DISCOLORED ━━ richie tozier ✓

Capítulo 17.

Después de eso fuimos a nuestras casas a comer, yo ya comí y me encontraba viendo la televisión mientras mi abuelo miraba fotos.

Tocaron la puerta.

Me levanté y caminé hacía ella, la abrí.

Era Richie.

—¿Qué haces aquí?.—le pregunté.
—¡Hola, Richie! ¡Me alegro de verte!.—exclamó Richie imitando mi voz.
—Mi personaje favorito de una novela acaba de morir, no estoy para bromas.
—En fin, coge dinero, vamos todos al cine.
—¿Ahora?.

Asintió.

—Bueno, espera.

Subí a mi cuarto, cogí el dinero que me dió mi abuelo esta semana, y bajé corriendo.

Estaban hablando.

Me miraron.

—Dina, diviértete.—me dijo el abuelo entrando al salón.

Fruncí el ceño y salí de casa.

Cogimos las bicicletas y fuimos a las casas de todos, aceptaron y llegamos al cine.

—¿Película en especial que quisiera ver el que ideó el plan?.—preguntó Stan.
—¡Vacaciones de terror!.—exclamó Richie.
—¡¿Qué?! ¡Ni hablar! Prefiero ver Karate Kid.—dijo Eddie.
—Yo Frankenstein.—dije.
—Cazafantasmas es mucho mejor.—dijo Bev.
—Prefiero Indiana Jones.—dijo Mike.
—Yo la nueva de Star Wars.—dijo Ben.
—Y-yo la d-de ET.—dijo Bill.
—Yo también.—dijo Stan, y se sonrieron.
—¡Me han preguntado a mi, no a vosotros! Además, fue mi idea.—dijo Richie.
—Yo prefiero Star Wars que la tuya.—le dijo Bev.

Ben le sonrió, y ella de vuelta también.

—Frankenstein es mejor que todas esas, me váis a agradecer después de verla.—dije.
—Frankenstein me va ha comer el pepinillo.—dijo Richie.
—Pues Frankenstein tiene más cerebro que tú.—repliqué.
—Bueno, ya vale... Tenemos que ponernos de acuerdo.—dijo Mike.
—¿Un pito pito gorgorito?.—preguntó Eddie.
—Pero lo tiene que hacer una persona inocente.—dijo Stan.

Miramos a Ben.

—¿Qué?.—preguntó éste.
—Eli-lige la pe-película con el pi-pito pito gor-gorgorito.—dijo Bill.

Ben fue señalando las carteleras mientras susurraba la canción.

—Ganó vacaciones de terror.—anunció mirándonos.
—No...—susurramos.
—¡SÍ! ¡GANÉ!.—gritó Richie.—Os jodéis, pringaos.
—Ojalá la película dure poco...—dijo Eddie.

Mientras comprábamos las entradas, Richie no paraba de... De ser él.

—¡YO TENÍA RAZÓN Y VOSOTROS NO! JAJAJA VAMOS A VER MI PELI Y LA VUESTRA NO ME MEO.—gritó mientras reía.

—Que alguien lo mate ya, porfavor.—dijo Bev.
—Conozco un payaso que lo haría.—dijo Mike.

Lo miramos raro.

—¿Qué?.

Como Rich seguía gritando y ya la gente nos miraba raro, le pegué una colleja.

—¡Auch!.
—Vuelve a gritar y te meto la entrada por donde yo me sé.—le dije.
—¿Por dónde sabes?.—preguntó divertido.
—Púdrete, Tozier.
—Solo si me pudro contigo.

Abrí los ojos como platos.

—¡Quiero decir! Para que te pudras tú y eso...—dijo ajustándose las gafas.

Está nervioso, lo sé.

Pero eso no quita que yo también lo esté.

Me quité las gafas, las limpié con la camisa y me las volví a poner.