Solo tú

Dos.

Dos.

Ary.

Maldición.

Jake está justo en el asiento frente a mí, con la mirada al frente y la postura erguida de siempre. Siento su perfume y tengo la visión perfecta de su cabello castaño todavía húmedo.

La clase ya ha comenzado y estoy anclada a mi asiento con deseos de hacer mil preguntas a Jake y ni siquiera puedo articular un simple monosílabo porque nuestra primera clase no es con nadie menos que la profesora más terriblemente apática de todo el instituto.

Por alguna razón me siento nerviosa.

Jake está aquí.

Jake está aquí.

Jake ha vuelto.

¿Por qué?

Las preguntas me carcomen la cabeza.

Mi mejor amigo de la infancia está justo frente mío y ahora me siento nerviosa de solo hablar con él.

No seas tonta, Ary. Son amigos. Es solo Jake. El chico con el que fuiste de compras, con el que pasaste casi todos tus veranos, es el mismo niño adorable que te sacaba sonrisas y limpiaba lágrimas. Solo es él. Jake Thomas, no puede haber cambiado mucho, además que ahora está mil veces más sexy que en el último de tus recuerdos.

Solo es Jake.

Solo es Jake.

El mismo con el que dormí centenares de veces, el que estuvo en mis once primeros cumpleaños. El chico que te dio el brazalete que llevas puesto.

Solo es Jake

¡Ary, solo es JAKE!

Una palmada en mi cabeza me saca por completo de mis cavilaciones.

-Maldita sea, Arianna. Estás como volando.

-Lo siento, lo siento, Christy, es solo que...Dónde diablos están todos.

-Pues acaban de salir del aula -dice como si fuese de lo más obvio-. Se dirigen al acto de bienvenida...al que estás llegado tarde, porque te recuerdo que eres tu quien tiene que dar todo ese sermón en el escenario.

¡El acto de bienvenida!

Dios, cómo puede haberlo olvidado.

Me levanto de un salto haciendo caer la silla de mi taburete, pero no la recojo porque no hay nadie que pueda regañarme.

-Demonios, Christy ¿Por qué no me lo recodaste antes?

-Ya te he dicho que estabas soñando despierta.

Tomo la mano de Christy jalándola conmigo por el pasillo, debo llegar cuanto antes al salón de actos.

-Hey, espera -mi amiga se detiene en seco-. Ese chico... ¿él es Jake? ¿Tu mejor amigo?

Christy hace un mohín extraño, como si no pudiese creérselo al igual que yo. Porque si bien no lo conoce por otro medio que no fuesen fotos, no hay nadie en este mundo que comprenda mejor todo el cariño que mi corazón le tiene a Jake.

Pues, fue esta misma chica, Christy Bennett, quién me consoló para cuando cumplí quince, y la única persona que sabe tan bien como yo todo lo que Jake significa para mí. Se podría decir que mi mejor amiga sabe todas mis historias.

-Es, Jake -respondo con la voz muy rígida, pero ella no dice nada, solo me da un abrazo..

-Dios, esto es muy duro. ¿Sabías que iba a venir?