvaro, nos reunimos hoy con la intención de… hablar acerca de lo que hicimos ayer para no volverlo a repetir y sin embargo, terminamos cogiendo de nuevo. ¡Je je je! ¿Irónico no?
-¡Sí, la verdad que sí Gaby! Lo que sucede es que nos criaron a siempre hacer lo correcto y así lo hemos hecho. ¿Verdad?
-Verdad.
-Ahora bien, de tanto hacer lo correcto un día de tantos queremos saber qué es hacer lo incorrecto como ahora tú y yo. Tú una mujer joven y soltera de buenos principios y moral fornicas conmigo un hombre de tu misma edad también de buenos principios y moral pero ya casado siéndole infiel a mi esposa contigo.
A veces ser tan recto, Gaby es muy aburrido y monótono pero obviamente no es excusa para lo que hicimos ayer y hoy. A veces uno se cansa de practicar tantos principios y moral reprimiéndose uno mismo. ¿No crees?
-La verdad es que tienes razón amigo.

Álvaro tenía mucha razón pues me criaron con tantos principios y moral que tuve mi persona reprimida claro que eso no significa que sea una puta de nacimiento o, que me revuelque con hombres casados, ¡ja ja ja!, pero tenía razón y en mi caso así era. Sí quiero coger bastante pues llevo añales de nada de nada con nadie y después de saciar mis ganas de verga y hombre, parar así de simple.
Hablamos del tema mientras comíamos y aún me sentía cansada y alocada por la mamada y cogida y media que Álvaro me pegó pero me sentía mojada y excitada por lo que quería más. Luego a Álvaro se le estaba parando la verga y lo vi con asombro y muy excitada.

-¿Qué? ¿Nunca habías visto una verga pararse así, Gaby?
-Es que… no puedo creer que aún tengas ganas y energía para coger de nuevo. ¡Oh my god!
-Pues espero que tú sí, zorra deliciosa… ¡je je je!

La verdad ambos queríamos coger más y es lo que va a pasar pues nuestras risas de malicia lo evidencian.

Continuará…

Un adultero y una fornicadora. Where stories live. Discover now