DISCOLORED ━━ richie tozier ✓

Capítulo 22.

Intentamos abrirla.

—¡Bill, sácanos!.—gritó Richie.
—¡No se a-abre!.—gritó Bill.

Seguí intentándolo, pero nada.

Miré atrás mío y Richie se acercaba a una especie de caja.

—Richie... Ven.—dije.
—Me han llamado...
—Lo acabo de hacer yo, alelao.
—No, digo por aquí.—tocó la caja.
—No la abras...
—La voy a abrir...
—No...
—Oh, sí...—dijo empezando a abrirla.
—Oh, no... La está abriendo.—dije dando unos pasos hacía él.—Hay un muñeco.—comenté cuando lo cogió.
—¿Se te olvida todos los payasos que hay aquí?.—dijo soltando el muñeco asustado.

Miré a mi alrededor, este lugar es terrorífico, parece que estos muñecos nos miran.

Fue cerrando la caja.

eso saltó hacía nosotros.

Gritamos.

JODER.

Nos hechamos hacía atrás mientras nos cogíamos de la mano.

—Beep beep, Richie!.—exclamó el payaso yendo hacía nosotros.

Corrimos hacía la puerta seguida del payaso, empujé la puerta con brusquedad de lo asustada que estaba y logré abrirla, pero caí al suelo.

Richie cerró la puerta dejando al payaso encerrado.

—¿¡ESTÁIS BIEN?!.—gritó Bill a nuestro lado.
—Por suerte.—dijo Richie, extendiéndome la mano para levantarme.

La cogí sonriendo y me ayudó a levantarme.

Quité el sudor de mi frente.

—Te-tenemos que ir don-donde Eddie.—dijo Bill.

Asentimos, y a continuación, divisamos 3 puertas.

not scary at all.
scary.
very scary.

Se acercaron a la primera.

—¡Puede ser una trampa!.—exclamé, pero era tarde, ya la abrieron.

Me asomé y... Vi ¿a Betty ensangrentada?

«¿Dónde está mi zapato?» susurró.

Ellos asustados cerraron la puerta, rápidamente.

La volví a abrir y fuimos corriendo por dentro.

Entramos al principio de la casa.

Vimos a Eddie en el suelo, y el payaso le tapaba la boca, mientras nos miraba.

—¡Eddie!.—gritamos Richie & yo.

Eso se nos abalanzó hacía nosotros, pero lo esquivamos y fuimos donde Eddie.

Tenía el brazo roto.

—¡Quédate quieto, te lo voy a arreglar!.—exclamó Richie.
—¿Qué? No, no, no...—dijo Eddie.

Empezaron a discutir, mientras Bill & el payaso se miraban.

El payaso le dijo «¿No soy lo suficientemente real para ti, Billy? ¡Porque fui lo suficientemente real para Georgie!».

—¡NO ME TOQUES, JODER!.—chilló Eddie.
—¡Maldita sea, ponle ya el brazo!.—grité levantándome.

Richie​ le puso el brazo, y Eddie gritó de dolor.

El payaso vino hacía nosotros y me puse enfrente de los dos chicos.

Cuando el payaso abrió la boca, apareció Beverly clavándole un palo de hierro en el ojo, dejándolo estático, y así, se metió en una especie de pozo.