Akaishipping [III]

65 4 0
                                    

"Están muertos..." 

.

.

Ha llegado demasiado tarde como para presenciar todo desde el principio y esta indeciso entre si seria una buena idea preguntar o no sobre todo lo que ah ocurrido. Su mirad viaja por todo el lugar, alternando entre la gente que intentaba apagar el edificio en llamas y otros que intentaban entrar, con la esperanza de poder recuperar a alguna persona que hubiera quedado ahí adentro.

—¡Lance!

Ah tardado demasiado tiempo en ver a la figura familiar, apoyado de una forma demasiado incomoda contra un árbol, en compañía de varias personas que intentan hablarle y hacerle reaccionar, presionando demasiado en su tórax, es ahí o tal vez antes, cuando se da cuenta de que no está bien, nada está bien.

—¡¡Lance!!

Grita una vez más mientras corre en su dirección, con su vista periférica puede ver una silueta demasiado familiar usando una gorra de forma conocida, pero lo ignora, porque en ese momento, lo que más importa, es llegar al lado de Lance y verificar su estado.

—¡Silver!

La voz de Crys lo sorprende más de lo que quisiera, es quien mantiene de forma desesperada sus manos en el tórax de Lance, las cuales se encuentran asquerosamente manchadas de sangre, al igual que gran parte de su ropa.

—Crys... ¿Qué paso?

—Están muertos... ¡Están muertos, Silver!

Es entonces cuando el ruido de la alarma lo despierta, brinca en la cama mientras respira de forma agitada, desorientado, buscando por todas partes el fuego demasiado realista, incapaz de creerse que todo esta bien cuando nota a Lance en su cama, empujándolo con dirección al suelo sin pensárselo dos veces, aprovechando que finalmente lo tiene boca arriba para verificar que se encontraba bien, ignorando la queja que el domador de dragones había soltado por caer de la cama.

—Silver, ¿Qué significa todo esto?

No responde, en su lugar, se sienta encima de su estomago y acaricia todo a su paso para cerciorarse de que su vista no lo engaña, de que lo recién ah sido solo un estúpido sueño y todo está perfectamente bien, que el hombre a su lado esta sano y la sangre no se le esta escapando de ninguna parte.

—¿Silver?

Siente sus ojos llenarse de patéticas lagrimas que empieza a derramar poco a poco, demasiado afectado por lo que acababa de ver, mas preocupado de lo que quisiera admitir alguna vez.

—Silver, son las... Cinco de la mañana como para adivinar tu ataque de pánico, ¿tuviste una pesadilla?

Se muerde el labio para evitar contestar, antes de moverse para terminar recostado encima del pecho de su pareja, evitando hablar para no sentirse más patético de lo que ya lo hacía, evitando mencionar que sí, acaba de tener una pesadilla que realmente lo asusto por lo realista que era.

—Tranquilo Silver, tranquilo... Todo está bien.

Escucha los acompasados latidos del corazón de Lance, lo suficientemente relajado para volver a dormir, a pesar de lo incomodo que era dormir en el suelo con otra persona encima.

Cerro sus propios ojos, concentrándose en escuchar la voz de su novio, el cual está mucho más listo que el para ponerse a dormir.

Poco a poco, la voz de Crys y sus palabras se pierden en la nada, reemplazadas por las de Lance, quien poco a poco se esta quedando dormido, abrazándolo, intentando trasmitirle la tranquilidad que necesitaba para volver a dormir y recuperar esas preciadas horas de sueño faltantes.

Lance no estaba muerto. No lo estaba ni lo estaría, al menos no por ahora.

Momentos ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora