Capítulo 17 - Amigos (En edición)

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- ¡Oye!- chilló la chica-. Eso no es de ángel...

- Te compraré otro, Piernas.

- No, no lo harás- dije tosiendo, no soportaba tanto humo-. Nos vamos de aquí, William.

- ¿Por qué no soy más Liam?- me acusó-. Antes me decía Liam, ¿sabías Piernas?

Esta me observó olvidando el hecho de que le arrebaté su cigarrillo.

- Eres William, no llamo por apodos a quien no es mi amigo.

- ¿Tu hombre tiene un apodo?- preguntó tambaleándose-. Piernas su marido es como perfecto, y según mamá, "el indicado". Creo que es Jesús.

- ¿Te casaste con Jesús?- la chica no podría estar más confundida y sorprendida.

- No estoy casada- dije apretando los puños-. Un placer, Piernas- saludé a la chica antes de cinchar del brazo de William para llevármelo de allí de una vez por todas.

Antes de lograr salir del bar, un hombre que me llevaba una cabeza y un poco más tal vez, se enfrentó a nosotros. Su cara de pocos amigos y el cigarro entre sus labios hizo que diera un paso hacia atrás.

- El niño bonito no pagó la cuenta.

Observé una vez más al matón, sus ojos eran negros al igual que su cabello. Tenía varias cicatrices en su rostro y en su cuello. Su nariz era recta y grande, en desproporción con su cara.

- Si, perdone- me disculpé nerviosa-. Págale, William.

- No tengo dinero conmigo- concluyó después de revisar sus bolsillos.

- Eso debiste pensar antes de consumir, niño lindo- el hombre juntó sus manos haciéndolas tronar.

Cerré mis ojos ante el desagradable sonido de sus articulaciones. Tomó del cuello de la camisa de William y cuando levantó el puño para que este llegara a su rostro, grité interrumpiendo:

- ¡Yo pagaré!

El matón observó a William con los ojos entrecerrados. Soltó su camisa para decirle:

- Eres un imbécil si dejas que tu novia pague.

- No soy su novia- fruncí el ceño sacando de mi bolsillo mi dinero.

- No tengo esa suerte, amigo- dijo William sonriendo y golpeó su hombro como si fueran viejos amigos.

- Llegas a tocarme de nuevo o a decirme amigo y no hay dinero que me pueda dar la chica para evitar que te golpeé.

Tiré del brazo de William trayéndolo a mi lado, evitando que le respondiera. No quería tener que separarlo de un hombre del doble de mi tamaño.

Así fue que me dijo cuanto debía William y pagué. No eran solamente unos cuantos dólares, era mucho dinero el que había gastado. No gasto tanto ni con la cuentas del hogar.

¡Maldita sea! Grité en mi interior, esto no es dinero que pierdo de mi mesada. Me puedo quedar sin comer debido a esto. ¿Y si no tenía el dinero suficiente conmigo?

Apreté los puños y continué avanzando

"Vuelves a caer en su juego", sentía como mi conciencia se burlaba de mi. ¿No debería alentarme, ¿aconsejarme? No, mi conciencia se burla.

Pero en fin, estaba en lo cierto. Cayendo nuevamente en el juego de William Marchase. ¿Por qué vine a buscarlo? No me sorprendería que pase así todas sus noches. Supongo que tengo un instinto maternal con todo el mundo.

Con su brazo sobre mi hombro para ayudarlo a que camine, llegamos a mi automóvil. Lo senté en el lado del copiloto y abroché su cinturón de seguridad. El matón del bar gritó desde la puerta:

Cómo Ocultar un Secreto a Todo el Mundo © HISTORIA COMPLETA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora