141.TORNEO CHUNIN 4ªPARTE

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Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Qué malo es hacerse mayor. Estoy perdiendo oído. —suspiró la anciana, aún algo agitada por el susto que le había provocado la aparición del joven de rostro pálido, cabello blanco y puntiagudo y ojos azules. Luego volteó la cabeza en dirección a Bakugo—¿Es un amiguito tuyo?—

—No conozco a ese extra. —respondió el rubio ceniza, entrecerrando los ojos y mirando con desconfianza al chico que debería tener unos 13 años como la edad que aparentaba Bakugo. Y es que él, al igual que la anciana, tampoco había sentido la presencia de ese extraño chico.—¿Quién eres?—

—Jejeje.—el chico se rascó la cabeza.—Es que he visto tu combate y me has impresionado muchísimo. Y .. bueno, esperaba obtener un autógrafo tuyo.—

—¿Eh?—arqueó una ceja Bakugo, no esperando esa respuesta del chico pálido.

—¡Vaya! ¡Ya te ha salido tu primer fan, Katsuki! ¡Enhorabuena!—exclamó la anciana enfermera mientras colocaba otra venda en el cuerpo magullado del rubio ceniza.

—Bakugo, señora.—le rectificó Bakugo, matándola con la mirada.

—Jejeje.—rió la anciana.—Tan joven y tan formal. Eso es muy raro en estos tiempos. —cuando iba a aplicarle otra venda, se dio cuenta que ya no había ninguna más en la enfermería.—Oh, se han terminado las vendas. Voy a buscar más. No te muevas de aquí, jovencito—

—¡Señora, ya le he dicho que no tengo todo el día! ¡Tengo que ver el siguiente combate!—la anciana, ya se había dado la vuelta dirigiéndose a un ritmo muy lento hacia la salida de la enfermería.—¿Señora, es que no me oído? 

—Eres demasiado impaciente, Katsuki.—a Bakugo casi le explota una vena al oír su nombre de pila de nuevo por parte de la anciana.—Y ....—la anciana miró al joven pálido.—chico que casi me mata del susto ... No puedes estar aquí. —

—Solo será un minuto, se lo prometo.—dijo el chico poniendo cara de angelito.—Por favor, déjeme hablar con él.—

—Está bien, puedes quedarte. —a la anciana le enterneció la súplica del chico.—Pero cuando regrese con las vendas, espero que hayas vuelto a las gradas, jovencito. —el desconocido asintió con una amplia sonrisa.—Aunque no estoy segura que vayas a conseguir un autógrafo de ese pequeño cascarrabias.—

—¡Señora, la estoy escuchando!—protestó Bakugo, cada vez más irritado por la tardanza de su estancia en la enfermería.

La anciana no replicó a Bakugo, simplemente rió siguiendo su camino hacia la sala contigua de la enfermería, donde estaba el inventario de provisiones del estadio. Ahora, en la enfermería solo estaban Bakugo, el joven desconocido y Temari, que yacía inconsciente en una de las camas de la enfermería.

—Así que eres mi fan, ¿eh?—dijo Bakugo con ironía, ya que no se creía las palabras del chico.

—Sí.—asintió el joven, que seguía mostrando una gran sonrisa.—Sobre todo me ha impresionado cuando has volado con tus manos. ¿Cómo has llamado a ese jutsu?—preguntó con la intención de que repitiera las palabras en inglés que había escuchado para cerciorarse de que los había oído no había sido su imaginación.

Antes de que pudiera contestarle el rubio ceniza, un quejido proveniente de atrás hizo que ambos chicos voltearan su rostro hacia la cama donde yacía Temari. Ésta se incorporaba frotándose el cuello magullado por la técnica de estrangulación de Bakugo.

—¿Por qué no me has matado?—preguntó Temari, mirando con odio a Bakugo. El joven desconocido abrió los ojos, realmente sorprendido por la pregunta de la chica. En cambio, Bakugo ni se inmutó. Viendo que el rubio ceniza no contestaba, Temari decidió proseguir en su pequeño interrogatorio hacia el vencedor del combate.—Después de todas las heridas que te he causado, nadie te lo habría reprochado. Si los papeles hubieran estado cambiados, yo te habría matado sin dudarlo. ¿Por qué no me has matado?—volvió a preguntar, pero esta vez con un tono de voz más elevado.

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora