68. Terminando el fin de semana.

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Álvaro.

Me desperté en la mañana y Gaby dormía aún abrazándome con su brazo y pierna derechos. He estado pensando en lo que hemos estado haciendo en estos dos meses, cogiendo y engañando a mi esposa algo que no me da mucha honra pero aunque sea sólo deseo, es igualmente infidelidad.

He sentido esos sentimientos hacia Gaby y se que ella los siente hacia mí. Bonita hora que llegamos a sentir algo pero bueno… pronto mi amiga empezó a despertar.

-¡Hm buenos días, querido!
-¡Buenos días! -Le dije y miro la hora.- Son las 7:20 Gaby. El desayuno del hotel es de 7: 00 am a 9:00 am.
-¡Hm sí! Tomaré una ducha. -Dijo levantándose de mí despacio.- ¿Vienes?
-Sí pero, ¿para qué una ducha si luego iremos al mar…?
-Querido en mi caso es necesario. ¿No querrás que huela a orgasmo en medio restaurante, o sí?
-¡Ah obvio!

Nos metimos al baño y nos dimos una ducha. El verla separar sus piernas para meter su mano y lavar su panocha era una vista que me encantaba ver. Salimos del baño, nos secamos y nos vestimos con un boxer yo y una pantaloneta y ella un traje de baño de dos piezas azul, se colocó el short de mezclilla y salimos al desayuno para después ir a la playa donde nos quitamos el short y la pantaloneta y entramos al agua.

Una vez en el agua no pasó nada sólo disfrutamos del mar. Después caminamos sólo en nuestros trajes de baño y ambos sentimos esas miradas violadoras por parte de muchas y muchos algo que nos causaba risa con un poco de celos mutuos.
Más adelante no había arena sino suelo de piedra el que anduvimos con cuidado. En éste habían pequeños pozos donde metimos los pies pues el suelo rocoso se calentaba. Seguimos caminando hasta llegar a un largo paredón de piedra el cual atraía la atención pues en éste habían pequeñas grietas en las paredes o grutas que eran por dentro del tamaño de un ascensor más o menos esto causaba curiosidad en Gaby y en mí.

-¡Ah mira! Veamos esa… -Dijo con interés.-

Gaby entró de primera dejando el short tirado en la entrada y yo la pantaloneta. Esta gruta era un poco más grande pero sí un poco más profunda.
Iba detrás de ella cuando de repente se echa para atrás pegando contra mí asustada.

-¡Ah por Dios!
-¡Oh, ¿qué pasó?!

Un pequeño cangrejo apareció y la asustó para salir presuroso a lo que ella se arrecostó de espaldas en mí en señal de alivio y sus nalgas chocaban con mi verga entonces comencé a sobar mi verga con sus nalgas mientras acaricié su panocha por fuera y por dentro de su tanga junto con sus pechos.

-¡Hm querido…! ¿Quieres?
-Contigo donde sea deliciosa.

Gaby se apoyó contra la rocosa pared mientras yo sobaba mi verga contra su delicioso culo entonces bajé su tanga pero ella sólo quería que le diera por la panocha. Entonces bajé mi boxer y le metí mi verga cogiéndola en la gruta.

-¡Ah, ah mal-dición..!
-Te cogeré toda… perra…
-Es lo… que quiero…maldito…

Vi su tanga en sus tobillos mientras la cogía entonces solté su brasier el que cayó al suelo quedando completamente desnuda igual que yo pues mi bóxer estaba en el suelo. Sentí su deliciosa y cálida estrechez vaginal con la que presionaba mi verga poniéndome aún más loco de tal cogida.

El hecho de que alguien nos viera más lo excitados que estábamos hacía que disfrutáramos aún más de la cogida. Mis caderas golpeaban a mi amiga con cada cogida mientras veía su pálida espalda y ese delicioso culo me hacía darle más rápido y duro.
Sentí como mi corazón y mi respiración se disparaban mientras escuchaba los gemidos de mi amiga que eran música para mis oídos.

-¡Ah, ah querido! -Decía mientras le solté el brasier que cayó al suelo.-
-Hueles demasiado bien… cuando te cojo, perra…
-Es que… ya me… RIEGOOOOO…. ¡¡AH, AH YEAAAAAH!!
-Me gusta… cuando te riegas…peraaaaaa…. -Aquí me regaba dentro de ella.-

Gabriela.

Entramos a la gruta donde cogimos con ganas. Tenía que algún bañista nos viese y grabase pero por dicha no se dio. Lo malo es que no pude casi gritar mi desahogo al sentir mi orgasmo por miedo a ser descubiertos.
Quedé apoyada contra la rocosa pared cuando en eso vi el frente de mi panocha donde pude ver las bolas de mi amigo como colgaban al tener su miembro en mis adentros luego el sacó su verga de mí mientras besaba y mordía suavemente mi espalda. De repente él salió de la gruta desnudo con su boxer y mi traje de baño en sus manos dejándome desnuda en la gruta.

-¿Pero, qué demonios haces? -Le reclamé.-
-Vamos amiga, sal de ahí… -Dijo alejándose.-
-¡Tráeme mi… traje, Álvaro!

Álvaro se alejaba desnudo de la gruta por la solitaria playa rocosa mientras yo desde la entrada de la gruta lo llamé muy enojada pero él reía y se metió en una pequeña poza de piedra que parecía en el tamaño un pequeño jacuzzi que estaba creo que a unos cuatro metros de la gruta.

-¡Ven por tu traje, querida!
-¡¡ESTAMOS EN LA PUTA PLAYA Y ME VERÁN…!! ¿ACASO NO TE DAS CUENTA? -Le grité ya enfurecida.-
-¡Bah, no seas tonta! Para que nos puedan ver, tendrían que tener vista biónica. ¿No ves que la gente que se ve allá está a más del kilómetro de distancia? Además no hay nadie cerca, ¡son sólo unos pasos! Camina a acá… son sólo unos pasos. No seas cobarde…
-¡Iré allá pero en cuanto llegue te mato…!
¡Ja, ja, ja! -Rió.-

Me asomé y no vi a nadie cerca entonces salí desnuda cubriendo mis pechos y panocha con mis manos pero por lo rocosa y caliente que estaba el suelo de la playa, caminé a paso rápido sin cubrirme y le di un manazo a Álvaro en la cabeza y me metí despacio en la pequeña poza pues por el orgasmo que tuve, estaba muy sensible.

-¡Au…! -Me quejé al meterme al agua.-
-¿Qué te duele querida?
-¿No te dije que mi piel queda muy sensible después de un orgasmo? Ya sea por masturbarme o por coger quedo muy sensible… -Dije y por sentarme en el fondo de la poza comencé a lavarme la panocha.-
-¿Por qué no esperas a llegar al hotel y lavarte?
-Para una mujer no es prudente salir sin lavarse la panocha después de coger pues en mis adentros tengo tu semen, tu orgasmo junto al mío… ¿cómo crees que llegaré al hotel con ese olor…?

Después de un rato salimos ya vestidos camino al hotel donde entramos a la habitación, nos desnudamos y entramos a la ducha. Álvaro se me acerca por la espalda a acariciarme sobando su verga en mis nalgas.

-Estoy desganada… -Le dije sin volverlo a ver.-
-¿Y por el culo, perra?
-¡Ji, ji! Dame por el culo, bebé…

Álvaro abrió mis nalgas poniéndome contra la fría y mojada pared del baño y de repente me metió su verga gruesa en mi culo. Mientras me daba por el culo él me masturbaba con su dedo en mi panocha a pesar de estar desganada.

-¡Ah, ah, ah… querido! -Sentí cómo golpeaba él al cogerme.-
-¿Te gusta… perra?
-¡Ouch! Me encanta…

Sentí como su verga se engrosaba al meterse y salir hasta que mi potente orgasmo anal junto al vaginal me derretían mis adentros al sentir el semen de Álvaro recorriendo mi culo.

-¡¡TOMA ESTO PERRAAA INMUNDAAA!!
-¡¡OH, OH YEAAAAAHHHH!! ¡¡FUCK, FUCK!! ¡¡DAME TODOOOO MALDITOOOO!!

Después de tal cogida nos terminamos de bañar luego almorzamos en el restaurante del hotel y después fuimos a la terminal de buses con ardor en mi culo pero con gusto, ¡je, je!

El bus iba camino a Ciudad Oeste y luego seguía a Ciudad Central así bajé en mi ciudad y Álvaro a la suya.


Un adultero y una fornicadora. Where stories live. Discover now