𝐿𝑜𝓃𝒹𝑜𝓃 𝐿𝑜𝓋𝑒 //H.S.// Terminada.

CAPITULO 36

Por la tarde cuando salgo a correr, procuro sacar toda emoción negativa que arruine mi estado de ánimo. Hay dos puntos muy importantes que analizar. Primero, el pasado de Harry me sorprendió, porque se supone que hemos platicado un montón de cosas, y el hecho de no haber mencionado a Nathan o alguna situación similar, me descoloca un poco y me hace cuestionar si conozco al verdadero Harry. Sin embargo, Beth tiene un punto, el pasado de Harry le pertenece a él y solo él decide cuanto compartir, obviamente no cualquiera va gritando a los cuatro vientos que le hizo algo así a su ex mejor amigo, no es algo de lo que te sentirías orgulloso.

La segunda cuestión a analizar, es, qué está sucediendo entre Tiffany y él, quiero decir, él es libre de hacer lo que quiera, creo que no mentía cuando se lo dije a Nathan, pero duele. Duele porque Harry ha prometido un montón de cosas, me ha dicho muchas cosas demasiado lindas, lo que me lleva a pensar que, si es que muevo algo en él, tan solo ve a Tiffany como una amiga. Pero de no ser así, supongo que tendré que hacerme a un lado.

Honestamente no merezco volver a pasar por algo así, soportar infidelidades y esas cosas, él sabe todo acerca de mi relación pasada y creo que no se atrevería a hacerme pasar por algo similar... ¿o sí?

Cuando llego a casa Beth está preparando la cena.

-Hola Grace...- su tono es tentativo- ¿cómo sigues? -

-Honestamente mucho mejor, correr me anima y me ayuda a aclarar la mente. - le sonrío mientras me sirvo un poco de agua.

-Me alegro. Definitivamente suenas mucho mejor a cuando me llamaste. –

-Lo sé, me siento mejor. Muchas gracias por escucharme y por aconsejarme. Seguiré tu consejo. –

-Grace, no solo somos roomies, somos amigas. Creo que cuando yo lo necesite tú también vas a estar para mí. – acaricia mi brazo de manera maternal.

-eso no lo dudes nunca...- le aseguro.

-Muy bien, en ese caso, vamos a cenar. Preparé un poco de ensalada, ya que veo que te estás cuidando. -

-Algo así...- asiento.

-te ves muy bien, - me sonríe amable – nunca te viste mal, pero este par de kilos menos te sienta muy bien. –

-Gracias Beth...- me sonrojo un poco.

Cenamos mientras me platica sobre su día, me anima y, para cuando terminamos de lavar y secar los platos, me siento mucho mejor.

Hay algo que estuve evitando casi todo el día y es pensar en la llamada de Harry. Todos los días, sin falta, llama.

Me doy una ducha rápida y en esta ocasión paso de su playera para dormir, me pongo mi pijama de gatitos. Me recuesto en la cama y espero su llamada.

"Edward S. 9:28 p.m. Video llamada entrante."

El corazón late rápido y mi estómago se revuelve, respiro y por primera vez en mucho tiempo vuelvo a sentir nervios por cómo comportarme con él, solo que, en esta ocasión, las razones son diferentes.

Contesto. Se ve que está en una camioneta, tiene el pelo perfectamente peinado y una simple playera blanca, un par de collares salen del cuello, se ve perfecto como siempre.

-Hola cariño...- me saluda con la mano y esa sonrisa que me mata.

-Hola Harry...- mi tono suena bastante tranquilo y en parte lo estoy, el simple hecho de verlo me tranquiliza. Y eso no está del todo bien.

- ¿Cómo estuvo tu día? - pregunta casual, como siempre.

-Bien, bien. Como siempre, ninguna novedad. - me atropello con las palabras - ¿y el tuyo? - pregunto desviando la atención de mí.