Planes.

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Cheshire se había quedado dormido en la mesa, recargado en sus brazos, Aiacos había desaparecido al igual que Minos, antes de que Radamanthys decidiera acudir al llamado de su esposo, que se veía muy fuerte, aunque no muy joven. 

Pharaoh, Sylphide y Myu se habían acercado para conversar, una vez que pensaron que nadie los escuchaba, porque Lune, como Byaku estaban sentados hasta el otro lado de la mesa, como cada dia en el Inframundo, ellos estaban juntos, charlando, comiendo o sirviendole a Minos. 

Siempre estaban juntos y algunos decían, que esos dos omegas, se entendían mejor que nadie, algunos otros que eran amantes, muchos más que era un desperdicio, pero si lo que tenían para escoger eran los espectros de su señor Hades, creían que eran demasiado feos o algunos, demasiado débiles. 

-Radamanthys fue a ver a su esposo, Minos está encerrado en su habitación y Aiacos salió a lamentarse a solas… 

Pharaoh había encontrado ese trato muy provechoso, al menos, para su punto de vista, llegaron a un sitio donde había alfas hermosos, poderosos y algunos inocentes, cómo aquel soldado de cabello café, era dulce, fuerte, pero hermoso, poderoso, demasiado fuerte, aunque un poco bajo, aunque eso lo hacia mucho mas lindo, como un dulce cachorro. 

-Kagaho fue a inspeccionar el santuario, salió hace unas dos horas. 

Myu le había visto alejarse, había mandado unas de sus mariposas a seguirlo, pero el espectro de Bennu, las destruyó, furioso, sintiéndose traicionado supuso, porque le dijo que no volviera a cometer una tontería como esa, o serían sus alas aquellas que quemaría la proxima ocasion. 

-Ese granuja. 

Lo habían amenazado, cuando él lo único que deseaba era ayudarle, protegerlo, pero ese chico únicamente aceptaba las órdenes de Hades, ni siquiera los jueces eran respetados por él y pensaba que se debía a lo dolorosa que fue su vida en el pasado. 

Sin embargo, podían salir a buscarlo, para protegerlo por supuesto, para evitar que se metiera en problemas y si los jueces les exigían saber, que estaban haciendo afuera, dirían que solo estaban tratando de mantener seguro al ejército de Hades, lo que quedaba de este. 

-Podemos ir a buscarlo, y si nos perdemos, pedirle ayuda a alguno de esos lindos alfas del santuario. 

Pronunció Pharaoh, seguro de que deseaba ver mas de cerca a ese santo dorado, creía que era el de libra, por la inmensa cantidad de armas que tenía, Sylphide se rió al escuchar eso, porque él deseaba ir a ver a ese alfa que había llamado su atención, un guerrero con una sonrisa sádica y cabello rizado, bastante hermoso. 

-Eso es peligroso. 

Pronunció Lune, caminando hacia ellos, recargándose en la mano, para verlos a la altura de sus ojos, con una actitud que podría ser amenazante, pero no tenia el mismo efecto, si no usaba su armadura y no tenía su látigo en sus manos. 

Pharaoh suspiro con fastidio, Myu se rió, porque Lune siempre era demasiado propio, demasiado correcto, casi tan malo como el segundo juez de las almas, pero, no deseaban escuchar las órdenes de un omega aburrido, que tenía su propia diversión. 

Byaku tenía los brazos cruzados delante de su pecho, también estaba molesto, pero, generalmente nunca hablaba mucho, era más bien un omega solitario y siempre estaba en compañía de Lune, o de Minos. 

-No seas tan aguafiestas Lune, además, yo no estoy en contra de tomar a un alfa para mi, la mayoría de los del Inframundo solo tienen ojos para nuestros jueces, o son irremediablemente feos. 

Compartieron una mirada, pensando al mismo tiempo que no pensaban que esa hubiera sido la intención de Radamanthys, al sacrificarse por ellos, pero no se atrevieron a decir eso, porque sus aliados estaban especialmente emocionados, por lo cual, solo suspiraron, ambos, con fastidio.

Cacería.Where stories live. Discover now