Capítulo 10.

1.5K 138 62
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.





Ni siquiera tuve que coger el coche para no tardar en llegar a mi destino, al fin y al cabo esto es un pueblo pequeño. Miré el lugar en decadencia y leí el cartel:

Cementerio de Derry.

El sitio estaba rodeado de verjas y la entrada estaba abierta, como siempre, así que entré. Recuerdo que siempre estaba abierto, menos por la noche ya que a esas horas no había vigilancia, y obviamente no hacia falta pagar para visitar una tumba.

—Buenas —le hablé al anciano de la mini floristería—, un ramo de rosas, por favor.

El señor cogió un ramo que había debajo y me lo entregó, así que yo enseguida le pagué con el dinero justo. Los ramos de rosas que siempre compraba junto a mi abuelo no cambiaron de precio, al parecer.

—¿Va a visitar a un familiar, señorita? —me preguntó, yo asentí—. ¿Cómo se llama? Seguramente sepa quién es.

—Dunia Rogers, de soltera Goldberg.

—¡Dunia, claro, conocí a su familia! —exclamó—. Sus antepasados fueron buenos residentes de Derry, ¿tú eres su nieta, no? La que adoptó el delincuente de su hijo.

—Sí, pero mi padre no es ningún delincuente.

—Bueno, vender drogas y ser maricón es suficiente crimen.

—Ser LGBT no es un crimen, en cambio, ser lgbtfóbico sí lo es —espeté.

—Espero que encuentres el camino —me empezó a decir, y noté que su voz cambió un poco—. Hay más tumbas que cuando vivías aquí, y dentro de poco habrán siete tumbas más.

Me alejé un poco hacia atrás mirándole extrañada. Iba a tirarle las flores a la cara y salir corriendo, pero el anciano pestañeó y me miró raro.

—¿Necesita algo más, señorita Rogers?

—Eh... no —sacudí la cabeza—, ya me iba.

Con las flores en la mano, caminé a paso ligero hacia donde se encontraba la tumba de mi abuela. El camino no había cambiado mucho, solo habían puesto más lápidas y algunos escalones de piedra sobre la hierba que ya no hay.

Llegué a la de mi abuela Dunia, y me arrodillé. Encima de la tierra solo habían restos de flores secas, así que puse las mías justo encima.

Mientras miraba su lápida, recordé el papel que me dio Richie cuando caminábamos por Derry. Lo saqué de mi bolsillo trasero y lo desdoblé, estaba algo arrugado, faltaba un gran trozo y el papel era algo viejo, pero pude leer la única frase que estaba escrita apresuradamente:

¿quieres ser el trash de mi mouth?

-Richard Tozier Rogers, yo lo veo.

DISCOLORED ━━ richie tozier ✓Where stories live. Discover now