Capitulo 13

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Olivia:

Me encantan los domingos, por que puedo levantarme a la hora que me de la gana y nadie me dice que tengo que hacer tarea o estudiar, por que como buena estudiante que soy toda mi tarea está hecha.

Mucha gente hace la tarea los domingos a la noche, en cambio yo los domingos a la noche me dedico a ver fútbol con mi padre.

Antes de que mis hermanos se fueran a la universidad nos pasábamos las tardes apostando, gritándole a la televisión y comiendo demasiada comida basura.

Pero desde que mis hermanos se marcharon está casa ha estado muy vacía, se hace raro no tener a nadie con el que discutir o hablar de todo.

Por eso cuando Drake me dijo que echaba de menos a sus hermanos me sentí identificada con él.

No puedo evitar tener curiosidad por saber como serán sus hermanos, es decir Ethan es totalmente distinto a Drake así que me gustaría saber si el resto de sus hermanos se parecen a él...¿Por qué narices estoy pensando en Drake?

Sinceramente no he podido dejar de pensar en Drake desde que me fui de su casa ayer a la noche.

La forma en la que mi cuerpo reacciona cada vez que Drake me toca o se acerca a mi no es normal.

Nunca pensé que me podría sentir atraída por Drake, es decir antes de ir a su casa lo odiaba, pero ayer me di cuenta de que no esta...tan mal.

A ver no me malinterpretéis sigue siendo un capullo. Pero es un capullo que daría todo lo que tiene por su familia, así que supongo que tenemos eso en común.

El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos.

Cuando lo cojo y veo el nombre de Natalie casi cuelgo, sinceramente no me apetece hablar con ella del "plan".

-Hola Natalie.

-Hola Liv, ¿qué haces?

-Estoy en mi cuarto intentando decir si quiero salir a correr o no-Natalie se ríe ¿he dicho algo gracioso?

-¿Quién narices sale a correr un domingo por la mañana?-cada vez recuerdo menos por que me hice su amiga-Vente a la playa así me cuentas que tal llevas el plan-ya tardaba en preguntar.

-Supongo que estás al lado de la caseta de Kaleku.

-Supones bien.

-Dame quince minutos-cuelgo el teléfono y voy a mi armario.

Me pongo unos pantalones cortos y la camiseta de los Chicago Bears, hoy hay fútbol así que tengo que llevar una camiseta para mostrar mi apoyo a mi equipo.

Es como una tradición familiar.

Me pongo mis chancletas, mis gafas de sol y bajo al salón, donde mi padre está, obviamente, viendo fútbol.

-¿A dónde vas? Los Chicago Bears juegan en una hora-le doy un beso en la mejilla.

-Te prometo que volveré a tiempo-mi padre sonríe-¿Mama?

-De compras con tu tía, me ha dicho que te ha comprado un vestido muy tu estilo-frunzo el ceño.

-Papa mi estilo es no vestidos-mi padre suelta una carcajada-Hazme un favor, si vuelve antes que yo, quema ese vestido.

-Lo intentaré-mi padre me guiña un ojo y yo le sonrío.

Cojo las llaves de mi coche y salgo por la puerta, cuando llego a la playa no me cuesta mucho encontrar a Natalie.

La única razón por la que va a la playa es para ver a los surfistas, según ella está tanteando el terreno, para mí tiene demasiado tiempo libre.

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