Amistades.

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Kasa regreso de mejor humor a sus cuarteles, tratando de pasar desapercibido, notando que cada uno de los generales marinos estaban despiertos, aparentemente esperando por él, por ver qué noticias tenía, algunos preocupados, otros atentos, en cambio sus dos amigos más cercanos Krishna y Sorrento, parecían emocionados, especialmente al ver la expresión que tenía.

-¿Qué ocurrió? ¿Te encuentras bien? 

Kasa se sonrojo inmediatamente, porque suponía que sus aliados esperaban escuchar buenas noticias, especialmente por su expresión tranquila, emocionada, por su sonrojo, asi como la forma en que llevaba su casco en su mano. 

-Yo… si, yo me encuentro bien, mañana iré a ver a un alfa, quiere demostrarme que sus intenciones son buenas. 

Fue lo único que pudo pronunciar, era lo único que deseaba decirles, pero sonrieron al escucharle, algunos lo abrazaron, deseandole lo mejor, haciéndole sentir querido, Krishna se veía un poco molesto, seguramente porque lo dejó solo en sus meditaciones. 

-Hice algunas horas guardia, pero después ya me aburri y me fui, perdón. 

Krishna asintió, cruzando sus brazos, mirándole fijamente para después sonreír, al ver que ya no estaba tan deprimido, que estaba emocionado por el futuro, esa cita y eso era bueno, porque su amigo merecía un poco de paz, aun en ese momento, o probablemente, debido a lo que ocurría en ese momento. 

-¿Y que paso cuando te deje solo? 

Generalmente Krishna despertaba solo y regresaba a su templo, otras ocasiones había llovido encima suyo, pocas veces un alfa se había acercado a él, así como, solo una ocasión un alfa, menor que él, por varios años, decidió seguirlo como si fuera un cachorrito. 

-Un alfa menor decidió interrumpir mis meditaciones, pensaba que soy hermoso, pero resulta que hay un omega joven, al que desea seducir. 

Kasa rascó su mejilla, pensando en sus actos, en lo que decía Krishna, quien estaba seguro de que había un omega en el cual estaba interesado, que no era él por supuesto, porque si él lo había pasado mal, su buen amigo lo había pasado mucho peor. 

-Un alfa… 

En su pueblo vendían a los omegas, generalmente a mayores, algunos ancianos y él apenas había escapado porque lo pensaban alguna clase de divinidad, pero aun asi sabia lo que ocurría y sabía que a algunos de ellos, supuestamente para protegerlos los cazaban desde que eran niños con algún alfa acomodado, que les hubiera dado algunas vacas, algunas posesiones. 

-Le prometí verlo mañana para ayudarle a seducir a ese omega, pero, no iré, eso le enseñara a no interrumpir a sus mayores. 

Kasa se rió al escuchar esas palabras, cruzando sus brazos delante de su pecho, negando eso, porque le parecía muy cruel, prometerle a un chico presentarse, para no acudir, seguramente se quedaría sentado en ese sitio, esperando por el omega que no esperaba verlo, él ya había pasado por eso y no se lo deseaba a nadie. 

-Pero tu no eres cruel, yo si, pero tu no, y será muy desagradable que no vayas a verlo porque interrumpió tus meditaciones, además, debe ser lindo ayudarle a un alfa a enamorar a su omega, sería como si tu mismo le enseñaras como ser un buen alfa. 

Krishna no deseaba acudir, algo en la mirada del padre, supuso por el extraño parecido, no le gusto, fue como si sintiera un escalofríos, o como si algun espiritu caminara sobre su tumba y no deseaba nada que ver con ese hombre alto, de casi dos metros, musculoso, de unos noventa kilos, el que estaba seguro tenía el doble de su edad. 

-Además, yo recuerdo como se siente eso, es demasiado doloroso que te prometan verte un dia y no asistan, seguramente se quedará esperando por ti, sin saber que solo le estabas mintiendo. 

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