Capítulo 36

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Ana había tenido una mala noche, de esas en la que no pegas ojo hasta las tantas y cuando suena el despertador prefieres morir antes que despertarte. Por suerte o por desgracia, era algo a lo que la morena ya estaba habituada, así que lo llevaba bien.

Tras cuatro embarazos, ya sabía que esa era solo una de las desventajas de los últimos meses, y aunque Ana justo había empezado el tercer trimestre del embarazo, ya estaba acarreando con las consecuencias.

Ese día, seria la primera vez que vería a Lucía tras enterarse de la noticia, ya habían pasado tres días, pero aún así estaba tratando de asimilarlo. Ana no estaba disgustada con la noticia, de hecho tenía que admitir que una vez pasada la sorpresa le hizo mucha ilusión, pero la situación era extraña y tenía que acostumbrarse.

La morena podía presumir de conocer muy bien a sus alumnos, y Lucía era una de las mejores que había pasado por sus clases en años, así que en ese aspecto estaba tranquila, sabía que no habría ningun problema.

Ana entró a clase muy feliz, como siempre, y con cinco minutos de ventaja, algo extraño en ella. Dejó las cosas en su mesa y mientras esperaba a que llegasen todos sus alumnos se acercó a la chica, que estaba sentada y conversando con uno de sus amigos.

- Lucía, quedate un ratito después de clase, ¿vale? -le pidió la morena.

- Sí claro Ana -asintió la chica.

Lo cierto es que no le sorprendió mucho, Ana solía hablar mucho con sus alumnos, así que esa petición no fue, para nada, de extrañar. En cambio, a su amigo le chirrió algo más, quizás porque se había fijado en los gestos de su profesora.

- Ostia, esa cara... -comentó cuando Ana ya se había alejado- ¿No habrás vuelto a suspender?

- No, no creo que sea eso vamos -respondió Lucía que para nada pensaba que algo así podía haber sucedido- Si hicimos el examen hace menos de una semana -le recordó- es imposible que tenga las notas.

- No lo sé tia -le replicó el amigo que no las tenía todas- pero yo de ti me prepararía -le advertió.

- Déjalo, creo que va a ir por otro lado -le dijo obviando su comentario.

- ¿El qué? -dijo su amigo extrañado.

- Ya te contaré algún día -respondió Lucía quitándoselo de encima.

- Es por tu novia, ¿no? -dijo pillándola de lleno.

Evidentemente, y tras casi dos meses, los amigos de Lucía ya sabían con quién estaba saliendo la chica. Lo que no sabían, o lo que ella pensaba que no sabían, era quién era Cloe. No se lo había dicho ni a su mejor amigo, era un chisme demasiado tentador como para desvelárselo a una sola persona.

- ¿Mi novia? -preguntó fingiendo que no sabía por dónde iba su amigo.

- A ver Lucía, que soy tu mejor amigo -le recordó- Sé que no lo dices por ella, pero a mi me lo puedes decir. Es obvio que Cloe es hija de Ana -dijo en un tono más bajo para que solo ella la escuchase.

- ¿Como lo sabes? -le preguntó algo molesta y mirando a todos lados, por si alguien lo había escuchado.

- Digamos que la discrección no es su fuerte -dijo el chico riendo- Ya me llamó la atención que se apellidasen igual, pero podía ser casualidad. El caso es que estuve mirando el otro día su Instagram, cuando tu me lo pasaste, y tiene fotos con ella felicitándole el día de la madre.

- Joder, si es que soy imbécil -se lamentó la chica. Lo cierto es que lo de llevarlo con discrección se le había dado bastante mal.

- Pero no me dirás que lo mejor del caso es que Ana sea bollera también -dijo el chico riendo.

Nueve y medio | ‪WARMIحيث تعيش القصص. اكتشف الآن