154.ARCADAS

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Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Haré las locuras necesarias para salvar a mis amigos, Hatake.—dijo Bakugo mirando el punto interesente que había visto en las gradas. Puso sus palmas de las manos en posición para salir disparado con explosiones.—Al fin y al cabo soy un chunin de Konoha.—les dio la espalda a unos anonadados Guy y Kakashi. Giró la cabeza una vez más.—¡Ahh! ¡No dejéis que estos jodidos extras os maten o si no os mataré!—

Después de decir eso volvió a volar con sus explosiones esquivando ataques de kunais y shurikens por todos lados. No escuchó el diálogo que estuvieron manteniendo Guy y Kakashi a raíz de sus últimas pálabras.

Bakugo para perseguir a Sakura, Shikamaru y Sasuke no tenía un perro parlante como Pakku ni tenía las técnicas extraordinarias de rastreo que poseía Kakashi. Pero sí tenía un plan. Y ese plan lo tenía enfrente suyo. Kiba Inuzuka y Akamaru le llevarían hasta su objetivo. Aunque primero debía despertarlos ya que dormían plácidamente fruto de haber caído en el genjutsu del enemigo.

—¡Ey! ¡Cara de perro! ¡Deja de holganazear y acompáñame con tu estúpido chucho!—gritó Bakugo, cruzándose de brazos. Pero no hubo respuesta. —¡DESPIERTA DE UNA JODIDA VEZ! —el grito de furia lo acompañó con un tortazo que le cruzó la cara provocando que su mejilla izquierda se tornara roja.—¡HE DICHO QUE DESPIERTES!—esta vez golpeó la otra mejilla con el dorso de la mano. Siguió abofeteando la cara del genin, hay que decir que con más fuerza de la necesaria, hasta que al quinto bofetón el heredero del clan Inuzuka abrió los ojos.—¡AL FIN, JODER! ¡EN MARCHA!—

—¿Eh? —dijo un desorientado Kiba.—¿Qué haces aquí, Bakugo? ¿Ya ha acabado el torneo? Y lo más importante, ¿por qué me duele tanto la cara?—preguntó frotándose las mejillas.

—¡No estoy aquí para responder a tus preguntas de mierda!—dijo de malos modos Bakugo.—¡Despierta a tu chucho y larguémonos de aquí!—

—¿De qué estás habla ...?—Kiba que se seguía frotando las mejillas para aliviar el dolor empezó a comprender la situación en la que se encontraba. Miró a ambos lados y vio como multitud de espectadores dormían. Además también vio algunos ninjas luchando contra otros.—¿Qué está pasando aquí?—dijo con voz temblorosa.

—Los cobardes del sonido y la arena se han aliado para invadir Konoha.—respondió Bakugo, impaciente —Me han encargado encontrar a Sasuke y detener su misión suicida de ir contra el tapón sin cejas. Pero para hacer eso necesito que me indiques donde está. Así que en marcha.—

—¿Una invasión ...? Mi familia, el orfanato ...—balbuceó Kiba.—¡El Hospital! ¡Ahí están Kurenai y Hinata debemos !...—otro bofetón de Bakugo le quitó el habla, aunque le ayudó a reslover la duda de por qué le dolía tanto la cara.

—¡Escúchame, anormal! —exclamó Bakugo, muy cabreado—¡En esta guerra todo el mundo está jugando un papel! ¡Y el nuestro es el de ayudar a Sasuke y de paso ayudar a los idiotas de la frentona y del bostezos que han ido a buscarle! ¡Olvídate del resto y confía en que se las apañarán! ¡Ahora solo céntrate en utilizar tu nariz de perro e indicarme donde tengo que ir!—

—...—Kiba se quedó unos segundos callado, pero el bofetón consiguió centrarlo finalmente.—Mi olfato no está lo suficientemente desarrollado, solo Akamaru es capaz de hacerlo.—

—¡Eso es lo que te he estado diciendo desde el principio! ¡Qué despiertes a tu jodido chucho! Podría abofetearlo para despertarlo, pero no tiene la culpa de tener un dueño tan gilipollas. Así que lo despiertas tú o lo despierto yo. Tú eliges, cara de perro. Ya he perdido demasiado tiempo, no me sigas jodiendo más.—dijo Bakugo, chasqueando la lengua.

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora