18. Me tienes, cariño (larry especial)

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Louis llegó a la heladería, con el cabello goteándole, aun sintiendo el sabor a menta en su boca por la pasta dental. Perfumado, nervioso, ansioso.

Abrió la puerta de la heladería, oyendo aquel tintineo al que ya se estaba acostumbrando. Vio por toda la heladería que estaba casi vacía y luego vio a Harry detrás de la barra, entregándole a una pequeña un pote rosado pálido con helado de frutilla, una pequeña cuchara, además servilletas. La pequeña niña habrá dicho algo sumamente tierno ya que Harry le respondió, sonriendo y los ojos verdes brillantes.

El rizado miró hacia la entrada, ya que recordaba oír el tintineo y vio a Louis, con su chaqueta puesta, sus pequeñas manos en los bolsillos y mirándolo de una manera como si... lo adorara.

El mayor se acercó lentamente, se sentó en la silla que ha estado usando últimamente y le sonrió hacia Harry.

—Hola Hazz —Saludó, y Harry sonrió, sus ojos brillando por otra razón.

—Hola Lou.

—Me quedaré aquí hasta que tu turno termine, quiero llevarte a un lugar especial —Dijo, sus ojos achicados por la sonrisa que tenía.

Eso... Harry lo hacía sonreír demasiado. Harry era la razón por la que él sonreía.

—¿A dónde? —Preguntó Harry, curioso y moviendo su cabeza a un lado, sus rizos cayendo y haciéndolo lucir adorable.

—A un lugar, es sorpresa —Respondió Louis, y el menor frunció el ceño.

—Está bien... ¿Quieres un helado? —Preguntó, ahora sonriendo y Louis asintió con la cabeza.

—Me gustaría, escoge tú un sabor, yo estaría como un día tratando de escoger uno —Dijo, elevando sus hombros y el menor riendo levemente, girándose y caminando a la cocina.

Louis puso sus manos arriba de la barra, sus dedos moviéndose nerviosamente.

Un lugar especial, ¿estará bien?

Harry volvió a los segundos, con un pote azul y helado de piña. El rizado se lo entregó a Louis, quien lo tomó, tomando también la pequeña cuchara y comiendo de inmediato.

El clima no estaba tan caluroso ni tan frío. Pero quien le diría que no a un helado. Y más cuando quien te lo ofrecía era Harry.

El rizado salió desde el pequeño lugar detrás de la barra, viendo los nuevos clientes que habían llegado y que se había repartido por todo el lugar, esperando ser atendidos.

El menor se acercó a Louis, dejando un beso en su cabeza y sonriéndole con dulzura.

—Es hora de trabajar, Lou —Dijo, Louis asintiendo con la cabeza con la boca llena. Harry rio encantado, tomando una servilleta y limpiándole las comisuras al chico.

El oji-azul sintiendo su corazón acelerarse por el chico que estaba caminando hacia una pareja de ancianos a tomar su pedido.

Sí, está bien. Louis debe llevar a Harry a ese lugar especial.

Louis sonrió con cariño hacia Harry, a pesar de que este no lo veía.

Se estaba volviendo su pasatiempo favorito, el observar como Harry trabajaba. Le encantaba verlo trabajar, demasiado. Le encantaba ver como el menor actuaba con los pequeños niños, sonriéndoles con cariño mientras les entregaba el pote con el helado que le pidieron. O como entablaba una conversación con los adolescentes y jóvenes que iban, como bromeaba con los de mayor edad y como hacía reír y sonreír a todos los que iban a esa heladería tan especial.

Ice creamWhere stories live. Discover now