Tu, Yo y Nueva York

Capitulo 32

Olivia:

-Yo solo digo que tienes que empezar a tomar decisiones-me dice mi madre por quinta vez en los veinte minutos que llevo levantada-La graduación es en un mes y media y quiero saber a donde narices vas a ir el año que viene. 

-Mama no te puedo decir a donde voy a ir por que no lo sé. 

-Si que lo sabes, solo que no quieres tomar una decisión por el novio que tienes-me dice mi hermano, el cual tiene una sonrisa que me dan muchas ganas de borrar. 

-Tu no te metas en esta conversación que no estás para dar consejos, señor me tiro de un balcón a la piscina y como me tienen que operar tengo que volver a casa y tengo que repetir las asignaturas el año que viene. 

-Antes de irme eras graciosa, ¿donde has dejado la gracia?-le hago un corte de mangas y Nate me saca la lengua. 

-Cariño yo solo digo que eres la esperanza de la familia. 

-¡Au! Las palabras duelen mama-Nate se pone una mano en el corazón y mi madre pone los ojos en blanco. 

-Sé a donde quiero ir, pero quiero hablar con Drake antes de tomar una decisión-miro mi taza y suspiro, esto de tomar decisiones es una mierda. 

-Hagas lo que hagas nos parecerá bien-mi padre me da un beso en la cabeza-Sé que tu no vas a saltar desde un balcón, o a olvidarte de que tienes exámenes-me río y mi padre mira a mi hermano-Hablo de ti por cierto. 

-Ya lo había pillado, no te preocupes-miro la escena y sonrío. 

Nate vino a casa hace unas semanas, los médicos le dijeron que tenía que guardar reposos durante 6 semanas y mis padres decidieron que en la universidad no iba a guardar reposos así que lo trajeron a casa. 

El tener a mi hermano en casa ha sido raro y emocionante a la vez, sin duda no nos ha costado mucho volver a discutir por las mayores chorradas. 

-Me voy a cambiar, tengo que ir a estudiar historia con Drake en un rato-me levanto de la silla y salgo de la cocina. 

Subo a mi cuarto, me acerco a mi mesa de escritorio y cojo el papel informativo sobre la universidad de Berkeley, en California. 

Berkeley ha sido mi sueño desde que tengo memoria, sé que quiero ir aquí pero si una cosa tengo clara es que no pienso renunciar a Drake. 

Casi lo pierdo una vez y no estoy dispuesta a perderla otra vez, volvimos hace unas semanas y es como si todo el tiempo que estuvimos separados no hubiera cambiado nada. Seguimos siendo nosotros. 

El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos, lo cojo sin mirar quién me llamo y me lo pongo en la oreja. 

-Hola baby. 

-¿Baby? Eso es nuevo-digo cuando oigo a mi novio. 

-Era por probar algo distinto-me río-Llamo para convencerte de que no estudiemos historia-pongo los ojos en blanco. 

-Y yo que pensaba que me llamabas para preguntarme que tal estoy, o por que el sonido de mi voz hace que tus días sean mucho mejores-Drake suelta una carcajada-El final de historia es en dos semanas, si no estudiamos no vas a aprobar. 

-Ya me sé el discursito de memoria, y si no apruebo no podré ir a la universidad, y no tendré un trabajo ni un futuro. 

-Un poco dramático ¿no crees?

-Eso díselo a mi madre, lleva media hora dándome la lata con universidades y exámenes y decisiones. Me va a volver loco un día de estos-sonrío.