𝐿𝑜𝓃𝒹𝑜𝓃 𝐿𝑜𝓋𝑒 //H.S.// Terminada.

CAPITULO 18

La calle es amplia, con la misma arquitectura que me imagino debe ser victoriana, la gente camina, instintivamente miro al chico a mi lado que me mira a través de los lentes, es imposible leer su expresión, me siento un poco decepcionada, pero a la vez le agradezco por lo que está haciendo.

Lo sigo mientras mis ojos atrapan todo, respiro emocionada, esto es casi surreal, estoy en Londres. Creo que no lo había asimilado. Vivo en Londres. Soy feliz.

Procuro memorizar el camino del estacionamiento al Big Ben, también reparo de vez en cuando en los rostros de las personas que apenas y nos miran, nadie nota al hombre a mi lado que es más que obvio esconde su rostro. ¿Lentes en un día nublado? ¿Gorra? Es un poco obvio para mí, pero nadie nos mira. Gracias a Dios.

-Y este es el palacio Westminster. - me dice como si nada.

El palacio se encuentra frente a mis ojos, de diseño neogótico, con todo su esplendor, hasta la otra orilla la torre del reloj, Se puede ver el río Támesis, es como una postal.

-me gustaría decir algún dato curioso sobre esto, pero...- se encoje de hombros haciéndome reír- no sé mucho sobre historia y esas cosas. –

Sus manos siguen en sus bolsillos, tiene la vista fija en el palacio al igual que yo.

-es la casa del parlamento, quiere decir que la cámara se encuentra aquí. - digo perdida en la arquitectura. – en pocas palabras, aquí se toman las decisiones de tu país. –

Camino lentamente para alcanzar el otro extremo, hacia la torre, con Harry siguiéndome el paso.

-vaya, no tenía ni idea...- se rasca la nuca- creo que sabes más de mi país que yo. –

-no mucho. -

Llegamos a la torre es ahí donde la mayor parte de la gente se concentra, Harry se remueve un poco incómodo y yo le dedico una sonrisa.

- ¿me tomas una foto? - pregunto extendiendo mi teléfono.

-Claro. –

Después de un rato caminamos hasta el puente, el viento golpea mis mejillas, la corriente de este es más fuerte por lo que el aire hace que mis mejillas se enfríen. Cierro mi gabardina mientras me acurruco en ella, buscando calor.

- ¿algún dato curioso sobre el puente? - me pregunta.

-se terminó de construir en 1894.- me recargo para ver mejor la ciudad, el sol no se ha asomado hoy pero aun así la vista es increíble. Creo que este es el auténtico Londres, la gente corriendo de un lado al otro, el clima frío y música de fondo.

-te tomaré otra foto. - me dice él extendiendo su mano para que le de mi móvil.

El reloj marca las doce, suenan unas campanadas informando el cambio de hora.

-muero de hambre...- comenta cuando nos quedamos viendo el reloj. - ¿vamos a desayunar? - pregunta amble.

-claro... creo que de la emoción me olvidé de comer...- sonrío.

-ya lo creo. Conozco un lugar cerca donde podremos comer tranquilos. –

Sigo sin ver sus facciones, pero apuesto a que sonríe bajo ese cubrebocas. El cual me sigue causando risa.

Lo sigo un par de calles a donde llegamos a un local grande y elegante, se lee "The Cinnamon coffee".

-Mesa privada para dos. – pide amable quitándose el cubrebocas.

- ¿mucho mejor? - le pregunto

-se respira mejor- me sonríe ampliamente dejándome ver sus hoyuelos y perfectos dientes. Su rostro aún sigue cubierto por las gafas y la gorra.