Capítulo 28.

3.2K 292 132
                                    

Richie y yo nos montamos en la noria.

Esta atracción es muy aburrida, pero tiene lindas vistas de la feria.

—Dina.—me llamó Richie.
—Dime.

Le miré.

—Tu cara me deprime.—rió.
—La tuya tampoco es que me anime.—ataqué.

Formó una 'o' con la boca y se llevó una mano al pecho ofendido.

—Sabes que pasa si intentas dejarme mal...—dije.
—Te conozco, lo sé, pero no moriré en paz hasta conseguirlo.—se palmeó el pecho.

Rodee los ojos.

—Ahora en serio, te quería decir algo.
—Adelante.—me ajusté las gafas.
—A ver, yo confesé que me gustas, y tu confesaste que te gusto.

¿A qué viene eso? No mames.

—Ajá.—dije nerviosa.
—¿Qué somos?.
—Personas.—respondí sin pensar.

Frunció los labios.

—Bueno, en realidad estoy igual de perdida que tú.—confesé.
—Y ahora que tenemos una hija en común...
—No.
—He pensado que podríamos intentar salir.—se ajustó las gafas sonrojado y nervioso.

El corazón quería salirme del pecho.

—¿Ser novios?.—casi me atraganto.
—Aún no, simplemente intentarlo y estar de práctica hasta que alguno se declare confiado.—dijo con esperanzas.

Sisisisisisi

Pero solo me encogí de hombros.

—Bueno, si no quieres...—miró el suelo.
—No es eso, en realidad sí quiero, pero esto no se me da bien.—confesé, nerviosa.
—Por eso estamos de prácticas, somos igual de fríos en esto.—sonrió algo aliviado.
—Tú menos.
—Lo sé, osea mírame, soy muy caliente.

Rodee los ojos.

—Como la ostia que me gustaría darte.—dije.
—Dios, no soy masoquista.

Reí.

—¿Puedo confesarte algo?.—me preguntó.

SÍ.

—No.—respondí.
—Te diré igual... En verano te miraba el culo.
—Gracias por la sinceridad.—me moví nerviosa.
—Y me masturbé pensando en ti.
—Que relevante información.—ironicé.
—Stan me dijo que me sincerara contigo.
—Como Stan te diga algo que me tengas que hacer, le meto en un campo de concentración.
—Sí... Creo que siempre le mal interpreto.
—¿Crees?.

Reímos.

—¿Algo que me tengas que sincerar?.—preguntó.

Muchas cosas.

Pero no dije nada de eso.

—Un día de la nada pensé en una tontería que dijiste y sonreí.—dije.
—Eso es lo más bonito que me han dicho nunca.—se limpió una lágrima falsa.
—Supongo que me dejó de gustar Daniel en cuanto me di cuenta que no dejaba de pensar en ti.
—¡Eso sí es bonito, punto para ti!.
—Estás sonrojado.
—Tú también.
—Rayos.
—Y centellas.

Se acostó en el asiento poniendo la espalda en la ventana y los pies en mis piernas.

Me puse algo nerviosa (normalmente solo me pongo nerviosa con Richie), ya que, sus piernas rozaban mi intimidad.

—¿Estás agusto?.—pregunté.
—Si me haces una paja sí.
—Púdrete.—le di un golpecito en el hombro.

Me lo devolvió.

DISCOLORED ━━ richie tozier ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora