Capítulo 52

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23 de mayo, New York, 1959.

Camila estaba extraña. Y sus amigas lo habían notado. Le preguntaron por Lauren y ella les dijo que había tenido que volver a su casa, debido a que su abuela se había enfermado. No había querido decirles el motivo real, ya que no se sentía capaz de hacerlo. Habló con Normani y decidió que volvería al hospital. Había ido a conversar con la enfermera jefe y le dijo que en una semana podría volver a trabajar en el establecimiento. Sabía que, de todas sus últimas decisiones, esa era la mejor. Regresar a su viejo trabajo la ayudaría a llenar su cabeza de otras cosas. Y quizás así se alejaría un poco de la familia Jauregui.

Volver al hospital era terapéutico. La enfermera Scodelario la recibió con los brazos abiertos y la mantuvo al día de todos los pormenores del hospital. Era entretenido hablar con más personas de cosas completamente distintas a las que había estado hablando últimamente. Dinah estaba surgiendo como actriz y Jackie Nicholson estaba embelesado con su talento, así que fue uno de sus grandes temas de conversación. Fue en una de esas pláticas con la enfermera Scodelario, mientras tomaban una taza de té en el comedor, que esta le informó de un evento que los tenía a todos con la cabeza en cualquier parte.

— ¿Te informó la enfermera jefe acerca de la gala de beneficencia?

— Kaya, con suerte hablamos para que me dejara volver. No le dio tiempo para informarme acerca de ese pequeñísimo detalle. — dijo Camila en lo que se reía y tomaba un sorbo de té de su taza.

— Eres una idiota. — replicó la chica en lo que la golpeaba en el hombro. — Pues verás, el hospital necesita recaudar fondos para la construcción de un ala más moderna. Así que a uno de los benefactores se le ocurrió realizar una gala de beneficencia. Llamar a diseñadores emergentes y que estos presentaran colecciones inéditas para lograr juntar dinero. Ya sabes cómo a los ricos les gusta gastar dinero en esas cosas. Son muy pocos los miembros del personal que han sido invitados. Pero todos son directores de departamentos o médicos. Han venido algunos de esos cerebros creativos a darse una vuelta por aquí.

— ¿Y qué tal? — preguntó Camila interesada.

— Demasiado excéntricos para mi gusto. Aunque había uno que otro que tenía buen físico.

Camila soltó una carcajada, terminó de tomarse su taza de té y se fue a la recepción. Ese día le tocaba estar recibiendo a los pacientes o indicándoles a las visitas los lugares donde debían ir. Era trabajo administrativo, pero resultaba más interesante que rellenar y revisar papeleo, que era lo que tenía que hacer antes. Encendió la radio y comenzó a sintonizar algún dial. Estaba entretenida en eso, hasta que sonó una canción de su gusto:

Hey, Venus, oh, Venus
Venus, if you will
Please send a little girl for me to thrill
A girl who wants my kisses and my arms
A girl with all the charms of you

Venus, make her fair
A lovely girl with sunlight in her hair
And take the brightest stars up in the skies
And place them in her eyes for me

Venus, goddess of love that you are
Surely the things I ask
Can't be too great a task

Venus, if you do
I promise that I always will be true
I'll give her all the love I have to give
As long as we both shall live

Venus, goddess of love that you are
Surely the things I ask
Can't be too great a task

Venus, if you do
I promise that I always will be true
I'll give her all the love I have to give
As long as we both shall live

Smoke Gets In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora