Capítulo 54

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6 de junio, New York, 1959.

Eva Green de Jauregui sentía su cuerpo entumecido. Trató de levantarse, pero una mano la empujó nuevamente al sitio donde estaba recostada. Fue en ese momento cuando abrió los ojos y se encontró con la silueta de Camila, quien le tomaba el pulso. Se sintió tranquila por ello, hasta que giró su cabeza con cuidado para ver lo que la rodeaba y se encontró con esa odiosa pelirroja que andaba como un buitre detrás de su chica. No pudo evitar enojarse, al darse cuenta que esta última, para colmo, la miraba con una curiosidad mal disimulada. Volvió a intentar ponerse de pie y logró sentarse, mientras Camila movía la cabeza de un lado a otro, rendida al parecer por su terquedad.

— ¿Qué me pasó? — preguntó con la voz más ronca de lo normal.

— Se desmayó. Logramos sostener su cabeza antes de que cayera al suelo, pero puede que tenga alguna contusión en el cuerpo. Lo más probable es que haya sido una baja de presión. — dijo Camila en lo que trataba de ponerse de pie. La mujer le tomó la mano de inmediato, logrando que la pelirroja soltara un bufido.

— Gracias, cariño.

— No fue nada. Es lo que haría por cualquier persona que vea que me necesite. — Cuando dijo eso, algo dolió en su interior. — Debe agradecerle a Jess. Ella nos prestó su camarín para que descansara un poco y pudiera atenderla.

La señora Green de Jauregui cerró los ojos molesta, pero fue lo suficientemente educada para agradecerle con un quedo murmullo a la otra mujer, quien le sonrió y le dijo que no era nada, como si disfrutara de la situación. Camila observaba la interacción en silencio, un tanto estresada por todo lo que le estaba pasando. Lauren estaba afuera con ese hombre, con quien al parecer era muy cercana, esperando noticias de la señora Green de Jauregui. Pensó que sería mejor salir y darlas ella misma. Así de paso podía intentar hablar con ella.

— Enseguida vuelvo.

— Camila, por favor, no me dejes sola. — dijo la mujer en lo que volvía a tomar su mano.

— Tengo que avisarle a Lauren que usted se encuentra bien. Es su “sobrina” después de todo y está muy preocupada por su persona.

Eva Green de Jauregui sintió que iba a volver a desmayarse, ya que recordó el por qué de su reciente incidente. De todas las personas con las que Lauren pudo haberse encontrado en el mundo, justo tuvo que ser con él. El shock de volver a verlo después de 23 años había sido demasiado para ella. Había cambiado bastante. Ya no era ese muchacho miedoso y con baja autoestima que había conocido en esa fiesta. Era todo un hombre, con porte y presencia. Se notaba que era alguien de una cuna rimbombante. Pero lo peor de todo es que la recordaba. Se acordaba de ella y de lo que había ocurrido. Y eso le iba a traer más problemas de los que ya tenía encima.

— ¿Necesita algo, señora Green de Jauregui? — preguntó la pelirroja en lo que se movía por el camarín hasta posicionarse frente a ella. Camila se había marchado hace un par de minutos y no se había dado cuenta que se había quedado sola con la otra.

— No. Gracias, señora Chastain-Capdeville.

— Es señorita, de hecho. — replicó la mujer entretenida. Se quedaron en silencio un buen rato hasta que Jessica volvió a abrir la boca, mientras se cruzaba de brazos. — Así que es la tía de Lauren.

— Sí. Es mi sobrina. — respondió Eva poniéndose en guardia. La pelirroja la miraba de una manera extraña, como si supiera algo y eso la ponía nerviosa. — ¿Por qué lo pregunta?

— Por nada. Solo me resulta interesante. Lauren ha estado viviendo con nosotros este último tiempo. Mi primo la quiere muchísimo. Casi como si fuera su hija.

Smoke Gets In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora