𝐿𝑜𝓃𝒹𝑜𝓃 𝐿𝑜𝓋𝑒 //H.S.// Terminada.

CAPITULO 42

Su beso ha sido el mejor beso que he recibido en toda mi vida, me llenó de paz y alegría. Aun me tiemblan las manos como a una adolescente y me siento un poco nerviosa. Me mira con esa sonrisa que me encanta y me vuelve loca.

-eres increíble...- agrega sin más.

Sonrío ampliamente, ya no queda nada más que decir, nos hemos enamorado y ahora tenemos todo el tiempo del mundo, me siento muy bien a su lado. Sobra decir que se ha convertido en la razón de mis días.

Terminamos de cenar en una conversación amena y relajada, paga la cuenta y salimos del lugar. Caminamos hacia su auto y me abre la puerta, se le ve feliz, casi radiante cuando me subo.

Se sube a mi lado y me pasa el teléfono para poner música.

Llegamos a Holmes Chapel a las 10 de la noche, las calles están obscuras y solitarias, apenas y mis ojos pueden captar todo pues la obscuridad de la noche no me permite apreciar todo su esplendor.

-aquí es donde crecí, es un pueblo bastante pequeño pero la gente es amable...- me explica – mañana por la mañana podemos dar un paseo y te lo mostraré.-

-me encantaría, eres el mejor guía de turistas...- me río recordando nuestra visita a Londres.

-ah, claro que lo soy.- sonríe aún más.

Un par de minutos y se estaciona afuera de una casa de ladrillos, con un jardín bastante cuidado al frente, hay un par de luces que alumbran la entrada.

-llegamos.- apaga el motor y nuevos nervios se apoderan de mí.

Baja ambas maletas y caminamos hasta la pequeña puerta de madera azul, en un movimiento hábil escoge de su llavero una llave y la mete en la cerradura, abre la puerta y me indica que pase.

-¡Mamá! ¡Estoy en casa!- se anuncia, pues la sala está vacía.

Hay una luz que viene desde el cuarto continuo, unos ojos verdes y amables se asoman, no se sorprende al verme. Camina entusiasmada hasta nosotros, Harry deja las maletas sobre un sofá.

-¡Cariño! ¡Bienvenidos!- nos saluda.

Primero se acerca a mí y me sonríe amablemente, mostrando una sonrisa que me parece familiar, pues es la misma que la de su hijo, es una mujer hermosa, no debe tener más de cincuenta años, tiene el pelo castaño obscuro y unos rasgos bastante finos y delicados, huele a rosas cuando me abraza.

-tú debes ser Grace,- me dice mientras nos abrazamos.

-mucho gusto Sra. Twist- la saludo.

Ahora tiene el nombre de su difunto ex marido, el padrastro de Harry, algo que él ya me había platicado.

-oh, por favor, dime Anne, no soy tan grande- se separa de mi con voz amable. – ¡Pero si eres más linda de lo que me imaginaba!- con gesto maternal pellizca mi mejilla, tiene la misma habilidad que su hijo de hacer sentir cómodas a las personas.

-gracias, es un enorme placer, Anne.- digo con timidez.

-el placer es todo mío, querida. – me mira una última vez.

Me suelta y toma cariñosamente a Harry entre sus brazos.

-¡oh! Hazza, te extrañé tanto, cuéntame todo, ¿cómo te fue?-

Harry le devuelve el abrazo cariñoso en una imagen que me enternece y me doy cuenta de lo afectuosos que son entre ellos.

-Hola mamá, me fue bien, todo salió de maravilla.- le asegura.

-me alegro bastante, casi no me llamaste...- le reprende y me siento un tanto culpable, porque Harry ocupaba el poco tiempo libre que tenía en mí. Debo tener eso en mente la próxima vez que salga del país.