Cap. 31 Llévame a una cita

1.9K 120 11
                                    


Zavier

Toqué mi cabello por lo que parecía ser la millonésima vez desde que empecé a arreglarme. Ni siquiera cayó sobre mi cara. Supongo que estaba tan, tan nervioso que incluso parecía estarme irritando el sólo estar allí. Quiero decir, esta era mi primera cita.

Así que tenía una especie de miedo de estropearlo a pesar de que no era de hecho una cita real. Evelyn me estaba mostrando qué hacer y qué no hacer en citas con chicas.

Tan simple como eso. Nada más.

Pero Joss y yo en realidad iríamos en nuestra primera cita después del baile de recaudación de fondos. Estuvimos de acuerdo con ello y estaba bastante contento de que Evelyn quería que yo la llevase a una primero. No quería avergonzarme a mí mismo por completo con Joss... o al menos, mucho más de lo que suelo hacer. Estoy seguro de que la cita sería bastante horrible, si ese era el caso.

Pero, ¿por qué estaba temblando tanto ahora mismo, sólo de pensar en llevar a Evelyn a un restaurante? Hemos comido juntos antes. A veces, incluso solos, porque mi madre no estaba en casa para la cena algunas noches. En realidad no es diferente, ¿verdad?

Hoy, viernes, mamá tiene un turno de noche y todavía se preocupa acerca de a dónde Evelyn me podría llevar o a dónde podría ir ella misma. Pero he mantenido mi ojo en ella y ha sido buena. Esperemos que esta cita no se torne para lo peor. No quiero estar comiendo algunos buenos espaguetis y luego irme a fumar con los drogadictos.

—Maldita sea. —murmuré para mí mismo mientras me quité mi corbata negra y agarré mi cabello otra vez. Sé cómo jodidamente ponerme una corbata. Incluso me enseñaron a una edad muy joven. ¿Por qué demonios no me puedo poner una ahora?

Al sonido de la voz, acabé gritando un poco y saltando mientras me puse de cara hacia mi cama.

Sentado allí no estaba otro que mi mejor amigo, Jesse. Él asentía con satisfacción a mi atuendo mientras me daba un pequeño saludo como si casi no me hubiera dado un ataque al corazón.

Aunque en serio, ¿¡cómo demonios siquiera llegó hasta aquí sin que me diera cuenta?! La puerta estaba abierta, pero lo habría visto o escuchado.

¿O estaba un poco demasiado distraído? Quiero decir, él podía ser muy discreto a veces. Pero ahora... Generalmente me daba cuenta de las cosas un poco más rápido que esto.

—Jesse, ¿qué diablos... estás...?

—¡Decidí venir y ver cómo está mi amigo! Yendo a una cita, ¿eh? —preguntó con una sonrisa mientras movía sus cejas.

Creo que ha estado recibiendo demasiadas cosas de Evelyn que no son buenas.

Con el ceño fruncido, me di la vuelta para enfrentar el espejo y desordenar mi cabello un poco. El restaurante nos obliga a vestir bonito y todo, pero no es demasiado elegante. Y no soy el tipo de estilizar mi cabello. No les importará el cabello sucio, ¿no?

¡Oh, no! Pero ¿qué pasa con las gafas? ¿Cómo se verían?

Quitándomelas, entrecerré mis ojos y parpadeé con fuerza.

—¿Crees que debo mantener mis gafas puestas?

Jesse suspiró profundamente y estoy bastante seguro de que estaba sacudiendo su cabeza o algo así. No sé, no podía ver. Todo era un borrón.

—Déjatelas puestas, hermano. No puedes ver nada sin tus gafas tontas.

Me reí como si su idea fuera mejor y sólo empecé a caminar hacia mi baño.

The bad girl and the good boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora