24. El día martes.

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Álvaro.

Hoy fui al trabajo como siempre deseando desde ya que sea la hora de salir sin siquiera haber empezado el día, ¿la razón? Que hoy me veré con Gaby en el motel “El caminante” donde cogeremos un buen rato.
Mi esposa hoy empezó en sus días por esa razón seguro estaba o muy celosa y sensible por lo que se disculpó conmigo.
A ella la entiendo pues cuando está con su período, se pone muy sensible, sentimental, algo alterada… ¡en fin! Ya la conozco.
Ante mi impaciencia sé que mi día será largo y aburrido pero sólo espero llegar al motel y coger con Gaby en la tarde.

Gabriela.

Me despierto ante el sonar molesto de mi despertador, ¡ya eran las 5 am! Me levanto aperezada y así me meto a la ducha la que tomé tibia luego ya secado mi cuerpo me miré desnuda al espejo acariciando mi vientre y mi vagina por delante. Sé lo tanto que he cogido con Álvaro pero aún me intriga que ande su orgasmo en mis adentros pero bueno, así soy de ingenua.

Me puse una tanga azul con el mismo pantalón gris al cuerpo y una blusa roja con top y sin brasier sin faltar mi saco gris y los mismos zapatos.

Recordé que hoy me veré con Álvaro en el motel por lo que, tuve que llevar otro bolso más grande y pasar mis cosas rápido y cargar en éste un vestido negro al cuerpo, sin hombros con top y escote y un hilo pues al salir del trabajo al motel vestida así para que mi amigo se ponga como loco al verme.
Casi olvido ponerme un protector el cual no me puede faltar además de tomarme las pastillas anticonceptivas al desayuno, ¡importante!

Ya habiendo desayunado salí a coger el bus pues mamá aún dormía. Al poco rato llegué a la terminal y como siempre subí al bus camino a Ciudad Central llegando en menos de media hora… ¡Guau, qué rápido! Casi no hubo tránsito y el chofer fue más rápido que alma que lleva el diablo.

Una vez en Ciudad Central caminé al trabajo y no había nadie. Los cubículos y oficinas estaban desiertas y entré porque el guardia ya tenía abierto y Silvia la de limpieza, estaba desde temprano.

Entonces me senté en mi cubículo y me llega un msj de Álvaro.

-¡Hola, Gaby! ¿Siempre estamos para hoy? -Me mojé con la pregunta.-
-¡Hola, querido! ¡Sípi! Estamos para hoy.
-¡Ok, Gaby! En el motel El caminante… te espero y no tardes porque te tengo muchas ganas zorrita deliciosa…

Con sólo esas palabras Álvaro hacía que me calentara toda mojándome toda… ¡hmm! Estaba tan excitada ya y viendo lo temprano que es, cogí mi bolso y fui al baño el cual cerré con el seguro por dentro, me desnudé poniendo mis ropas en uno de los lavatorios para sentarme en la tapa de uno de los inodoros y empecé a masturbarme.
Tendría que ser una masturbada rápida pues Silvia anda llaves de los baños.

Me metí los tres dedos de golpe masturbándome rápido y duro… sólo oía mis gemidos los que traté de no hacer ruido y el golpear de mi mano.

Sentí esa sensación de querer regarme en mi trasero… me arrecosté al tanque del inodoro casi a acostarme y puse mis piernas en las paredes y ya en esa posición seguí masturbándome.
Fantasee con que Álvaro me cogía en casa pero con dos hombres más al mismo tiempo. Álvaro me cogía por delante, otro por detrás y el otro me puso a mamar. Me di rápido y duro…

-¡Hmm, hmm! ¡Oh yeah…! ¡Oh fuck…! ¡Oouuhh, Oouuhh!

Mi orgasmo “lite” llegó pero casi no lo disfruté aunque me regué toda en la tapa del inodoro… sabía que Silvia llegará pronto por lo que me levanté a limpiarme con mis infaltables toallitas húmedas pero me regué mojándome mucho y por eso usé papel higiénico seco para limpiarme bien luego, lo usé mojado y por último las toallitas húmedas para después vestirme agarrando la ropa del lavatorio; me vestí y abrí la puerta del baño con cuidado de no toparme a Silvia y como no estaba, salí y me senté en mi cubículo donde me dormí. Al mucho rato sentí que me sacudían y era mi amiga Zai que me despertaba.

-¡Gab, despierta! Faltan diez minutos para entrar…
-¡Ahoo…! -Bostecé.- ¡Qué rico dormí! Llegué muy temprano y me dormí un rato…
-¡Ja! Ya veo…

Mientras hablábamos pasaba Silvia la de aseo con la basura que había recogido en los baños y estaba visiblemente enojada.

-¡Silvia, ¿cómo estás?! -La saludamos.-
-¡Hola, chiquillas! Estoy enputada… el desaseo humano no tiene límites…
-¿Por qué? ¿Qué pasó? -Le pregunté.-
-¡Diay pues…! Que alguna está falta de hombre porque ignoro cuál fue la que se…masturbó y dejó en la tapa del inodoro, ¡TODO EL REGUERO! Tan siquiera le pasó papel higiénico… ¡Uy esto me pone podrida de verdad! Vale que ya limpié….
-¡Ahh qué mal, Silvia.
-Mal y desaseada la que no se aguantó las ganas, Zaida. Pero bueno chiquillas ya está listo. Nos vemos…
-¡Chao!
-¡Chao!

Nos despedimos de Silvia y yo me avergoncé por dentro. ¡Qué tonta fui! No limpié la tapa del inodoro por la prisa de salir, ¡demonios! Zai me miraba con sonrisa inculpadora…

-¿Qué, Zai?
-¡Acéptalo, Gab! ¡Fuiste tú…!
-¡¿Qué yo…qué?!
-No te hagas, te masturbaste en el baño. Eres la primera en llegar con demasiado tiempo. ¡No me engañas! Al menos debiste limpiar la tapa. ¡Qué desesperada por verga que estas! ¡Ja ja ja!
-¡Sí, sí! Fui yo, ¡ok! No lo pude soportar…
-¡Tranqui, Gab! También me he masturbado aquí y es completamente normal pero, no dejes evidencias…
-Me siento apenada… siento como si Silvia supiera que fui yo…
-¡Ella lo sabe! No es tonta pero quiso mantener la discreción pues también es mujer….
-¡Uy no, Zai! ¡Qué vergüenza!

El tiempo pasó y empezamos a trabajar… ¡qué vergüenza! Me sentía fatal pues no seré la única en masturbarme pero qué color por Dios.

Al receso de las 9 am busqué a mi jefe para pedirle permiso de salir a las 4 pm y me lo dio. ¡Excelente!
En el transcurso del día, noté que robaba miradas y oí ciertos comentarios acerca de mí y eso que no estoy usando el hilo. Como dije me gusta ser deseada mas no ser arrastrada. Reí al escucharlos y eso me excitaba.

Nunca faltó aquel que me decía lo guapa o radiante que me veía o que mi actitud era diferente además que tenía bella sonrisa pero en verdad veían mis pechos, vagina y trasero con deseo.

A las 11 am voy al baño y veo a Silvia manteniendo el baño cerrado.

-Gabriela tendrás que la al baño de hombres porque hay un tubo roto y los plomeros lo están arreglando.
-¡Ay demonios! ¿Y cómo hago para saber si hay hombres dentro?
-Ya te aviso.

Silvia entró al baño y salió diciendo que estaba vacío y que podía entrar y que ella no dejaba entrar a algún hombre hasta que yo terminase. Le agradecí y entré al baño para entrar al primer inodoro de una vez… al terminar iba a abrir la puerta del inodoro para salir y en eso entran dos hombres al baño por lo que me quedé callada.

-¡Ay Dios! Se le colaron a Silvia…

Algo me decía que igual que con mis violadoras compañeras, guardase silencio mientras ellos hablaban.

-José, ¿verás el partido de la champions?
-¡Já! ¡Imperdible Eduardo!
-¿Y viste a Gabriela? Ha cambiado mucho, ¿no crees?
-La verdad que sí, José. Ayer andaba sin ropa interior…seguro iba a culiar bien rico esa perra. ¡Je je je!
-Mae Eduardo y usted no la vio ayer que se agachó para juntar un lapicero debajo de la mesa y vieras que sapo se tenía en medio de las piernas seguro pidiendo verga… ¡Ja ja ja!
-O sea, ¿se le repintó mucho la panocha en el pantalón, José?
-¡Uy sí, vieras! Tenía ganas de echarle garra a ese panochón…
-¡Qué rico darle a esa güila, Eduardo?
-¡Que si qué! Y ni qué decir de darle por ese culo…y esas tetas todas ricas. Y es que se me pone y la hago pegar berridos (gritos) a esa perra… ¡ja ja ja!
-Mae José o una de dos, o está buscando que la culen toda o ya tiene quien la coja…porque vestida así o busca quien la cule o también el que la culea, la vea toda rica…
-Y puede rajar que está rica esa perrota. Ya muchos la queremos culiar toda…hasta Alfi dijo que se la sobaba pensando en ella…
-¿!Alfi!? ¡Ja ja ja ja ja ja!

Ambos salieron riendo a carcajadas y yo me quedé con la mano cubriendo mi boca muy asombrada. José y Eduardo son o, eran lindos… pero jamás cogería con ninguno de ellos y ni mucho menos masturbarme con Alfi, ¡maldito agazapado! Serían orgasmos desperdiciados si es que logro uno con ese cuatro ojos…

Pues bien ahora a la salida me pondré el vestido el cual no sólo es al cuerpo sino que me queda muy ajustado así les mostraré a estos depravados y depravadas el cuerpazo que me tengo para verlos verme y desearme pero no me tendrán en su cama además ya tengo a mi querido, mi amante que me coge riquísimo y me mama deliciosamente. En cuanto a mis compañeras y compañeros de trabajo, que sigan deseándome pero jamás tenerme…

Un adultero y una fornicadora. Where stories live. Discover now