151.EL JUEGO DE LOS SECRETOS

1.7K 400 90
                                    

Antes que nada quería agradecer el gran recibimiento que ha tenido mi vuelta. Más de 200 estrellitas tuvo el capítulo anterior en pocos días a pesar de mi larga ausencia. 

No quería volver a mencionar esto ya que fue el motivo por el que ese usuario que silencié casi provoca que abandonara el fic criticando que pidiera estrellas pero os lo tenía que agradecer. Me alegra que mi historia siga siendo tan querida por tantas.

Un abrazo.

Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—¿Desde cuándo los muertos hablan, Orochimaru?—preguntó muy serio Bakugo. Parecía que otro ser se había apoderado del rubio ceniza. Lo dijo con tanta seguridad y calma que hizo que Orochimaru tragara saliva con dificultad.

—Este chico no es normal. .—pensó Orochimaru, por primera vez preocupado desde el inicio de la invasión.—Si dejo que crezca este cachorro, se transformará en una bestia que me clavará sus colmillos. Es una pena, quería jugar con él un poco más. Pero tengo que acabar con él ahora mismo—.

Orochimaru se había fijado el día de la invasión una serie de objetivos: 

Primero, ver en acción a Sasuke Uchiha. 

Segundo, tener contra las cuerdas al Hokage capturando un rehén valioso para él. 

Tercero, atrapar al Yondaime en una barrera para que no interfiriera con la invasión. 

Cuarto, que viera Minato Namikaze, impotente, como Konoha quedaba arrasada con la acción de los ninjas de Suna y de Oto, con la actuación estelar del Shukaku que estaba en el interior de Gaara. Quinto. Y así de paso que donde quiera que estuviera el fallecido Sandaime, Hiruzen Sarutobi, ya sea en el cielo, el purgatorio o en el infierno se arrepintiera de haber elegido como sucesor al Rayo Amarillo en lugar de a él. Su mejor discípulo.

Quinto, capturar a Sasuke Uchiha para que fuera su próximo cuerpo y así vengarse de Itachi Uchiha y el Joker por las humillaciones sufridas en el pasado.

Sexto y último, matar a Minato y a todo ninja de Konoha superviviente de la invasión.

Orochimaru previamente había planeado capturar, además de a Sasuke Uchiha, a Katsuki Bakugo para experimentar con él. Pero ya había cometido el error de menospreciar a alguien de otro mundo, el Joker, no iba a volver a cometer el mismo error. Lo mataría nada más ordenara a sus discípulos disipar la barrera  para no tener más problemas.

A pesar de haberse cumplido los primeros tres objetivos que se había propuesto. Orochimaru estaba algo intranquilo. No había rastro del Shukaku que facilitaría mucho la destrucción de Konoha. Tampoco nadie se había acercado, ni de Suna o de Oto, para decirle que Sasuke Uchiha había sido capturado. Y eso que había ordenado expresamente a sus ninjas de Oto y a los de Suna disfrazado del Sandaime Kazekage que lo trajeran vivo ante la barrera que crearía.

Por tanto, a pesar de tener acorralado al Yonadaime Hokage al tener de rehén a su hijo. Aún no podía matarlo ni disipar la barrera para matar a Bakugo. Era probable que sus subordinados hubieran matado por accidente a Sasuke y en ese caso se tendría que renunciar a adquirir el sharingan y conformarse con poseer el cuerpo del Rayo Amarillo de Konoha.

Minato trató de aprovechar la aparente distracción de Orochimaru para tratar de recuperar a su hijo. Pero, el sannin se esperaba que antes o después el Hokage actuaría así que estaba prevenido y lo esquivó agarrando aún más fuerte a Naruto.

—¿Tan poco valoras la vida de tu hijo, Minato-kun?—preguntó con sorna Orochimaru, lamiendo con su bífida lengua el rostro del inconsciente Naruto. Su kunai empezó a hacer un hilillo de sangre en el cuello de Naruto por la presión del arma.

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora