38.HACIENDO AMIGOS

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Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—¿Esta no es la primera vez que te presentas, Kabuto?—preguntó Sakura.

—No. Es la séptima. —respondió Kabuto.

Bakugo miró con mayor desconfianza al joven canoso al decir que era su séptima vez. Había algo en él que no le daba buena espina.

—Hacen los exámenes dos veces al año y este es mi cuarto año. —explicó Kabuto.

—¡Qué veterano! ¡Ya debes haberte hecho un experto!—exclamó Sakura.

—Sí, bueno ...—comentó Kabuto

—No sé si es apropiado considerar un experto a un perdedor que solo sabe suspender. —dijo Bakugo, analizando con detalle cualquier atisbo de cambio de actitud del canoso.

—¡Mira quien fue hablar, BAKA-GO! Te recuerdo que eres el que suspendía siempre las clases prácticas y acabaste aprobando en el último suspiro.—dijo Sakura reprimiendo a su compañero.

—Je, tu compañero tiene razón. No se puede considerar un experto a alguien que suspende seis veces seguidas. —dijo Kabuto rascándose la nuca. —Pero aún así, dejadme que os eche una mano ... —se sacó de su bolsillo una baraja de cartas. —... con mis tarjetas ninja.—

—¿Qué demonios es eso?—preguntó Sakura, con interés.

—Es difícil de explicar, pero ...—comenzó la explicación Kabuto, pero Bakugo dejó de prestar atención.

—Ese bastardo cuatro-ojos esconde algo. Estoy seguro. No es el primer tipo con doble cara que me encuentro. —pensó Bakugo, recordando vagamente a Shindo de la academia Ketsubutsu.—Me importa tres mierdas lo que tenga que decir el bastardo cuatro-ojos. ¿Dónde se habrán metido el cejotas, el ojos raros, el tapón de la calabaza, la perra del abanico y la momia?—

Había demasiada gente para poder ver a sus objetivos, más de 150 personas en su primera impresión. Además, le distraía las miradas de superioridad y de desprecio que recibía del auditorio por parte del resto de ninjas, sobretodo de los pertenecientes a otros países.

—Jodidos bastardos de mierda. —pensó Bakugo con frustración. —Tengo que liberar este estrés por la impotencia que estoy sintiendo de no poder darles una paliza por mirarme de esa manera. Estoy en medio de un examen y no quiero que me descalifiquen.—

—...Konoha (hoja), Suna (arena), Ame (lluvia), Kusa (hierba), Taki (cascada) y Oto (sonido). Todos ellos han enviado al examen a candidatos con jutsus excepcionales. La villa oculta del sonido es pequeña. Surgió hace poco y nadie sabe nada de ella. Los ninjas del sonido son un misterio, no tengo ningún tipo de infor ..... ¿Qué demonios?—Kabuto dejó de hablar al darse cuenta que Bakugo se subía a un pupitre con un salto felino y siendo el centro de atención.

Todos los participantes al examen miraron a Bakugo con curiosidad por su extraño comportamiento. El rubio ceniza se guardó las manos en los bolsillos. Primero miró a la izquierda de la sala y luego a la derecha. Luego inspiró hondo.

—¡Ey, pandilla de extras!  Sé que sois unos tipejos insignificantes, pero al menos espero que no me lo pongáis muy fácil cuando os machaque. —sentenció Bakugo. 

En la sala, algunos aspirantes sacaron sus kunais e hicieron el gesto de rajarse la garganta una forma sutil de decir que Bakugo era hombre muerto. Las reacciones más interesantes fueron las del trío de la arena y del grupo de Gai.

—Ese es el mismo mocoso impertinente que se atrevió a llamarme perra. —comentó Temari.

—Era Kaskuso Batudo o algo así, ¿no? Qué ganas tengo de cerrarle la boca. —dijo Kankuro

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora