Emeraldshipping [V]

72 9 0
                                    

"¿Esto es a lo que llamas, manejar la situación?"

[...]

Quiere retorcerse del dolor en la camilla, pero no puede moverse, lo único que es capaz de hacer es sostener con fuerza las sabanas que cubren la mitad de su cuerpo, respirando lentamente, intentando no mover ninguna parte de su cuerpo aunque, al final, sus piernas se retraen por sí mismas cuando un fuerte dolor llega de nuevo, una de las muchas maquinas a las que está conectado produce un pitido más fuerte que antes, y entonces, solo entonces, tiene que abrir los ojos y mirar con verdadero odio a su esposo mientras las voces inundan la habitación y el movimiento es demasiado como para ignorarlo.

—Steven...

Llama entre el dolor que va y viene, soportable solo hasta cierto punto. Su pareja está ahí, a unos cuantos pasos, rodeado de bomberos, Pokémon Rangers, Wallace, su padre, dos oficiales de policía, tres investigadores del centro espacial y... Y cierra los ojos para dejar de ver a la insana cantidad de gente que están en su habitación del hospital, todos nerviosos y emocionados, expresando su felicidad en susurros hacia el hombre de cabello plateado que aun miraba a todas partes de vez en cuando, como si fuera un paranoico, su padre, por supuesto, no estaba mucho mejor que el, sentado en uno de los sillones del cuarto, abanicado por una secretaria que había sido arrastrada con todo y papelería hasta el hospital. Menos mal que el cuarto era privado y grande, así al menos entraban todos y no era tan reducido el espacio, una lástima que todos decidieran ignorar a las enfermeras y doctores cuando les decían que solo familiares con el paciente.

—¡St-even!

Grita como puede cuando siente el dolor volver una vez más, y antes de encajarse las uñas, puede sentir una cálida mano envolviendo la suya y, por tanto, a la que le termino encajando las uñas ligeramente largas que tenía al momento.

—Respira profundo, Drew, el doctor dijo que vendría pronto, no debe tardar, mantén la calma y respira, solo respira, tu...

Sujeto con más fuerza la mano ajena, soltando el aire contenido lo más lentamente posible y haciendo un gran esfuerzo por dejar de escuchar al nervioso hablado que tenía a un lado, negándose a abrir los ojos al saber que, una vez más, todos los ojos de la habitación estaban puestos en su cuerpo y la situación que los tenía ahí.

—Cállate... Un segundo...

Siente esa dulce y momentánea calma que viene esporádicamente, esa que le ayuda a mantener la calma y cierta elegancia, aunque siente que se está muriendo. Sus ojos finalmente se abren, el momento justo en que entra personal médico con otra camilla para finalmente llevarlo a su operación, suspirando cuando siente su mano ser sujetada con más fuerza, razón por la cual gira el rostro lentamente, buscando la mirada de su nervioso novio que claramente no quería soltarlo ni dejarlo ir, aunque sabía que era por su bien.

—Dime, ¿esto es a lo que llamas, manejar la situación?

Está cansado y harto de la situación, no recuerda cómo fue que tanta gente se reunió a su alrededor, pero si de algo estaba seguro, es que está cansado de verlos y que claramente todo fue culpa de Steven, de Steven y su padre, si es que se notaba de donde había salido la astillita.

—Je, sí, creo que no soy el mejor.

Sus manos se sueltan lentamente antes de que un nuevo dolor lo hace retorcerse, segundos antes de que los enfermeros lo cambiaran de camilla para finalmente llevarlo a quirófano, si es que se habían tomado su maldito tiempo para llevarlo, aunque se supone que ya estaba todo programado.

—¡La próxima vez lo hare mejor!

Una mirada de cansado odio es lo que le da a su novio cuando escucha aquella clase de, ¿promesa? Aunque en esos momentos y con el dolor que tenía que aguantar parecía más una amenaza a otra cosa.

No, no habría una próxima vez. 

Momentos ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora