CAPITULO 31

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(MARATÓN 1/3)

The Dorchester es un hotel enorme, cuando llego al vestíbulo, aprecio en todo su esplendor la arquitectura con inspiración greco-romana, no estoy segura, pero es opulento, con toques dorados, el piso blanco con pequeños rombos negros lo hacen aún más elegante.

"Ya estoy aquí."

Le escribo a Harry, pero no obtengo respuesta. Los empleados caminan de un lugar a otro, algunos huéspedes descansan en la sala de estar y otro grupo de personas parece entrar a lo que es un bar que está al fondo, cruzando el arco dorado.

Cuando los miro le agradezco a Beth nuevamente en mi cabeza, encajo perfectamente, así que para sentirme aún mejor me quito la gabardina y la dejo descansar sobre mi brazo, me aliso el vestido en un gesto nervioso pues la tela tiende a marcarse rápidamente.

Camino un poco hacia una mesa que está justo al centro, tiene un jarrón enorme, con muchas flores, son rosas blancas, lo que lo hace ver simple pero imponente, arriba de éste cuelga un candelabro enorme, en color dorado con muchos cristales. Es hermoso.

Mi vista se fija en la puerta, esperando por Harry, comienzo a sentirme un poco incómoda, parada aquí. El reloj marca las 8:20 p.m., debo darle algo de tiempo, tal vez viene manejando.

Mi vista sigue pegada a la puerta que está a escasos 10 metros de mi cuando veo que ésta se abre y entra él. Es todo un sueño, sus ojos deambulan por el lugar, es obvio que buscando algo o a alguien.

Viste un traje negro, completamente negro, encima un abrigo largo por debajo de las rodillas, pero en un movimiento rápido se despoja de él, su camisa es negra y tiene dos botones desabrochados dejando a la luz un collar. Sus ojos se posan en mi por un segundo, su mirada pasa de mi rápidamente como si en mí no encontrara lo que buscara, pero inmediatamente la regresa. Abre los ojos y su sonrisa se extiende por todo el rostro formando arrugas en las esquinas de sus ojos. Se acerca a mí con paso firme y decidido.

-Grace...- dice viéndome de una manera en la que me hace sonrojar – te ves... muy hermosa...- su voz es casi un ronroneo de lo grave que suena.

Con su mano levanta mi mentón delicadamente y deposita mi beso favorito en la frente. Yo suspiro como colegiala. Como siempre Harry huele delicioso y hoy se ve particularmente mejor que otros días. Tal vez sea el traje, o tal vez sea el hecho de que su pelo parece más producido de lo normal.

-Hola...- logro articular.

Él sigue con la mirada en mi rostro y su mano en mi mentón.

-Hola cariño...- me dice tiernamente. Y yo quiero colapsar.

-basta...- le pido.

- ¿de qué? – sonríe con travesura

-de mirarme así...- agacho la mirada mientras él se ríe abiertamente.

-oh, es toda tu culpa. Anda, vamos tarde. -

Toma mi mano y entrelaza nuestros dedos mientras caminamos, el gesto me desarma, me ha puesto bastante nerviosa, pero a la vez me da una confianza como nunca antes, me hace sentir bien. Aprieto un poco más mi mano buscando esa sensación de empoderamiento que me brinda. Nadie nos mira al caminar juntos, todos están en sus asuntos, yo pongo particular cuidado en mis pasos pues los tacones y el piso no se llevan bien. Sin embargo, con Harry a mi lado me siento invencible.

Me explica que es el cumpleaños de un amigo bastante importante en la disquera, que no disfruta particularmente de la compañía de la mayoría de los invitados, pero asiste por sugerencia de su manager.

Cuando el ascensor se abre y entramos a un pequeño vestíbulo, al frente leo "Alain Ducasse at The Dorchester", debe ser el nombre del restaurante.

𝐿𝑜𝓃𝒹𝑜𝓃 𝐿𝑜𝓋𝑒   //H.S.// Terminada.Where stories live. Discover now