34 - LAS NUEVAS REGLAS DEL JUEGO

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ALICE HARPER

Nadie puede explicar por qué la muerte tiene más poder sobre nosotros que la propia vida. Por qué pasamos años intentando encontrar algo que solo logramos ver cuando ella nos toca la puerta. Supongo que lo que sucede es que, cuando vemos a la muerte frente a frente, eso que creímos que había muerto dentro de nosotros... renace.

Siempre supe que Rebecca era más que esa chica fría e insensible, y también que no era yo quien podía ayudarla a ver la verdad sobre sí misma, y eso lo comprobé ese día, el día en el que ella y sus amigos descubrieron el renacer de sus verdaderos yo. El día en el que se encontraron cara a cara con la maldad y la bondad que había en cada uno de ellos. Con su luz y su oscuridad. Con la muerte dándoles un sublime ejemplo de lo que es en realidad la vida.

Llegué a la fiesta y en ella había todo lo necesario para que cualquiera olvidara lo que había sucedido en el partido: Barra libre de la más costosa coctelería, los DJ's más famosos del momento. Acceso a cualquier sustancia alucinógena totalmente gratis. El libertinaje disfrazado de fiesta y la promesa de estar formando parte de un momento que quedaría para la historia.

Empecé a buscar a Rebecca y mientras lo hacía recibí un mensaje de un número desconocido: «¡Bienvenida a la era del cambio! Tú eres parte importante de esta historia, Alice Harper. Tienes un pase VIP para ver La caída de los dioses». El mensaje estaba acompañado con un emoji, era una especie de reptil, pero no sabía qué significaba, por lo menos no en ese momento.

No estaba entendiendo nada.

¿Era un mensaje del enmascarado?

¿Por qué me escribía a mí?

¿A qué se refería con "La caída de los dioses"?

¿Qué era lo que estaba planeando hacer en contra de Rebecca y sus amigos?

Tenía que encontrar a Rebecca. Necesitaba asegurarme de que estuviera bien.

Caminé más rápido en su búsqueda, pero para mi mala suerte, al que encontré fue a Oliver, que como siempre, tenía su típica cara de acidez.

—¿Algo importante que hacer, Harper? Te veo con mucha prisa para ser una fiesta —expresó Oliver.

—Tu cara tampoco está acorde a la fiesta, pero bueno, sabemos que es tu cara. —Ese chico en serio me ponía de malas.

—Tan graciosa como siempre, ¿no? —me dijo y yo apreté los labios dibujando con ellos una sonrisa forzada.

—Quisiera decir que fue un gusto saludarte, pero no hay necesidad de mentirnos, ¿verdad? Disfruta un poco de la fiesta, rubio, puede ser bueno para tu salud. —Intenté seguir mi camino, pero me detuvo sosteniendo mi brazo con mucha fuerza.

—¿Acaso dije que podías irte? —expresó, apretando sus dientes y mandíbula con la misma fuerza que apretaba mi brazo.

Me solté bruscamente de su agarre y me impuse ante él.

—Ni se te ocurra volver a tocarme, Flynn, porque no me quieres conocer molesta. —Nuestros rostros estaban muy cerca y ambos nos retábamos con la mirada.

—No te busqué para discutir contigo, Harper. No tenemos que ser amables entre nosotros ni ocultar que no nos soportamos, pero tú y yo tenemos algo en común, y es que nos mueve la misma persona —expresó y no sé a qué se refería—. Tú y yo somos de los que harían lo que fuera necesario para proteger a quienes queremos, y sé que tú también harías lo que fuera para protegerla a ella —agregó y deduje que hablaba de Rebecca.

—Estás equivocado. Tú y yo no tenemos absolutamente nada en común, porque mi forma de proteger a las personas que quiero, no tiene nada que ver con la tuya.

Contra las reglas (Terminada)Место, где живут истории. Откройте их для себя