Ice cream

1. ¿De nuevo, Malik?

Una tranquila melodía comenzó a sonar interrumpiendo el silencio que se hacía presente en la iluminada habitación por los rayos de sol que traspasaban la delgada cortina de la ventana. El castaño que aún no asimilaba que lo estaban llamando a su teléfono celular, siguió durmiendo boca abajo, removiéndose en la cama y adaptando una nueva posición que le daba más comodidad. Nuevamente, la misma melodía volvió a sonar interrumpiendo el silencio y poco a poco el castaño comenzó a salir de su ensueño. Lentamente, elevó su cabeza aún con sus ojos cerrados y terminó maldiciendo a quién interrumpía su sueño. Con mucha lentitud se sentó en su cama bostezando y miró por toda su habitación, tratando de recordar en donde había dejado su teléfono celular.

La noche anterior se había quedado hasta tarde ya que debía terminar sí o sí el trabajo que le habían dado para  la próxima semana, porque sabía con toda certeza que su mejor amigo iba a hacer todo lo posible para que ambos salieran y disfrutaran del caluroso clima que estaba haciéndose presente en Bradford.

De una manera ruidosa e insistente, la tranquila melodía volvió a sonar, y el castaño se levantó de su cama y caminó hasta su escritorio.

Buscó guiándose por su tono de llamada y cuando lo encontró debajo de unas pilas de papeles, tomó su teléfono y lo acercó a su rostro. Achinó sus ojos por la luz que emanaba el teléfono y vio las tres llamadas pérdidas que su mejor amigo le había dejado y bufó al ver la hora: 10:37 am. ¿En serio su mejor amigo no podía esperar un poco más? Iba a volver a acostarse a su cama cuando el teléfono comenzó a vibrar en su mano y la tranquila (y ya odiosa) melodía volvió a sonar.

Liam, ya aburrido, contestó y llevó su teléfono a su oído.

—¿Qué quieres? —Preguntó tosco.

—¿Esos son los modales que te enseñó tu madre, Liam? —Preguntó su mejor amigo divertido.

—No estoy para bromas Zayn, dime para que insistes en llamarme —Respondió cortante Liam, caminando hasta su cama y volviéndose a acostar.

—¿Vamos por un helado? —Preguntó decaído. Liam frunció el ceño, ahora preocupado. Estaba bien que estuviera algo malhumorado por despertar de una manera tan amigable, pero su mejor amigo era su mejor amigo, algo primordial y de suma importancia.

—¿Qué sucedió?

—Marie terminó conmigo —Musitó el moreno.

—¿De nuevo, Malik? –Preguntó Liam y Zayn bufó.

—Sí, joder —Le respondió, Liam rodó los ojos.

—Te dije que no deberías haberle dado la tercera oportunidad, si no funcionó la primera ni la segunda, menos iba a funcionar ésta —Explicó Liam aburrido y molesto de oír aquella frase. Zayn gimió levemente.

—Yo creí que ésta iba a ser la definitiva —Murmuró Zayn, y Liam volvió a rodar los ojos. Después de unos segundos en silencio, el castaño suspiró. 

—Allá voy, amigo.

Y colgó, sin la respuesta o despedida que pudo haber dicho Zayn.

Liam lentamente se levantó y puso a cargar su celular en la mesita que justo estaba al lado de su cama.

Salió de su habitación y caminó hasta su baño, entró en aquél lugar y procedió a desvestirse para poder bañarse tranquilamente.

***

El pelinegro miró su celular con una mueca.

Liam estaba enojado, él lo sabía; pero no era su culpa el haber caído en las trampas de aquella chica... otra vez. Igual, el castaño tampoco fue tan directo y pesado de su parte.