Capítulo 26 · Riesgo ·

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Llovía.

Emma pareció tener un déjà vu por un momento, ya que su primer día de curso del año anterior también había comenzado con lluvia. Sin embargo, esta lluvia no tenía nada que ver. El cielo estaba plagado de nubarrones oscuros, y los truenos eran tan fuertes que estremecían a todo aquel que tuviera la mala suerte de encontrarse a la intemperie.

Aquel mal tiempo no iba a conseguir entristecer la vuelta de Emma a Hogwarts. Tenía ganas del nuevo año escolar, ahora que tenía un grupo de amigos que la esperaba. Además, se moría de ganas de volver a entrenar con el resto del equipo.

Lucía una cicatriz rosada que cruzaba su oreja de un lado al otro, todavía reciente. No podía tapársela con el cabello porque era mejor que estuviera al aire, así que llamaba la atención de los demás casi sin darse cuenta. Según Fred, le daba un aspecto rudo y amenazante, perfecto para asustar a otros jugadores de Quidditch.

Sin embargo, cuando Dumbledore comenzó con su discurso de inicio de curso, Emma se dio cuenta de que tendría pocos jugadores a los que asustar.

—La Copa de Quidditch no tendrá lugar este año —anunció el profesor con solemnidad.

—¿Cómo?

—¡No podéis hacer eso! —gritó Fred.

Emma miró a sus compañeros de equipo. Todos parecían devastados: habían ganado la copa el año anterior y tenían ganas de repetir la hazaña aquel año, pero claramente no tendrían la oportunidad de intentarlo siquiera.

—La Copa no se realizará —prosiguió Dumbledore, alzando su voz por encima de los quejidos de los alumnos—, ya que Hogwarts será la escuela anfitriona de un evento muy especial que...

Un enorme trueno hizo sacudir los ventanales del comedor con tanta fuerza que parecía que se fueran a romper. En ese mismo instante, se abrieron las enormes puertas de madera, dejando ver una extraña figura masculina ligeramente encorvada. Se retiró la capa empapada de lluvia y comenzó a andar a trompicones hacia la mesa de los profesores, que se encontraba en el extremo opuesto de la sala. Cada vez que daba un paso, se escuchaba un "clac" cuando apoyaba el pie sobre el suelo de piedra. Llegó hasta el director, le dijo algo en voz baja y luego le estrechó la mano. Otro relámpago iluminó la estancia y dejó ver, para el horror de los alumnos, el rostro del recién llegado. Emma jamás había visto a una persona tan grotesca.

—Bueno, permitidme presentaros a vuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, el Profesor Moody —anunció Dumbledore.

Ninguno de los alumnos aplaudió. Emma escuchó que George y Ron lo llamaban "Ojoloco Moody", y ella comprendió que el apodo se debía a su extraño ojo falso que giraba en todas direcciones. Ni siquiera le había escuchado hablar, pero supuso que sus clases no se parecerían demasiado a las del profesor Lupin. Lo echaría mucho de menos.

—¿Por dónde iba? Ah, sí, sí. Bien, Hogwarts será la escuela anfitriona del Torneo de los Tres Magos.

Algunos alumnos parecieron reconocerlo, ya que comenzaron a hablar entre sí entusiasmados. Emma miró a sus amigos en forma de pregunta, pero ellos no parecían saber de qué hablaba. El profesor explicó entonces que era un torneo que se realizaba entre tres de las escuelas de magia europeas para designar a un campeón, que se llevaría la gloria eterna y un premio de mil galeones.

Parece demasiado bueno para ser cierto.

Por un momento, deseó que su otra escuela también participara. Tal vez, así tendría la oportunidad de reencontrarse con sus amigos y volver a tenerlos en clase. Echaba de menos competir por las notas con Adam, hacer trabajos con Cora y arrastrar a Ari y a Jason a las clases. Sabía que no era posible, pero sin duda era algo con lo que fantasearía en el futuro.

I Didn't See You  · George Weasley ·.Where stories live. Discover now