Capítulo 19.

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Después de pasar una hora con Daniel, él se tuvo que ir, así que fui a los barrens donde estaba mi club.

Asido la mejor hora de mi vida.

—¿Cómo a ido?.—me preguntó Mike.
—¡Genial! ¡Súper mega genial!.—exclamé dando saltitos.
Bev rió.—¿Qué habéis hecho?.
—Algo simple, mientras nos tomábamos un granizado nos fuimos conociendo, y luego se tuvo que ir.
—Que aburrido.—dijo Richie.
—Aburrido tú.—le dije.
—Más quisieras, pero seguro que soy 100 veces más divertido que Heffley.
—¿Crees que me importa?.
—¿Acaso no lo niegas?.—preguntó alzando una ceja.
—Púdrete.

Rió.

—Bueno...—habló Stan.—Me alegro por ti, Dina.
—Es un g-gran pa-paso si de ver-verdad te gu-gusta.—dijo Bill.
—Lo que no he hecho yo en meses lo ha hecho Richie en 4 minutos.—dijo Ben.
—¡Es verdad! ¿Quién se merece un gracias?.—me dijo Richie.
—Gracias.—le dije.
—Eh... Espera, ¿me lo estás diciendo enserio? ¿sin ningún sarcasmo?.
—Claro... Es decir, me has ayudado a dar el primer paso con mi crush, aunque seas un idiota te mereces un gracias.
—Bueno, me has insultado, así que eres la verdadera Dina Rogers.

Nos sonreímos.

—Y una cosa... ¿Me comporté como una tonta por no dar el primer paso y tener que llevarme, verdad?.—pregunté.
—Más que una tonta, como una pava.—habló Eddie.
—Gracias, Eds.—ironicé con una pockerface.
—Como una miedica.—dijo Mike.
—Una idiota más bien.—dijo Bev.
—Como si no fueras tú.—dijo Ben.
—Como una retrasada.—dijo Stan.
—Co-como una gili-lipollas.—dijo Bill.

Mecachis, como me aman.

—Venga, batalla de insultos a Dina.—ironicé.
—¡Como una subnormalítica!.—gritó Richie.—Esa era la palabra que buscaba.

Todos rieron.

—Cielos, gracias, os amo a todos.—dije.—Para que tener enemigos si tengo amigos como estos.
—Lo de-decimos con ca-cariño.—dijo Bill.
—Cierto.—dijo Stan.
—Al fin y al cabo, los verdaderos y mejores amigos se insultan entre ellos.—dijo Bev.
—¡Entonces soy el mejor amigo del mundo! Chuparme el pie, putos.—dijo Richie.

Reí.

—Tú te pasas de buen amigo.—ironizó Eddie.
—Sois unos blasfemos.—dije riendo.
—Me alagas.—dijo Mike con pose diva.
—Ahora si que eres tú, Didi.—me dijo Ben.

Lo abracé.

Al día siguiente, me di un paseo con la bicicleta después de desayunar, y con la suerte, de encontrarme a Daniel sentado en una acera.

Me acerqué.

—Hola, Daniel.—saludé alegre.
—¡Hola! ¿Cómo estás?.—dijo levantándose.
—Bien, ¿y tú?.
—¡Bien! Oye, ¿la bici es tuya?.
—Sí, ¿por qué?.
—Oh, es que Henry me robó la bici hace unos días, y hecho de menos ir en una.
—Joder, maldito Bowers.
—¡Te puede escuchar!.—susurró.
—¿Le tienes miedo?.—reí.
—Claro... ¿Tú no?.
—También le tengo, pero... Me enfrentaría a el si tuviera que hacerlo.

Se me vino a la mente la pelea de rocas, y sonreí.

—Me caes bien, Dina.—rió.
Reí.—Tú a mi también. ¿Quieres que te deje mi bici?.
—¿Qué? No, no... No hace falta. Preferiría a ver ido los dos juntos a pasear.

Dios, que adorable.

—Podemos pasear juntos.—hablé.—Si te sientas aquí atrás sí.—señalé detrás mía.
Sonrió.—Si no es molestia, sí.

DISCOLORED ━━ richie tozier ✓Where stories live. Discover now