CAPITULO 13

7.7K 401 43
                                    

-es... él... te ha estado viniendo a buscar...- su voz también es un susurro.

Mi respiración se cortó, junto con mis latidos, por unos segundos no pude ni escuchar mi propia respiración.

- ¿qué quiere? - me las arreglé para decir.

-nada, solo quiere verte, supongo que, para arreglar las cosas, como solían hacerlo. Grace, jamás había estado tan feliz de que te hayas marchado, te extraño, pero es la primera vez que él me da miedo...-

- ¿te hizo algo? ¿pasó algo? - pregunto sintiendo mis puños cerrarse.

-no, no; pero su mirada- hace una pausa- parecía como si estuviera dispuesto a llevarte a si sea a la fuerza. Le dije lo que acordamos. -

Suspiré. La versión que manejamos con la mayoría de mis conocidos era que iría a Arizona a visitar a mi padre, era una mentira, nunca conocí a mi padre, mi madre apenas y hablaba de él y la verdad es que poco me importaba. Creamos todo un teatro para mi partida, solo Marc, Annie, mi mamá y mi tía sabían dónde estaba realmente. Aunque a mi mamá nunca le hablé de los maltratos físicos, en el fondo creo que lo sabe y es por eso que está aliviada de que por fin me haya largado de su casa. Así es, él y yo vivimos juntos los últimos dos años de nuestra relación. Fue... horrible.

- ¿y lo creyó? - tenía que asegurarme.

-sí; o eso creo. Me pidió la dirección, pero le dije que no la tenía a la mano, quedó de ir a nuestra casa por ella mañana pero obviamente ya no encontrará a nadie. -

- ¿por eso te mudaste con Marc? - sentí una punzada en mi corazón.

-no- su sonrisa es honesta- simplemente creo que todo se acomodó. Me siento mejor, por eso decidí contarte, cuando él llegue a casa se dará cuenta que no hay nadie y nos dejará en paz.... Grace, espero que algún día me tengas la suficiente confianza para contarme todo. Soy tu mamá- su voz se quebró- respeto tu privacidad y estoy consciente de que hay cosas que quieras guardar para ti, pero si pasó algo más quiero ayudarte hija. Por favor- suplicó.

-mamá- suspiré mientras preparaba mi discurso memorizado. - ya le to he dicho todo, las palabras también hieren y eso es lo que pasó, además de sus constantes infidelidades. De verdad, no hay más. -

-de acuerdo. - sorbió su nariz y yo también dejé escapar un bufido. ¿Cuándo habíamos empezado a llorar? - quiero que estés tranquila, ¿sí? - continuó.

-si mamá, tú también. Ten por seguro que mi vida está teniendo un cambio verdaderamente hermoso, es todo cuanto soñé. S veces siento que me voy a despertar. – sonrío genuinamente.

-te mereces todo hija. Te amo. -

-yo te amo más. -

Colgamos en medio de nuestras sonrisas, me deja un poco tranquila saber que él piensa que estoy en américa, no tiene ni idea de donde estoy y jamás la tendrá. Jamás volverá a tocarme.

Me quedo en el sofá procesando toda la información, juego con el teléfono entre mis manos viendo hacia la pared de ladrillos, tratando de contarlos. Me estoy distrayendo a propósito para no pensar en lo obvio. Miro la hora en mi teléfono, son casi las 10 de la noche. El icono de un mensaje sigue ahí con su hermoso segundo nombre, lo había olvidado.

"No sabes lo mucho que me alegra que te estés integrando tan pronto. Solo quería saber cómo había ido tu primer día. Disfruta y ten linda noche. x."

Su mensaje me hace sonreí y disipa toda sensación negativa. La respuesta llegó hace casi dos horas. Creo que siempre me tardo años en contestarle.

"Gracias por ser tan considerado. Descansa. x."

El apartamento sigue vacío, es como vivir sola.

Me despierto antes de que suene mi alarma, he de confesar que pasé casi toda la noche entre insomnios y cuando conciliaba un poco el sueño me despertaban las pesadillas. Él me encontraba, lo veía claramente entrar por la puerta principal de este apartamento y la imagen me traumaba lo suficiente como para despertarme. No es que le tuviera miedo a lo que me podía hacer, temía que volviera a convencerme de estar con él.

Desterré el pensamiento, ahora estoy a miles de millas de distancia, y no tiene ni idea de donde estoy.

Hago mi rutina matutina y salgo pronto al trabajo.

Cuando llego a la oficina le agradezco al Sr. Chapman que me mantenga lo suficientemente ocupada como para distraerme. Paso casi toda la mañana planeando su itinerario de la siguiente semana. Al parecer se irá de vacaciones y debemos despejar sus compromisos y volverlos a agendar.

-la siguiente semana estarás libre, no te preocupes, se te pagará, pero no es necesario que vengas. Cualquier cambio en la agenda te lo notificaré por correo. - me dice mientras deja descansar su caballo de madera y aspecto caro sobre el escritorio. – El miércoles, sin embargo, debes recoger los archivos que mandamos a redacción, es una nota que llevo semanas planeando. Al parecer hay una conspiración sobre el primer ministro, pero aún no sacaremos nada a la luz. Así que esos documentos es de suma importancia que los dejes aquí- señala el pequeño cajón en su escritorio. - toma- me alcanza una pequeña llave metálica- cuídala con tu alma Grace, es tu duplicado y solo tú y yo tenemos acceso a este cajón, así que ten cuidado. - me sonríe amable, pero entiendo perfectamente.

-claro Sr. Chapman, no debe preocuparse por ello. - le doy seguridad de que confía en la persona adecuada.

La puerta suena al abrirse de golpe, gesto que me extraña porque todos tocamos para poder entrar. Ni Rose hace eso. Mis ojos se posan sobre unos ojos grises que me resultan familiares, entra un chico alto, castaño, con el pelo perfectamente engomado, viste ropa bastante cara y parece pulcro. Lleva unas gafas de sol en sus manos.

- ¡Nathan! - exclama con alegría el señor Chapmanmientras se pone de pie y rodea el escritorio para abrazar al chico que acabade entrar. 

𝐿𝑜𝓃𝒹𝑜𝓃 𝐿𝑜𝓋𝑒   //H.S.// Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora