Kook detuvo su andar de golpe, Khal rugió y Tae volteó a ver el menor mirar el suelo. TaeHyung sonrió levemente, acercándose a el, levantando su rostro con una mano en su mentón, quedó petrificado de lo maravilloso que era JungKook, nunca desearía perder a ese hermoso niño de su lado.

-yo nunca podría soportar eso. Todo lo que tuviste que soportar, es algo inimaginable. Tan doloroso, que no sé que hacer al oírte decir esas cosas.

Kook subió su mirada conectadola con la de Tae, iba a agregar algo más pero TaeHyung no soportó, unió sus labios, en un ansioso beso. Khal los miró y se adelantó un poco en el bosque para buscar un lugar donde quedarse y salir a cazar.

El lobo no se reprimió, tiró del cabello rubio del mayor, uniendo más sus cuerpos, extinguiendo todo espacio que los separaba, profundizando su beso de manera desenfrenada, llena de sentimientos que Kook aún no podía describir.

-te deseo como nunca antes había deseado estar con alguien. Generas tanto en mi que asusta. Anhelo que el sol baje a todas horas, añorando el momento en el que te recuestas a mi lado a dormir.

Sollozó sobre sus labios al oír esas tan delicadas palabras de TaeHyung, mientras esté acariciaba sus mejillas.

-adoro la manera en la que me haces sonreír, dejando atrás todo el dolor que alguna vez tuve.

Tae lamió sus labios, riendo de manera nerviosa, causándole una tierna sonrisa a JungKook.

-no importa si los Dioses unieron nuestros destinos, si la vida los hizo emprender este viaje o si alguna fuerza sobrenatural influyó en nosotros. -susurra Kook- siento que jamás amaré a alguien como te estoy amando a tí a tan temprana edad y no quiero que con el paso de los años eso cambie.

-te prometo JungKook, lo que siento por ti jamás cambiará.

☁️☁️

TaeHyung miraba en silencio el rostro de JungKook dormir a su lado, habían hecho una pequeña tienda en el bosque, cerca del próximo pueblo, no quisieron arriesgarse al ver guardias reales pasar por las calles, por lo que decidieron quedarse entre unos árboles a dormir.

Pero, apesar de todo lo que han tenido que pasar y lo que se les viene adelante, Tae aún no comprendía, él porque el menor siempre estuvo ahí para él. Aún sin conocerse, el menor había llorado y pensado en él.

Era un ángel a los ojos de TaeHyung.

Y el pensar en alejarse de ese niño, tan solo dos años menor, se le hacía un infierno interminable de miseria. Pero ese era el problema de Tae.

Su Alfa interior lo amaba, lo marcó y lo quiere a su lado.

Pero Tae no quería, lo que estaban por pasar es algo de vida o muerte, no quería que el menor esté junto con el y sufra una guerra que no es suya.

Daría su vida por mantener a salvo su sonrisa tan inocente.

Las noches que pasaron, las veces que reabrió esa bella marca en su cálido y lechoso cuello, los te amo que ambos se dijeron, los momentos y las promesas atrapadas en su boca. TaeHyung seguía sin creer lo afortunado que era y de lo horrible persona que se sentía al atar a JungKook a él.

-Khal.-se levantó lentamente, sacando su cabeza de la carpa, mirando a Khal a un metro de esta, sentado contra un arbol- t-tenemos que irnos....

Khal frunció el ceño, sin entender el porqué de sus palabras, no podían irse en la madrugada, JungKooi aún dormía y había que guardar la carpa,  la comida y apagar el fuego de su fogata.

No se movió de su lugar, viendo a Tae colocarse su capa, tomando su bolso. Tae volteó y sintió un nudo en su garganta al ver la carpa.

- p-por favor amigo, no lo hagas más difícil para mí.....-le rogó al león, quien gruñó-

LION ALPHA ×태국/Omegaverse×Where stories live. Discover now