Cuatro años atrás.

4.2K 277 15
                                    

Cuatro años atrás.

– ¿Seremos amigos por siempre? –Pregunté con la voz entrecortada porque no podía controlar las lágrimas que salían incesables de mis ojos mientras sentía que mi corazón estaba siendo partido en dos mitades.

–Ary, jamás, te juro que jamás dejaremos de ser amigos –los dedos de Jake limpiaron mis lágrimas con la misma serenidad que lo hacía siempre­–. Te informaré de todo.

–¿No me cambiarás? –le pregunté llena de terror.

–Solo tú, Arianna Stacy, mi mejor y única mejor amiga.

–Solo yo –repetí con las palabras temblorosas. Ahora me sentía más calmada pero no podía dejar de presionar sus antebrazos. No quería dejarlo ir.

­–La distancia no cambiará las cosas, Ary, te lo prometo. Somos amigos desde que nacimos, ¿crees acaso que eso derrumbará nuestra amistad?

Quería decir que era posible, pero me dolía el corazón solo pensarlo y lo último que quería era dañarlo también a él.

Al final negué con la cabeza.

–Entonces, ¿cuál es el problema, preciosa? ¿Tienes miedo de que ahora que no estoy necesites a alguien que patee el trasero de tu novio cuando te diga algo malo? ¿O no tendrás quien te saque de problemas con tus amigas súper absorbentes?

Maldición, sus palabras no me estaban ayudando, todo eso extrañaría y mucho más. ¿Quién me acompañará a los estrenos de todas mis películas favoritas? O peor aún ¿Quién me acompañaría todos los meses a gastar mis ahorros en Starbucks?

Santo cielos, mi corazón se estaba desgarrando.

–Eres fuerte, Ary. Sé que puedes arreglártelas sin tu superhéroe…

Eso me robó una sonrisa que se desintegró al segundo que escuché la voz de su mamá llamándolo a la distancia.

Oh, no por favor ¡No!                

–Cuídate, mi chica de los sueños.

–Jake, ten esto por favor –le di el llavero que había mandado hacer para él, donde una foto de ambos lo adornaba–. Yo tengo el mismo –sonreí enseñando el dije de corazón con nuestra foto que adornaba el centro de mi pecho–. Es un recuerdo. Quiero que lo conserves.

Noté caer una lágrima de su ojo izquierdo pero la secó con tanta premura que no estoy segura de sí la vi realmente, ya que de inmediato me dedicó una sonrisa.

­–Yo también tengo algo para ti –dijo sacando una caja pequeña del pantalón de sus vaqueros. Dentro había un hermoso brazalete con muchos dijes color plata­, y entre todos ellos, un pequeño corazón tenía inscrito Jake. Quise reprimirlo pero un desconsolado sollozo escapó de mi garganta antes de que pudiera darme cuenta.

–Te adoro –susurré lanzándome a sus brazos en cuanto terminó de ajustarla a mi muñeca.

–Yo también te adoro, Ary.

Solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora