—Es inútil, Bakugo. Sasuke trató de derretir los espejos con su gran bola de fuego pero no les hizo ni un rasguño. —dijo Sakura, aún abrazada de Sasuke. —No sé de que estén hechos esos espejos, pero no es simple hielo.—

—Ya has oído a tu compañera, chico explosivo. Esta es mi técnica Hijutsu: Makyō Hyōshō (espejo de hielo diabólico). Es un jutsu que sólo puedo hacer yo gracias a mi kekkei genkai. —explicó Haku.

—¡Te he dicho que te calles la puta boca, bastardo enmascarado!—gritó Bakugo. Después de unos segundos a Bakugo se le ocurrió un plan —Sakura, quiero que sujetes a Sasuke y te agarres a mí con fuerza. 

—Vale. —asintió Sakura y obedeció sin rechistar, al igual que Kakashi ella se dio cuenta que había usado su nombre en lugar de un mote.

Espero que no sea de las que se marean, no me haría mucha gracia que me vomite encima. —pensó Bakugo.

—¡Aguanta y no te sueltes, Sakura!—ordenó Bakugo. 

—¿Qué planeas hacer, chico explosivo?—se preguntó Haku

Empezó a dar vueltas sobre sí  como una peonza, ganando velocidad con sus mini explosiones. 

—¡EXPLOSIVE MISSILE! —gritó Bakugo. 

Cuando ya tenía la suficiente velocidad, cambió la posición de las manos poniendo las manos boca abajo y yendo hacia arriba como un misil (se parece al colmillo sobre colmillo de Kiba, pero la técnica de Bakugo cuenta además con el factor explosivo) rompiendo el espejo más vertical.

—¡No te dejaré escapar! —dijo Haku creando otro espejo encima del que había destruido. 

La técnica de Bakugo ya no contenía la fuerza suficiente para romper ese segundo espejo. Por suerte, Bakugo se dio cuenta enseguida y con un rápido movimiento lanzó a Sakura que sostenía a Sasuke con todas sus fuerzas.

—¡SAKURA! ¡PROTEGE A TAZUNA Y A SASUKE! ¡CONFÍO EN TI! ¡YO ME OCUPO DE ESTE BASTARDO!—gritó Bakugo a Sakura que estaba volando, pero ya fuera de la fortaleza de los espejos.

—Maldito ... —Haku dio una fuerte patada en el rostro de Bakugo haciendo que se golpeara contra el suelo con violencia. —Nadie había escapado de mi técnica antes y ahora has hecho que se escaparan mis dos presas. —

Bakugo tenía el rostro manchado completamente de sangre por toda la cantidad del líquido rojo que le caía del cabello, debido a la brecha que se provocó al usar su cabeza como la punta de su misil explosivo.

—Estoy perdiendo mucha sangre. Tengo que acabar con esto rápido antes de perder la conciencia. —pensó Bakugo con un fuerte dolor de cabeza.

—¡MUERE! ¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!—casi infinitas explosiones de gran fuerza, ya que no tenía que controlar su fuerza porque no podía lastimar a sus alíados, salían de las palmas de Bakugo en todas direcciones. —¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!¡MUERE!—

Cuando acabó su ataque, todo el interior de la fortaleza de espejos era humo. Bakugo jadeaba por el esfuerzo.

—¡Vas a necesitar algo más fuerte para destruir mis espejos de hielo! —decenas de varillas salieron disparadas a por Bakugo.

—Mierda... —maldijo Bakugo

Bakugo era incapaz de verlas por el humo, pero oía como silbaba el viento y suponía que le había lanzado las mismas armas que le había visto a Sasuke en el cuerpo. Así que hizo lo más sensato. Hacerse una bola para protegerse de los puntos vitales.

Su espalda, brazos, piernas y estómago estaban llenos de esas varillas. Parecía un puerco espín. Bakugo se quedó tumbado sin mover un músculo con pinta de haber muerto.

—Es posible que me haya pasado. —dijo Haku saliendo de sus espejos y caminando hacia el cuerpo de Bakugo. —He perdido el control por haber dejado marchar a los otros dos niños. ¿Estás muerto, chico explosivo?—preguntó colocándole el dedo índice en el cuello para ver si seguía teniendo pulso.

Apenas tenía pulso, pero tenía. Haku suspiró aliviado, pero se alarmó al notar como su pulso se aceleraba rápidamente.

—¿Cómo ...? —dijo Haku. Bakugo, que abrió los ojos de repente, le dio una patada, concentrada con gran parte del chakra que le quedaba, al estómago. 

—¡Nunca te debes confiar, bastardo enmascarado!—exclamó Bakugo levantándose a duras penas.

La patada fue tan fuerte que hizo que Haku perdiera la concentración deshaciendo su jutsu de espejos. 

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora