Capítulo 4 - Nuevamente en Whamville (En edición)

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El viaje fue peor de lo que había supuesto.

Al comienzo, incluso lo disfrute. Fue una especie de evolución decadente, aunque ni siquiera estoy segura si eso está bien dicho. Comenzamos tomando una ruta, donde Bruce iba como piloto y Lola como copiloto. Danny y yo íbamos a la parte de atrás, con De-de separándonos, en su sillita para automóvil. Al comienzo colocamos música de Dora la exploradora para De-de.

Cantó y balbuceó los primeros diez minutos. Pero luego calló en un dulce sueño, desearía tener la misma facilidad para dormirme que ella.

Al momento que De-de cerró los ojos, Lola sacó ese CD del demonio, disculpen, ese CD de Dora.

- No se como soportas esto, nena- me dijo Lola guardándolo en su caja de empaque.

- Ni lo menciones- giré los ojos.

En mi infancia, Dora también me gustaba, pero no tanto como le gusta a De-de. Cuando Dora, la Exploradora fue estrenada, yo tenía al rededor de cinco, seis años. Por lo que mi amor por Dora y Botas duró poco.

Aunque es un dibujo animado de la prehistoria para la mayoría de los niños de la actualidad, De-de lo ve como la mayor diversión experimentada por cualquiera.

Luego de que el CD fue guardado en su respectiva caja, comenzó la discución sobre cual música se escucharía en el viaje, aunque a un volumen bajo debido a que Sandy dormía.

Lola y Bruce casi se golpean el uno al otro, por quién debía decidir. Como era el auto de Bruce, este decía que debía decidir él. Pero como Lola es extremadamente feminista, dijo que las mujeres debían decidir ya que sabe que todo lo que a ella le gusta, a mi también. De cualquier forma, a mi me daba igual escuchar rock, música latina, pop o metal.

Al final se decidieron por una canción rock/pop, una canción realmente excelente. Pero cuando acabó... se podría decir que comenzó la tercera guerra mundial.

Lola quería escuchar Maroon 5 y Bruce quería escuchar AC/DC. Era muy entretenido verlos discutir, Danny incluso los grabó.

Hasta la mitad del camino, más o menos, había olvidado que me encontraba en camino al pueblo donde nací. Unas cuantas millas antes de entrar al pueblo, vi un cartel gigante de madera, un poco añejado, con letras apenas visibles, decía: "Whamville, California", y más abajo, con letras blancas y brillantes, decía: "Pueblo natal de William Marchese".

Enseguida me cloqué los auriculares para escuchar rock pesado, de verdad me desconcentraba este tipo de música. Y cuando lo ponía a un muy alto volumen, no me dejaba ni pensar. Lo cual era maravilloso en momentos como aquellos.

Cerré los ojos escuchando las desagradables letras que en verdad, no entendía. Todas eran de sufrimiento, aunque no esperaba ninguna serenata de amor a un ritmo como este.

- Hey, linda- llamó mi atención Danny golpeando mi brazo.

Me quité un auricular prestando atención a la realidad. Allí me di cuenta que ya no nos encontrábamos en la carretera, estábamos a punto de entrar al centro del pueblo.

Demonios.

- ¿Qué pasa, Danny?- pregunté haciéndome la tonta.

- Lola se durmió- susurró intentado que Bruce no lo escuchara-, y Bruce la está mirando con ternura. De la misma forma que alguien mira a su enamorada.

- Eso no es novedad- susurré mirando a mis compañeros de apartamento.

- Estamos en un mismo auto, y, aunque susurren, los escucho- nos silenció Bruce.

Cómo Ocultar un Secreto a Todo el Mundo © HISTORIA COMPLETA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora