07- DEJARLA MORIR O SALVARLA

4.7K 354 120
                                    

REBECCA WONDER

Salvar a alguien puede ser el primer paso para salvarte a ti mismo.

En mi cabeza todavía me costaba asimilar lo que estaba a punto de suceder. Quise callar mi consciencia con alcohol. Quise silenciar esa voz que me pedía que lo impidiera sin importar las consecuencias. Esa voz que me decía que yo no era eso en lo que mis amigos pretendían convertirme.

Me gustaba tener poder, influencia y que todos desearan lo que yo tenía. Que mis vacíos se llenaran con sus miradas llenas de envidia cada vez que pasaba frente a ellos. Eso alimentaba mi ego y me hacía sentir menos vacía.

¿Y es que acaso no es eso lo que todos queremos?

No seamos hipócritas. Claro que es así. Todos deseamos ser reconocidos; ser importantes.
Todos queremos dejar de ser espectadores de la vida de aquellos que aparentemente lo tienen todo y comenzar a ser los protagonistas de la historia. Ser aquellos a los que se les aplaude y se les sigue como si fuéramos el mismísimo Dios.

Cuando vi que Ethan sacó la caja, quise con más fuerza evitar lo que querían hacer.

Un delito no puede cometerse si no hay víctima.

Miré a Alice a escasos centímetros de mí y caminé hacia ella, pero en el trayecto Oliver me interceptó.

—¿Adónde vas con tanta prisa? —Me sujetó del brazo con mucha fuerza, pero el dolor no era tan fuerte como la ansiedad que me generaba conocer todo su plan.

—Oliver, por favor. Solo tú puedes detener esto. ¡Es una locura, por Dios! —supliqué.

—¿Sabías qué hay personas que lograron estar debajo del agua sin respirar por veinticuatro minutos? ¡Qué locura, ¿cierto?! —expresó, sin quitar la mirada de Amber y Taylor, quienes se encontraban dando inicio al plan.

—Sabes perfectamente que para lograr ese tiempo debes ser un profesional y haber practicado casi toda tu vida. ¡Harper no lo resistirá! —alegué.

—Entonces nos tendrá que agradecer que no le pusiéramos veinticuatro minutos, sino solo dos, ¿no crees? —Seguía con su actitud fría y perversa—. ¿Qué es lo que te preocupa? O mejor dicho... ¿por qué te preocupa? —Con su pregunta capciosa lograría su objetivo: ponerme nerviosa.

Balbuceé intentando encontrar una respuesta que ni yo sabía.

¿Por qué me preocupaba por alguien que se había dedicado a arruinarme la vida desde que apareció?

No lo sé, pero de lo único de lo que sí tenía certeza, era que si a Alice Harper le pasaba algo, Eliot no me lo perdonaría nunca.

Y no es como si me importara. Era mi hermano, sí, aunque desde que mamá se fue parecíamos todo, menos eso, pero aún seguía siendo mi hermano y ella era todo lo que él tenía.

—¿Pensaste en que las posibilidades de que muera ahogada dentro de esa caja son del 100%? —exclamé, mirándolo con severidad. Necesitaba que recapacitara, pero el mantenía dibujada en su rostro esa sonrisa de superioridad que lo caracterizaba. Él quería jugar a ser Dios y nada iba a hacerlo cambiar de opinión—. ¡Estamos a tiempo de parar todo esto! Si muere delante de todos, estaremos jodidos. ¿No lo entiendes? ¡No quiero ir a prisión por alguien como Alice Harper! —intenté convencerlo cambiando mi técnica de persuasión.

—¡Escúchame, Rebecca! —Me sujetó por ambos brazos—. Todo esto lo estoy haciendo por ti. Para devolverte tu lugar. Para hacer que recuperes el respeto que te ha quitado Alice Harper, incluyendo el respeto de los nuestros. Tengo todo perfectamente controlado y nada puede salir mal. —Me soltó, para esbozar esa sonrisa otra vez, al tiempo que hacía girar en su dedo una llave un poco extraña, tan rara que era inevitable que no llamara mi atención.

Contra las reglas (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora